Generalmente la comunidad agropecuaria no acostumbra a llevar un registro de sus producciones por razones como la falta de asesorías o porque no lo ven como algo importante. Es necesario crear conciencia en el productor hacia el uso de registros como una herramienta para llevar información planificada y controlada. pues con base en esto se puede mejorar la producción en la finca.
Los datos a registrar dependen de la naturaleza productiva de la finca, pero también del interés particular de cada productor. Estos registros se pueden llevar en un cuaderno, en formatos o en un software que se ajuste a la producción que se quiera implementar, deben ser sencillos, completos y constantes para que le permita al productor la toma adecuada de decisiones a nivel técnico, económico y ambiental.
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Entre los registros más utilizados están el registro de nacimiento, con el cual se inicia el historial de cada animal; el registro de reproducción, que permite conocer y evaluar los parámetros reproductivos; el registro de servicios reproductivos, con el que se puede identificar asuntos como la repetición del celo o problemas de fertilidad; el registro de sanidad, para manejar adecuadamente las enfermedades que se puedan presentar tanto en animales como en cultivos.
Así mismo, está el registro de producción que permite analizar el movimiento productivo de la finca; y el registro de inventario con el que se lleva un control sobre la cantidad de animales en la finca, sus entradas y salidas. Cada uno de los registros se adecua a las necesidades específicas del productor y aunque la información puede variar, lo importante es llevar un monitoreo de las actividades para así poder analizar el pasado y presente de la finca y tomar las mejores decisiones.
Por: Karina Porras Niño. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.