Un reporte de la Autoridad nacional de Acuicultura y Pesca indica que este año la temporada de pesca en el río Magdalena no se dará. Diferentes causas han dejado sin peces al río más importante del país. La subienda de la que dependen cientos de campesinos y pescadores se acabó.
Por: ElCampesino.co
La situación de los campesinos y de los pescadores artesanales que habitan las riveras del río grande de la Magdalena es trágica, como nunca se había visto, el río esta casi seco en varios puntos del país, las ciénagas y los ecosistemas que dependen del afluente, también agonizan.
Según un reporte de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, en los últimos 30 años la actividad pesquera de Colombia disminuyó en más del 80 por ciento. El bocachico, el bagre rayado, el blanquillo, el capaz y la pácora muy difícilmente logran desarrollarse, por consiguiente no llegan a las redes de los pescadores.
La subienda este año no se dará, así lo asegura la entidad estatal, los datos que han recaudado son contundentes, de 30 mil toneladas de pescado que se registraban hace más de una década, en 2015 a penas fueron 6 mil, para este año se esperan mil toneladas.
Las causas de esta tenebrosa situación son varias, los peces no tienen las mismas garantías ambientales para desarrollarse, las ciénagas y otros ecosistemas vitales para el desove, hoy por hoy son demasiado débiles, los mega proyectos de generación eléctrica que se ubican en el río, también afectan el orden natural del afluente, la pesca indiscriminada por parte de los mismos pescadores, la sequía, la sedimentación y la contaminación, dejaron al río casi muerto.
Lo que el científico social barranquillero, Orlando Fals Borda llamó, el hombre anfibio, aquel campesino habitante de las ciénagas y de las riveras del Magdalena y de los brazos que alimentan a decenas pequeños caseríos en la costa caribe, están quedándose sin alimento, sin el pescado la fuente de sus económicas locales.