Parece que cada día es más difícil entendernos, pues los idiomas son muy ricos en sus palabras y a veces no las empleamos bien. Además aparecen nuevos términos, pues las lenguas son vivas y van tomando nuevos conceptos de las nuevas técnicas, de los inventos, del ingenio de la gente. Cada especialidad de las diferentes carreras académicas va haciendo suyo un lenguaje específico.
Por. Luis Alejandro Salas
Los ingenieros usan unas palabras especiales para entenderse más fácilmente entre ellos y lo mismo ocurre con los médicos y los abogados y ahora con los que usan los computadores, el Internet, la telefonía móvil o los celulares, las redes sociales.
Los economistas le dan un significado especial a la palabra “Inflación”, que en lenguaje sencillo quiere decir la subida o elevación de los precios de las cosas en forma mantenida o sostenida. Decimos entonces que todo está más caro, que todo se ha subido. Y esto trae cambios en la economía.
En nuestro país existe lo que se llama el salario mínimo y cada año, al finalizar, se discute por distintos sectores de la comunidad el aumento que se va a dar al salario o al jornal. Es decir cuánto es lo mínimo que debe pagarse al trabajador por su labor. Cuando no se ponen de acuerdo las distintas partes, el gobierno lo determina por decreto.
Algunos dicen que el salario mínimo debe ajustarse a la inflación. Pero esto no ocurre en la mayoría de los casos.
Y ¿qué pasa con el campesinado? Por lo general el campesino no tiene sueldo es decir no es empleado, no tiene una remuneración regular asignada por el desempeño de un cargo o servicio profesional, no tiene las prestaciones sociales correspondientes, pero cuando trabaja para otro debe recibir como retribución lo correspondiente al salario mínimo establecido.
Cuando hay inflación suben precios y costos, es decir el campesinado recibe más por los productos que vende pero tiene mayores gastos para conseguir los insumos que requiere, como abonos, insecticidas, herramientas, maquinaria. Y también se elevan los transportes.
Si se hacen cuentas, el campesino sale perdiendo, es decir se desinfla. Aparentemente recibe más pero para ello tiene que gastar mucho más. Y así el reconocimiento por el trabajo que realiza, es menor, no corresponde al tiempo, al esfuerzo, a los conocimientos y a la técnica que aporta. No nos conviene que sea alta la inflación.
Al campesino le va bien cuando la cosecha es muy buenea, es decir abundante y de buena calidad, al mismo tiempo logra vender a buenos precios la cosecha, a tiempo y de contado. Así él puede comprar muchas cosas paraa la familia y para la finca, desde luego pagar las deudas de la cosecha y finalmente ahorar recursos para otros asuntos. De otro lado cuando la inflación es alta, es un asunto negativo para la economía, la comparación de precios con las otras monedas es crítica.