En esta oportunidad en Las Cartas del Campo una familia nos hace llegar una denuncia de unos daños a unas fuentes de agua sucedida en Manta, municipio ubicado en el nororiente de Cundinamarca, aproximadamente a 2 horas de Bogotá, lugar que como muchos otros de Colombia posee grandes riquezas naturales e hídricas.
Sin embargo, en la vereda Fuchatoque a corta distancia del casco urbano se encuentra la PTAR (Planta de tratamiento de aguas residuales): “convenio que tiene por objeto la asociación entre la C.A.R (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca) y el municipio (Manta) para la elaboración del diagnóstico, estudios diseños y formulación del plan maestro de acueducto y alcantarillado.
Además de la elaboración de estudios de optimización del sistema de tratamiento de aguas residuales existente, la construcción de las obras de optimización de la planta de tratamiento de las aguas residuales municipales junto con la adquisición de predios y servidumbres para tal fin y su puesta en marcha con sus respectivas interventorías, lo cual contribuye a reducir la contaminación de la cuenca del rio Machetá”.
Cabe recalcar que la ptar no cuenta con estudio de impacto ambiental, según respuesta dada por la C.A.R. a un derecho de petición.
Desde el 2009, año de su inauguración la PTAR ha ocasionado muchos daños ambientales, los cuales son:
- Donde ahora reposan las aguas residuales, brotaba agua natural la cual servía para el consumo de los habitantes. Con la construcción de esta planta obstruyeron el nacimiento de esta agua. Causando malos olores y moscos para las personas que habitan cerca y para las que transitan por la carretera.
- Donde actualmente se están desplazando estas aguas, era un chorro del cual se abastecían las personas que habitan cerca a este. Durante todo el trayecto hasta desembocar en el rio Aguacias ha causado varios daños ambientales, debido a que este no era acto para trasportar toda la cantidad de agua que sale de la PTAR.
- Caída de arboles y derrumbes: debido a la gran cantidad de agua se ha llevado una parte de un camino por el cual se desplazan los habitantes de esta zona. Debido a esto se tuvo que elaborar un puente que conecta dos fincas del mismo propietario por donde pasan niños y personas de la tercera edad.
- Agua que sale de su cauce y afecta los cultivos.
- Presencia de moscas, zancudos.
- El agua que sale de los pozos hacia el chorro ahora llamado quebrada, no sale purificada como le habían prometido a las personas de la vereda; sale con espuma, color turbio o verdoso y con mal olor.
- Animales (ganado) enfermos a causa de tomar o pisar esta agua.
- No obstante hay personas que se bañan en el rio Aguacias sin tener conocimiento de que está contaminada el agua. Le puede interesar: Las Cartas del Campo: más de 25 años sin centro de salud en Garagoa, Boyacá
- En el trascurso del recorrido de estas aguas, encontramos tres nacederos de agua natural, que de igual manera era usada para el consumo diario de tres familias. A causa de las aguas residuales, estos nacederos se han alcanzado a contaminar ya que se encuentran aproximadamente a 2 metros del chorro.
Por cada uno de estos inconvenientes se han elaborado 2 derechos de petición, uno para la C.A.R. y otro para la Alcaldía. Gracias a la labor de denuncia y exigibilidad de derechos realizada por los habitantes rurales la C.A.R y la administración local les contestó asegurando que dichas aguas serán canalizadas, proyecto que bajo la actual administración se está desarrollando.
Familias piden ser compensadas por los daños en el agua
La familia Martin Guerrero, en presentación de esta Mirian Ángela Martin Cárdenas, pedimos a las autoridades competentes para ello, que se nos reconozca cada uno de los perjuicios que estas aguas residuales ha causado ya que somos la familia más afectada con esta problemática que se pudo haber evitado.
Si la C.A.R y las administraciones de los años 2004-2007 y 2008-2011 hubieran hecho estudios de las consecuencias que iba a traer la PTAR, hubieran luchado por preservar y proteger estos recursos naturales.
Además pedimos que los daños que se van a causar con el desarrollo de la canalización de las aguas residuales, sean reconocidos. Le puede interesar: Las Cartas del Campo: El acueducto que no ha llegado
Por: Erika Méndez y Mirian Martín. Habitante Rural del municipio de Manta.
Fotos: Erika Méndez y José Méndez.
Editor: Ana María Rizo Díaz. Periodista – Editora.