Pasan los días y el país sigue sumergido en la barbarie y la desgracia, pues el maltrato que siguen padeciendo los niños y niñas de Colombia no puede continuar pasando. Las estadísticas son impresionantes, nos muestran que en todo el territorio nacional suceden estas cosas. Algunas se denuncian a través de los medios de comunicación ¿y las otras? ¿las que no se denuncian qué?
Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF “cada hora son abusados dos niños sexualmente en el país, y cada día dos niños y/o niñas son asesinados” ¡El maltrato y asesinato de nuestros niños tiene cifras escalofriantes en el país!
Constantemente escuchamos y vemos las terribles noticias sobre estos aberrantes casos, en el Meta, en Bogotá, en Antioquia, en el Tolima y en todo el territorio nacional, pasan, pasan y siguen pasando actos de abuso contra menores y muchos de estos quedan archivados, o en los que se cuenta con mayor suerte, la justicia les otorga penas poco ejemplarizantes a estos delincuentes, quienes continúan cometiendo estos delitos en el marco de la impunidad.
La directora del ICBF, Cristina Plazas Michelsen, asegura que “El ICBF ha recibido más de 2.500 denuncias por abuso sexual contra menores de edad y Medicina Legal atendió hasta marzo del presente año 4.315 casos”, es muy preocupante porque al proyectar estos datos, se tendría al finalizar el año cerca de 15.000 casos, y lo más grave aún, es que ni el 30% pasan por investigación y mucho menos por una judicialización.
Esto es un ejemplo de lo que esta sociedad “civilizada” vive diariamente en todos los estratos sociales y en todos los municipios de Colombia; abuelos, padres, hermanos, hermanastros, docentes, hasta sacerdotes, implicados en esta alianza macabra contra nuestros niños y niñas. Y es que además mencionan las estadísticas que en el 80% de los casos, el abusador es un familiar o allegado a la familia. Con amigos así para que enemigos (dicho popular).
Ya fastidia lo que sucede a diario en el país. La corrupción campante, el desgreño administrativo, el abuso sexual, la justicia inoperante, el feminicidio, la falta de oportunidades laborales, el secuestro, la tortura, los malos salarios, el silencio de la “gente buena”, la falta de tesón de los colombianos para expresarnos y condenar todo esto.
Deberíamos mirar ejemplos de algunos países que aplican legislación con cadena perpetua o pena de muerte y adoptarla en Colombia (así se tenga que reformar la Constitución), para delitos aberrantes como la violencia contra los niños, las mujeres y la corrupción. Pensaría que en un solo año el país cambiaría drásticamente, así sea, que muchos de nuestros políticos ladrones y corruptos desaparezcan de la faz de la tierra.
Autor: Luis Fernando Moreno Gallego, Facilitador EDC – Antioquia.
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg