La relación entre el cambio climático y el hambre en el mundo es evidente. Así lo ve la Organización de las Naciones Unidas, desde donde se asegura justamente para contribuir con la alimentación de las personas en el planeta es necesario enfrentar las problemáticas ambientales.
De acuerdo con cifras de la ONU, para 2016 ya se contabilizaban un total de 815 millones que sufren de hambre, lo que significa que en un año aumentó en 38 millones ese dato. (Le puede interesar: La Unión Europea fortalece la lucha contra el plástico)
En el caso latinoamericano, si bien «las sociedades rurales no han sido las grandes causantes del cambio climático, son sectores tremendamente perjudicados», señaló en una entrevista con EFE el director de la FAO en América Latina y el Caribe, Julio Berdegué. Según explican, esto se debe a que son lugares pobres pero además que viven de la agricultura, es decir que, tanto la economía como la alimentación se ven afectados.
¿Por qué?
El ejemplo claro es la situación que se vive en Etiopía. Allí se estima que 5,6 millones de personas necesitan ayuda inmediata. Una de las causas estructurales de estas situación es el cambio climático debido a que las alteraciones de la temperatura impiden el cultivo de alimentos, dejando a los campesinos en la pobreza y a las personas sin alimento.
La ONU señala que explica que dicho incremento se debe en gran parte a los conflictos en 18 países y la temporada de huracanes en el Atlántico Norte. en ese sentido, expertos explican que los principales retos para alcanzar las metas de desarrollo sostenibles para 2030 son la persistencia del hambre y la pobreza, y a su vez el cambio climático.
Otro de los ejemplos es lo que está sucediendo con los cultivos de arroz. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, debido al fenómeno climático, el arroz se está volviendo menos nutritivo debido al aumento de dióxido de carbono en la atmósfera. Una situación que pone en riesgo la nutrición de miles de millones de personas en el mundo cuyo principal alimento es este cereal.
Por: Mónica Lozano. Editora – Periodista.