Bogotá se caracteriza por ser una ciudad multicultural en todo el sentido de la palabra. Sus más de 7 millones de habitantes son migrantes de diferentes partes de Colombia y del mundo, quienes traen con ellos las costumbres típicas de cada lugar; así se compone esta ciudad de clima regularmente frio y que vive inmersa en el calor de una cultura socialmente diversa.
Existen diferentes lugares de aglomeración cultural y de ocio en esta gran ciudad, que logra sacar por un momento a los bogotanos de la inevitable cotidianidad citadina.
Uno de estos lugares es el barrio La Candelaria, un lugar histórico de Bogotá que evoca multiculturalidad, arte, bohemia, tranquilidad y algo de fascinación por las historias sobrenaturales y de ultratumba.
Allí no se reservan el derecho de admisión, no hay límite de edad, ni restricciones por raza, sexo o estrato social que condicione el ingreso a esta perdurable infraestructura histórica que se caracteriza por el memorable Chorro de Quevedo.
Sus sitios
La Candelaria es el sitio perfecto cuando se quiere disfrutar de actividades callejeras como la cuentería, música, malabares y demás artes urbanos.
Tambien para caminar y apreciar la arquitectura, y por qué no, perderse en esas historias de fantasmas que durante los últimos años han regresado a los oídos de los bogotanos.
Como no mencionar estos diferentes mitos e historias de terror que invaden las antiguas paredes del barrio La Candelaria, más aún en estas fechas donde se celebra el Halloween o también llamado día de las brujas en nuestro país.
Es curioso ver cómo cientos de personas se programan para hacer los recorridos de terror que se organizan en este barrio, para escuchar las diferentes historias sobrenaturales que se guardan detrás de las antiguas puertas y viejas estructuras de las casas que rodean el Chorro de Quevedo, con el único fin de ingresar a un mundo sobrenatural ubicado en el centro de la ciudad.
Un lugar reconocido por la Chica
Además del contenido histórico que se percibe en este lugar, no se puede olvidar la famosa Chicha, una de las bebidas cundiboyacenses más apetecida por los visitantes debido a su historia y sabor colombiano. Esta se puede encontrar en cualquiera de los diferentes bares que rodean el lugar.
En conclusión, La Candelaría se caracteriza por sus cuenteros, su arte, su arquitectura, la tranquilidad, su historia, las sonrisas que provoca y la curiosidad por saber los secretos que se guardan en este fascinante lugar.
Por: Katherin Vargas Gaitán. Equipo Editorial El Campesino