Para muchos colombianos la pesca es una fuente de ingresos eficaz. Otros la ven como una afición. Colombia brinda muchas oportunidades para todos.
Por: Karent Julieth Rojas Sandoval.
Estudiante de la Fundación Universitaria Juan de Castellanos. Tunja, Boyacá.
La pesca es una de las actividades con más índices de productividad a nivel global, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El consumo mundial de pescado aumentó de un promedio de 9,9 kg en 1960 a 19,2 kg en 2012. Por ende, con el aumento de la demanda de pescado crece también las cifras de productividad de la misma pesca.
Colombia cuenta con dos océanos; Pacífico y Atlántico y varias cuencas hidrográficas. Entre las principales cuencas se encuentran la Cuenca del río Atrato, la Cuenca del río Magdalena, la Cuenca del río Cauca, la Cuenca del río Caquetá, la Cuenca del río Patía y la Cuenca del río Sinú. Además existe un sinnúmero de ríos, lagos y lagunas distribuidos por todo el territorio nacional. En todos estos espacios los pobladores pueden hacer pleno ejercicio de la pesca.
En Colombia la pesca se permite tanto en agua salada como en agua dulce. La entidad encargada de la regulación de la pesca y de ejercer la jurisdicción pesquera y acuícola es la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Entre sus funciones está la de realizar procesos de planificación, investigación, fomento, regulación, registro, inspección, vigilancia y control de las actividades de pesca y acuicultura colombianas.
La pesca se ha convertido en una fuente de ingresos para algunos habitantes de las zonas costeras y lugares aledaños a los ríos colombianos. La pesca es una forma de vida y una actividad económica que brinda al pescador y a su familia un sustento diario y la posibilidad de vivir dignamente.
Hay otras personas que se dedican a la pesca, pero no como fuente de ingresos sino por competencia, afición, recreación o como deporte. En este caso hay lugares como la Laguna de Tota en Boyacá, el parque del Embalse del Neusa y el parque Acuamonte en Cundinamarca, donde se puede realizar una pesca responsable y amigable con el ambiente.
La pesca es una forma muy agradable de conectarse con la naturaleza. La paciencia, la constancia y la tranquilidad que se siente son muy enriquecedoras. Además, cuando se va de pesca se conocen muchos lugares hermosos de nuestro país.