El reciente estudio publicado por Nature Geoscience y dirigido por Jody Webster, profesor asociado de la Universidad de Sydney, Australia, reestableció la evolución del arrecife en los últimos 30 milenios.
El gran arrecife ha tenido que combatir el aumento del nivel del mar, la temperatura de las aguas y los cambios climáticos que ha tenido el mundo en general. Además, en los últimos 30 mil años, este ecosistema se ha enfrentado a cinco eventos de muerte. Por lo que este estudio revela la notoria resistencia y supervivencia del arrecife de coral más extenso del mundo.
Supervivencia del gran ecosistema marino en vilo
«Nuestro estudio muestra que el arrecife ha sido capaz de recuperarse de los eventos mortales del pasado durante la última glaciación y deglaciación. Sin embargo, descubrimos que también es muy sensible al aumento de la entrada de sedimentos, lo que es preocupante dadas las prácticas actuales de uso de la tierra», añadió Webster, coordinador del proyecto.
Aunque el arrecife ha dado respuesta a cambios ambientales importantes y abruptos, el aumento de temperatura sobre la superficie del mar y la disminución de la calidad del agua en los ecosistemas marinos, son otras de las razones que dejan en entredicho la supervivencia del gran coral.
Es por ello que se hace necesaria la investigación y pronta intervención con acciones puntuales por parte de organizaciones internacionales, que resuelvan y actúen prontamente para evitar un daño mayor en esta zona. Le puede interesar: Lo que debe saber la Lucha contra la desertificación y la sequía.
«Nuestro estudio muestra que además de responder a los cambios en el nivel del mar, el arrecife ha sido particularmente sensible a los flujos de sedimentos en el pasado y eso significa que en el periodo actual debemos comprender cómo las prácticas de la industria primaria están afectando a la entrada de sedimentos y la calidad del agua en el arrecife», concluyen investigadores del proyecto.
Por: Shaira Pulido. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Lina María Serna – Periodista.