La Permacultura es un sistema que diseña asentamientos humanos sostenibles. Busca dar equilibrio a las necesidades alimenticias, en un ambiente ecológicamente sano y económicamente viable.
Por: Andrés A. Gómez Martín.
El número de habitantes en las ciudades está en aumento, según datos de Planeación Nacional el 74 % de los colombianos habitan en zonas urbanas, así mismo un reciente informe el PNUD indica que por kilómetro cuadrado habitamos 364 personas, mientras que en zonas rurales habitan 13 personas por kilómetro cuadrado. Estos datos son relevante si los pensamos en términos de sostenibilidad y de seguridad alimentaria en las ciudades, el uso de los suelos está en su mayoría adecuado para actividades industriales y comerciales dejando de lado espacios para el desarrollo agrícola.
Es así como en los años 70 en Australia, Bill Mollison y David Holmgren, crearon la permacultura como respuesta a los problemas de contaminación del agua y de los suelos, como consecuencia de sistemas agrícolas extensivos. Los dos Autralianos se dieron a la tarea de recopilar conocimientos ancestrales de los nativos y luego los combinaron con la ciencia y el desarrollo modernos en términos de conocimientos agrícolas ecológicos.
En medio del frenesí urbano vale tener en cuenta a la permacultura como una forma para tener asentamientos en las ciudades más amables y sobre todo sostenibles. La idea de este método radica en tres objetivos. Cuidar la tierra, cuidar las personas y poner límites a la población y al consumo. De este modo el sistema plantea la creación de entornos en donde los factores actúen articulados, creando un modo de vida sostenible y respetuosa entre los humanos, los animales y las plantas. Para ello se combinan saberes ancestrales en agricultura y saberes actuales en diseño y planeación.
Uno de los conceptos de la permacultura es la integración óptima de los elementos ecológicos en donde estos se pueden autorregular y se implementa un pensamiento sistémico para la producción y el consumo de los recursos