sábado, noviembre 23, 2024
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Las Cartas del Campo: la sabiduría perdida

Mi nombre es John Working  una persona ya de avanzada edad y durante toda mi vida he examinado a las personas, pero sobre todo a mi mismo, he llegado a muchas conclusiones, y he pasado por muchos momentos difíciles y victoriosos, pero otros llenos de dificultades, obstáculos y tristeza.

Mi historia comienza así: En 1899 nací en un barrio pequeño al sur de Australia, allí me crie con mis tres hermanos y mis padres. En aquel tiempo yo  era un niñito alegre, estudioso y muy inteligente, un día me quedé observando una multitud de personas y empecé a ver sus buenas cualidades y también sus defectos y malas actitudes.

Comencé a estudiar su rutina, su forma de ser, qué metas querían ellos alcanzar, pero de manera especial sus metas iban detrás del dinero, como tigres  hambrientos persiguiendo su carnada. Le puede interesar: Las Cartas del Campo: contaminación en fuentes de agua natural

En la etapa adolescente y adulta…

Pasando el tiempo fui creciendo y adoptando, su misma forma de ser, la cual en verdad era muy desagradable, llegué a mi adolescencia, me enamoré y me casé con una mujer muy bella con la cual tuve  dos hijos.

En mi adultez, yo luchaba por seguir carreras exitosas y grandes contratos con negocios y empresas importantes. Le puede interesar: Las Cartas del Campo: Candidatos prometen electricidad a Hipaquirá, Boyacá y no lo hacen

Mi vida se había convertido en un rutina, todo mi tiempo en especial se lo dedique a mi trabajo.

Un día estando yo en el trabajo, fui solicitado en la oficina de mi jefe, él con una expresión de seriedad me dijo:

  • La empresa está pasando por una situación crítica así que obligatoriamente tenemos que reducir el personal.

Se acercó a mi, me felicitó y me entregó la carta de renuncia. Fue un golpe duro, ya que casi toda mi vida se la había dedicado a este trabajo y estaba pasando por una situación muy difícil, porque tenia que cuidar a mi familia y no tenia con que.

Días después me enteré que mi madre padecía de un cáncer muy avanzado lo cual necesitaba un tratamiento costoso urgentemente, un mes después todo se complicó aún más , nos hacían falta cosas para el hogar y lamentable mente  el ser más preciado falleció, mi madre, la mujer que me cuidó, me amó y me enseñó a ser alguien en la vida.

En ese momento me hallaba destrozado y me di cuenta que, todo el tiempo que pasé trabajando fue en vano, me arrepiento de no habérselo dedicado a mis seres más preciados (mi familia).

Al final de la carrera…

Al final algunas carreras es como esforzarse tras el viento y lo que realmente sirvió, fueron aquellos momentos que compartiste con tu familia y cómo ayudaste a los demás y en qué beneficiaste a las personas.

En algún momento de tu vida piensas e imaginas en todo lo que hiciste, lo que lograste, lo que aprendiste, si aprovechaste grandes oportunidades o simplemente las dejaste ir, si tuviste buenas acciones, o si eras una persona injusta y mala, o fuiste aquella persona que todos querían por su forma de ser, de actuar, de pensar o de hablar.

Pero en ese mismo instante te detienes a pensar:

-¿Quién soy yo?-

-¿Soy una persona buena?-

-¿Será que soy lo que quería ser?-

-¿Pude cumplir mis metas planeadas?-

-¿Me arrepiento de lo que cultive y al final coseche?-

-¿Demostré lo que los demás querían que fuera o simplemente decidí ser yo?-

-¿Actué como una persona respetuosa, culta, honesta, responsable, amigable, solidaria y tolerante?-

Luego de las preguntas, viene la reflexión

Reflexionas y te das cuenta que todo lo que hiciste fue por una gran razón, que tus actos reflejan lo que has aprendido y como tu eres, como es tu personalidad, sin que personas inescrupulosas te digan que hacer con tu vida o que camino seguir.

Y desde ese día tu forma de ser cambia, ahora eres una persona diferente que trata ser si mismo, de cambiar y mejorar algunas actitudes, te enfocas en lo mas importante, en no alimentar tus deseos de codicia y fama, sino en ser una  persona que instruya no que destruya, empezando a cambiar antivalores y actitudes negativas, siempre siendo positivo y soñador.

Al final de todo este camino largo que recorriste, lo más importante fue lo que hiciste por los demás  y como enseñaste a todos a ser mejores personas, y el esfuerzo de tu aprendizaje y de estudio, al fin  no llega a servir para nada si tu no tuviste valores y sino pusiste en practica lo que aprendiste.

Lo que importa es lo que tu eres  y como desarrollaste un buen entorno lleno de felicidad  y de integridad.

Ya estando tu en tiempos de vejez, recogerás y recibirás gran parte de todo lo bueno que hiciste y que enseñaste.

Quedarás como un ejemplo de humildad, sencillez y amor.

 

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