Este fin de semana, en la capital colombiana cientos de activistas ambientales, organizaciones sociales, y la sociedad civil se movilizaron en el marco del ‘Septimazo Climático – Bogotá resiste’; en el que la ciudadanía pone el foco sobre dos situaciones graves que afectan la calidad del ambiente en Bogotá.
Por lado un lado se reflejó la preocupación que suscita el reporte de IDEAM para 2017, en el que Bogotá aparece como la segunda ciudad con mayor contaminación de aire en Colombia; por otro, la baja cantidad de árboles en la ciudad por habitante: uno por cada siete, en contraindicación con la recomendación de la OMS (La Organización Mundial de la Salud) de un árbol por cada tres habitantes.
Problemática a la que se suma el trazado de nuevas obras que generan la tala de gran cantidad de árboles: sólo el trazado de Transmilenio por la carrera séptima pone riesgo a más de 700 árboles, de especies nativas, en su mayoría sanos, que prestan servicios ecosistémicos tan importantes como la creación de microclimas, hogar de aves, paisajismo, etc.
Otras ciudades también se movilizaron
En otros lugares del país, la movilización se desarrolló bajo el lema,’Por un mundo sin represas y sin combustibles fósiles’. Comunidades de tres subregiones del Cauca e Ituango, se congregaron para elevar tres demandas específicas durante la jornada global, vinculadas a los conflictos socioambientales generados por la megaobra de Hidroituango:
(1) información pública sobre la huella ecológica que ha generado la megaobra, (2) el desmantelamiento controlado de la obra para liberar el cauce del río Cauca y (3) la especificación de fecha de terminación de la emergencia ambiental. (Le puede interesar: Ahora es posible tener una huerta en casa)
Al respecto, Isabel Cristina Zuleta, coordinadora de la organización Ríos Vivos, señaló que “uno de nuestros objetivos es la transformación de la política energética en Colombia, por eso reconocemos la importancia de integrar la lucha global por el clima y contra un modo de vida insostenible que nos llevará a la inviabilidad de la vida en el planeta.”
En Nariño, comunidades provenientes de todo el departamento se movilizaron, al estilo marcha carnaval, bajo la consigna “Únete por el clima Nariño”, por los recursos naturales, el derecho a un ambiente sano y la soberanía de los territorios. Esta marcha busca evidenciar lo que representa la política pública de cambio climático “Nariño actúa por el clima” para construir un desarrollo bajo de emisiones y un compromiso intergeneracional por el clima.
La integrante de la organización Ambiente y Sociedad, Alicia Gómez, resalta que “jóvenes, estudiantes, académicos, mujeres, hombres y niños debemos salir a las calles y exigir que se actúe en favor del clima, del agua, del aire, de nuestros bosques. Todo el mundo se ve afectado por el cambio climático, por lo que pedimos a los líderes que se enfrenten a la crisis climática de una forma sin precedentes”.
De igual forma, Barranquilla (Atlántico), Acacias (Meta), Cali (Valle del Cauca) y Popayán (Cauca) formaron parte de la movilización ‘Únete por el Clima’. También se vincularon las alcaldías, gobernaciones y universidades para movilizar a la ciudadanía por el ambiente, a través de variadas actividades creativas, artísticas y deportivas.