miércoles, agosto 6, 2025
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10 consejos para ser un ciudadano constructor de paz

Si bien no existe una receta única e infalible para construir la paz, sí hay una serie de actitudes y comportamientos con los que, a través de las acciones cotidianas, todos los ciudadanos podemos poner un granito de arena al gran propósito de la paz y mejorar así la convivencia diaria en los colegios, universidades, lugares de trabajo y en todos los escenarios.

Usted también puede aportar. Aquí le contamos cómo hacerlo

1. Respete la vida en todas sus formas y rechace las diferentes expresiones de violencia, así como las justificaciones que intentan legitimarla.

2. Piense bien de los demás. A la hora de interactuar con otros, tenga presente que la percepción positiva que tiene de sí mismo puede extenderla a quienes lo rodean. De esta forma, podrá confiar en el otro y generar confianza hacia usted.

3. Transforme el lenguaje de la guerra. Para lograrlo, reemplace las palabras que contribuyen al odio y la venganza por expresiones de esperanza y otros pensamientos positivos.

4. Reconozca por qué existen y para qué sirven las normas. Sólo así entenderá la importancia de respetarlas para vivir en comunidad.

5. Establezca con su familia, compañeros de estudio y trabajo y amigos acuerdos claros, libres, voluntarios y sinceros, que le permitan fortalecer sus lazos y evitar posibles conflictos. En caso de incumplir un compromiso, repárelo a través de algún gesto que permita restablecer la confianza y promueva la reconciliación.

6. Ante una situación de conflicto, propóngase conocer y entender las motivaciones e intereses del otro. Mediante el diálogo, busque alternativas creativas para transformarla en una oportunidad de aprendizaje.

7. Practique la empatía. Sea generoso, considerado y cuide del otro, preocupándose por su bienestar.

8. Reconozca y respete la diversidad en todas sus dimensiones. Colombia es un país pluriétnico y multicultural que debemos celebrar. (Le puede interesar: La construcción de paz en Colombia la están liderando los habitantes rurales)

9. Sea tolerante ante las diferencias. No trate de imponer sus puntos de vista, costumbres o proyectos desconociendo las identidades, intereses y visiones del mundo de los demás.

10. Participe activamente en distintos escenarios comunitarios y sociales. La participación es el camino por el cual todos los ciudadanos podemos incidir en nuestro entorno y generar procesos colectivos en busca del bien común, que fomenten la confianza y la cooperación.

Por: Compartir Palabra Maestra 

¿Por qué cada vez son menos los estudiantes en zonas rurales?

Si alguien le preguntara a un niño rural por la dificultad para llegar a su escuela, probablemente la mayoría respondería que debe atravesar largos caminos para conseguirlo.

En el departamento del Vaupés, por ejemplo, los niños deben trasladarse en lancha durante diez días para llegar a la escuela. Como no pueden viajar en lancha de noche por el río Amazonas, optan por hacer cambuches en medio de la selva, exponiéndose a todo tipo de animales salvajes.

En los acuerdos de paz realizados entre el gobierno colombiano y las FARC, uno de los puntos pactados fue la financiación de la educación en las zonas rurales. Sin embargo, habitantes de zonas rurales aseguran que siguen en las mismas condiciones y esperan tal financiación.

“El transporte y la lejanía no es lo único que nos preocupa, las condiciones en las que vivimos son pésimas”, aseguran docentes de comunidades rurales e indígenas en el departamento de Vaupés. (Le puede interesar: El rezago de Latinoamérica en la educación)

¿Qué dicen los niños que no van a la escuela?

Tanto en la vida rural como en la urbana, el gobierno ha inculcado el deber de garantizar las herramientas necesarias en pro de una educación con estándares de calidad. Sin embargo, habitantes aseguran que esto no sucede en zonas rurales, dado que muchas escuelas y colegios no cuentan con los equipos tecnológicos necesarios. Si bien desconocen las nuevas tecnologías, el valor económico tampoco les ha permitido adquirirlas.

Y es que, la falta de agua potable, la falta de recursos económicos y la baja calidad en las instalaciones de las escuelas rurales, sigue generando sinsabores y con ello, la falta de asistencia de los estudiantes a las escuelas.

Proyectos del gobierno para la educación rural

El Programa Especial de Educación Rural (PEER), es una iniciativa que nace con la financiación del departamento del Valle del Cauca y la Fundación Nuevo Horizonte. El objetivo principal de este proyecto educativo es estimular la permanencia de los estudiantes en las instituciones rurales de los municipios que no están certificados en el departamento.

Aun con los esfuerzos realizados con la implementación de proyectos como el anteriormente mencionado, expertos coinciden en que siguen siendo pocos los esfuerzos por parte del gobierno para garantizar el desarrollo educacional en todo el territorio nacional. Le puede interesar: La deuda que tiene Colombia con la educación rural.

“Temas de fondo como la transformación de la cultura de la violencia o estrategias para generar oportunidades para los niños y los jóvenes, no van a solucionarse pronto”, asegura Óscar Sánchez, director de Educapaz, una de las organizaciones sociales que están ayudando a construir el PEER.

Además, Sánchez asegura que el proyecto tiene un costo anual de más de cinco billones de pesos, un dinero que, según él, no existe. (Le puede interesar: ACPO apoya la educación de los jóvenes de Nuquí, Chocó)

Cifras del Departamento Administrativo Nacional (DANE) y la Encuesta Nacional de Calidad de Vida muestran que “de cada 100 estudiantes matriculados en las zonas rurales, 71 llegan a 6º grado, 60 a 9º y 48 a 11º”.

Más educación, más desarrollo social 

“Si no hacemos nada con la educación que se imparte en el colegio, un joven campesino no va a tener el conocimiento para ganar una prueba de admisión en la Universidad Nacional”, asegura el personero del departamento del Cesar, Franco Figueroa.

Y culmina diciendo que “pensar en que los campesinos van a lograr ingresar a una universidad pública con la educación básica y media que reciben en el momento, es muy ingenuo”.

La misión del gobierno debe seguir de forma constante, no solo con los proyectos que actualmente hay adelantados, sino también con los recursos económicos que se requieren para brindar una mejor educación. Solo así, se podrá garantizar que la educación básica, media y superior, forme estudiantes que puedan seguir contribuyendo al campo colombiano.

Por: Camilo Aldana. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Lina María Serna. Periodista.

Chicha, la bebida de los dioses, es protagonista en Bogotá

Este importante evento permitió dar a conocer la historia tras esta bebida, sus usos, legados y la incansable guerra por su existencia, pues esta bebida tiene un gran significado para la identidad cultural y la herencia indígena colombiana.

El recorrido inició en el monumento parque de los periodistas en Bogotá y terminó
cerca a la estación transmilenio Las Aguas. Este evento contó con la asistencia de turistas interesados en conocer el valor cultural de esta bebida.

“Festival de la chicha, la dicha y la vida”

«Antes, la gente se reunía en las chicherías para hacer sus festejos y descubrimos que, para contar esta historia, teníamos que remitirnos a varios lugares, entre ellos el barrio La Perseverancia en Bogotá”, dice Luís Eduardo Ruiz, representante legal de la Asociación de los Vikingos, encargados de la organización del festival.

“El festival lo realizamos inicialmente como un homenaje a las personas más antiguas del barrio, ya que vimos que la chicha les evocaba mucha alegría”, agrega Ruiz. Le puede interesar: Chicha, bebida tradicional colombiana.

Cuenta la leyenda indígena que “la chicha” rinde homenaje a una mujer indígena que, desesperada por el castigo que recibió al serle infiel a su marido, huyó a la laguna de Guatavita, teniendo como único consuelo el fermento del maíz que encontró en las laderas del estanque.

Esta bebida, durante el tiempo de la colonia, se convirtió en un ícono de la capital colombiana. En torno a ella se celebraban ceremonias y rituales religiosos. Hasta el día de hoy, la bebida representa alegría y unión, este es un legado indígena que busca ser preservado por generaciones a través de encuentros como “el tour de la chicha”.

Por: Camilo Aldana. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Lina María Serna. Periodista.

 

En Tununguá, Boyacá, se produce la mejor guanábana del país

Tununguá, asentamiento con más de 400 años de historia, hasta hace apenas 54 años mediante ordenanza número de la asamblea departamental de Boyacá, logra constituirse oficialmente como municipio del departamento de Boyacá.

Ubicado a unos 53 kilómetros del municipio de Chiquinquirá y a unos 130 kilómetros de la ciudad de Tunja, el Municipio de Tununguá se caracteriza por su gran variedad de climas, clara vocación agropecuaria, suelos fértiles y gran potencial hídrico representado en sus recursos naturales renovables.

La base de la economía de Tununguá es el sector agropecuario y en especial el área agrícola. Tradicionalmente, este municipio ha sido productor de cultivos silvestres como la guayaba, los cítricos, el café y la caña; y durante los últimos años se han implementado procesos de tecnificación en cultivos de guayaba, guanábana, pitaya, aguacate, cítricos, entre otros.

Propiedades de la guanábana para la salud

La guanábana es protagonista en las tierras de este municipio, sus valiosas propiedades para la salud la hacen una de las frutas más representativas del territorio boyacense. En Tununguá, la guanábana es símbolo de la lucha que forjan día a día los campesinos que la cultivan y luego la comercializan.

Cabe mencionar que la guanábana es originaria de Perú. Esta fruta es fuente importante de vitaminas, principalmente C y B, potasio, calcio y magnesio es rica en fibra vegetal y fructuosa. Además de ser gran fuente de vitaminas, también es utilizada como propiedad medicinal para combatir diferentes enfermedades como el asma, la hipertensión y la diabetes.

La guanábana es fuente de ingresos para los campesinos de la región

La Gobernación de Boyacá, a través de la secretaria de fomento agropecuario, apoya a comunidades de agricultores, especialmente aquellos que cultivan guanábana, con capacitaciones, asistencia técnica y comercialización de esta deliciosa fruta. Esto se hace teniendo en cuenta que esta fruta se constituye como la principal fuente de ingresos de centenares de campesinos de este municipio.

En Tununguá la guanábana es sinónimo de trabajo, pasión y dedicación. Los campesinos que la cultivan, no sólo cultivan una fruta, sino también sus sueños y el futuro de familias enteras para quienes este producto es la principal fuente de ingresos económicos.

Venga y visite este bello municipio, disfrute de los mejores paisajes y pruebe la mejor guanábana del país.

Por: Adriana Marcela Ardila. Facilitadora Educativa – Fundación ACPO.
Editor: Lina María Serna. Periodista.

#Opinión: Quiero creer

Quiero creer en un país donde los campesinos dejan de huir porque reclaman sus tierras, arrebatadas por los violentos, los narcotraficantes o los corruptos.

Quiero creer en un país sin dirigentes que ofenden a los maestros y se les burlan por cumplir el valiosísimo trabajo de enseñar al que no sabe; en el que la vida de los maestros es protegida; donde asesinos envalentonados callan sus insultos y cesan sus amenazas porque ellos abren la inteligencia de los niños a la verdad.

Quiero creer en un país en donde los líderes comunitarios dejan de ser considerados indeseables, subversivos o comunistas por hablar con verdad en nombre de quienes temen pedir justicia y protección de sus derechos.

Quiero creer que se acabó el país en donde la vida no vale nada y donde quien piensa de manera diferente a los poderosos es peligroso y debe callar para siempre.

Quiero creer en un país en donde existe justicia y castigo para el ladrón de los recursos públicos o privados, para los que sacan tajada de las urgencias de los pobres, para quienes destruyen los recursos naturales y se declaran inocentes a pesar de las evidencias en su contra y en donde las autoridades ya no se hacen las de la vista gorda.

Quiero creer en un país en donde la vida de todos se respeta, en donde los derechos de los niños se cumplen plenamente, en donde la esperanza de los jóvenes en la paz no es ilusión, sueño vano y palabras vacías.

Quiero vivir en un país en donde los ancianos mueren de viejos, en paz, con dignidad y con respeto. (Le puede interesar: Nuestro voto para los habitantes rurales)

Quiero vivir en un país en donde quepamos todos con nuestras diferencias, cobijados por la misma bandera y orgullosos de ganarle la batalla para siempre al odio, a la ambición y a la muerte.

PorBernardo Nieto Sotomayor- Equipo Editorial El Campesino.

Una vez más el agro se impone en la economía colombiana

Un ejemplo de esto es el crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) del agro, el cual en los últimos siete años (2010- 2017), tuvo un cambio del 25%, pasando de $47.1 billones a $58.9 billones. En 2010 la tasa de incremento que era de 0.2%, representó un 4.92% en 2017.

Otro de los aspectos en alza es la generación de empleo en este campo, ya que cerca de 290.000 nuevos trabajos se crearon debido a la inversión para este sector económico. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), alrededor de 1,6 millones de personas salieron de la pobreza de acuerdo a actividades relacionadas con trabajo hacia el agro.

Nuevos productos que fortalecen al agro

«Con los alimentos del campo estamos conquistando las mesas de los consumidores en todo el mundo. Entre 2010 y 2017 conseguimos 35 nuevos mercados con acceso preferencial arancelario, esto quiere decir que tenemos 60 países con esta condición y 1.400 millones de habitantes que podemos proveer de alimentos”, afirmó el Ministro.

Nuevos productos también hacen parte de las exportaciones, de esta manera el país se posiciona a nivel internacional, no solo con productos ya reconocidos como café, banano y flores, lo hace incluyendo productos como el aguacate (75.301%); la piña (552,6%); las pasifloras (301,4%); el cacao (736,7%); piscicultura (523,5%); entre otros. Le puede interesar: Productores de leche analizan proyecto para promover exportaciones del gremio.

Aunque cerca de 300.000 hectáreas de tierra se han restituido, de acuerdo a datos de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), a diciembre de 2017, “los jueces y magistrados de restitución de tierras han proferido un total de 580 órdenes de compensación a favor de las víctimas. De éstas, 249 han sido efectivamente cumplidas”, manifiesta la institución.

Por: Camilo Aldana. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Lina María Serna. Periodista.

Comunidades participan en talleres para combatir la deforestación en la Amazonía

De acuerdo con la sentencia STC4360-2018 de la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia, los Ministerios de Agricultura y Ambiente deben unir fuerzas para cumplir la orden dada por el alto tribunal para ponerle freno a la deforestación.

“En aras de proteger ese ecosistema vital para el devenir global, tal como la Corte Constitucional declaró al río Atrato, se reconoce a la Amazonía Colombiana como entidad, ‘sujeto de derechos’, titular de la protección, de la conservación, mantenimiento y restauración a cargo del Estado y las entidades territoriales que la integran”, dice la sentencia de la Sala de Casación Civil.

Plan de acción con énfasis en la educación

Las cifras muestran un 44% de en la deforestación de la región, con esto se pasó de 56.952 a 70.074 hectáreas entre 2015 y 2016 con esta problemática. Pese a los esfuerzos del Gobierno, se evidencia que estos no han tenido efecto.

Dentro de la sentencia se ordenó a las instituciones poner en marcha un plan que tome acciones a corto, mediano y largo plazo para combatir el porcentaje de deforestación. Bajo ese propósito se dispondrán cuatro talleres con el objetivo de promover la educación y conciencia ambiental, y así las comunidades sepan cómo proteger la selva.

«A nuestros campesinos del Caquetá, Putumayo, Meta y Guaviare, les extendemos una invitación para que asistan a los talleres que se realizarán desde esta semana en las ciudades capitales de estos departamentos. Es importante el compromiso de las familias que habitan en el campo para evitar que la deforestación continúe», dijo el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Guillermo Zuluaga.

Programación de los talleres

1° encuentro:

  • Martes 10 de julio de 2018 en la sede de Uniamazonía en ciudad de Florencia (Caquetá).
  • Jueves 12 de julio de 2018 en el Centro Experimental Amazónico en Mocoa (Putumayo).
  • Martes 17 de julio de 2018 en San José del Guaviare (Guaviare).
  • Jueves 19 de julio en la sede de Cormacarena en Villavicencio (Meta).

Se espera contar con la presencia de autoridades, comunidades regionales y locales, líderes, campesinos y actores rurales. En cada uno de los talleres se hará énfasis en las consecuencias que trae para el territorio y para el planeta la tala indiscriminada de bosques. Le puede interesar: (Se acaba el tiempo para los bosques).

Por: Camilo Aldana. Estudiante de Comunicación social.
Editor: Mónica Lozano. Periodista –  Editora.

Guatavita: Una laguna hecha esmeraldas

El encanto de Colombia, entre otras cosas, se encuentra en lugares emblemáticos, lugares que nos transportan a épocas diferentes, épocas donde nuestros ancestros vivieron momentos que cambiaron la historia que se escribe ahora.

El municipio de Guatavita es uno de ellos, se encuentra ubicado en la provincia de Guavio a 53 Km de Bogotá, específicamente en el departamento de Cundinamarca. Se trata de un territorio que enmarca la historia de la cultura muisca. Sus costumbres, historias, dialectos y personajes importantes reposan en el museo de este municipio.

Foto por: Angelline Molina.

“La laguna de Guatavita”

La historia de esta laguna está enmarcada por la leyenda “El Dorado”. Durante la época colonial, los españoles buscaban a toda costa llevarse las riquezas, que según ellos, existían en el fondo de la laguna. Se dice que el boquete en el que se encuentra la laguna de Guatavita, fue hecho por los esclavos de los españoles, los muiscas; quienes se veían en la obligación sacar el agua para encontrar el oro y las esmeraldas que esperaban los españoles.

Antes de la colonia, los muiscas solían hacer las ceremonias de los herederos al trono de Zipazgo (Confederación Música). Se dice que quien quedara de Zipa (Rey), navegaba en una balsa de oro saludando al pueblo.

¿Por qué visitar este lugar?

Foto por: Angelline Molina.

Para nadie es un secreto que Colombia cuenta con lugares hermosos, y aquellos en donde reposan aguas cristalinas como la laguna de Guatavita, son especialmente reconocidos.

Un encuentro con la naturaleza hace que Guatavita sea un lugar placentero para compartir con familia y amigos. Comer almojábana con chocolate, degustar de los postres y aprender dialectos de nuestros ancestros muiscas son algunas de las razones por las cuales resulta atrayente visitar este emblemático lugar.

Así que, guaches (hombres) y cuchas (mujeres más hermosas de la madre tierra),  este lugar mágico los espera. Los guapuchas (habitantes) se colocan muy changuas (felices) cuando allá van a visitarlos. Y a mié (ustedes), el pquyquy (corazón) se les hizysuca (acelerará) al ver la majestuosidad de lugares como éste y escuchar las historias que tiene por contar el quyi (guía turístico) durante el recorrido hacia la laguna.

Por: Angelline Molina. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Lina María Serna. Periodista.

Monseñor Óscar Romero del Salvador, será canonizado en el Vaticano

Ahora los párrocos celebran con misas de acción de gracias la memoria de monseñor, también recuerdan algunas de sus palabras días antes de morir «Dios está conmigo y si algo me sucede, estoy dispuesto a todo». Le puede interesar: La oración del Papa Francisco por los jóvenes.

Óscar Arnulfo Romero nació en El Salvador un 15 de agosto del año 1917, su inclinación hacia el sacerdocio empezó desde muy joven. A sus 24 años de edad ya se había convertido en sacerdote de San Salvador.

Luchó por el quebrantamiento de los campesinos, que entre los años setenta se encontraban en una violenta guerra desatada entre la guerrilla y el gobierno en El Salvador.

Monseñor y su lucha por los derechos de los campesinos 

En la década de los 70, monseñor encaminó su trabajo hacia los derechos de los campesinos de su país. En ese entonces, El Salvador era una sociedad polarizada. Por un lado los ricos, que cada día se volvían más ricos; y por el otro los pobres, quienes cada día tenían menos oportunidades.

Monseñor Romero quien se desempeñaba como arzobispo para el año 1977, denunciaba la situación de pobreza, miseria y maltrato a los campesinos. «Nadie puede poner las manos sobre otro hombre, porque el hombre es imagen de Dios. No matarás», mencionaba monseñor en sus prédicas.

«Teología de la liberación»  

Uno de los grandes logros que tuvo monseñor en su obra eclesiástica, fue crear entre varios sacerdotes el movimiento “Teología de la liberación”, el cual favoreció a los campesinos víctimas del conflicto entre el gobierno y las guerrillas del país.

La teología de la liberación fue tomando fuerza paulatinamente en Latinoamérica; a través del evangelio ayudaban a los pobres y enfatizaban en la igualdad de riquezas.  “¿Dónde está la justicia de nuestra patria, dónde está el honor de nuestra democracia?» Alegaba monseñor en entrevista con VTV, cadena de televisión venezolana.

San Romero de América

Dada su perseverancia en la fe y su constante lucha por defender los derechos de los campesinos, a monseñor lo nombraron como San Romero de América. Hay quienes aseguran que mientras monseñor más defendía a los pobres, más querían callarlo.

El 3 de marzo de 1980, monseñor ofreció una de las homilías más fuertes que haya hecho en público después de estar tres años en el cargo de arzobispo: «Hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos». El 24 de marzo de 1980 muere monseñor mientras celebraba una misa en  la capilla del hospital Divina Providencia en la colonia Miramonte de San Salvador.

Por: Angelline Molina. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Lina María Serna. Periodista.

Fronteras agrícolas: las nuevas rutas estratégicas para cultivar

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural ha liderado el proyecto Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA). Esta iniciativa propone acabar con el mal manejo de los suelos, problemática que ha venido afectando a los agricultores del país.

La implementación se llevó a cabo tras los acuerdos pactados entre el gobierno nacional y las FARC, específicamente en el primer punto del acuerdo en el que se hace referencia a una política de desarrollo agrario integral, cuyo objetivo principal es incrementar la producción de alimentos agrícolas.

«Con una delimitación de la frontera agrícola se pueden explotar mejor las zonas aptas para implementar allí sistemas productivos», aseguró Felipe Fonseca, director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA). Le puede interesar: La nueva política que busca fomentar la agricultura comunitaria.

Agricultores indican que es un buen aporte para ellos, dado que el mal manejo no solo se da porque en las zonas rurales se evidencia más tierras para la ganadería que para la agricultura; sino también porque en ocasiones, las tierras nunca han sido utilizadas.

En esta frontera agrícola hay una ruta estratégica para cada agricultor, de manera que van a tener la potestad de decidir qué y dónde cultivar con base a asesorías técnicas, jurídicas, sociales, ambientales y económicas.

“Colombia tiene un gran potencial para ser despensa de alimentos del mundo, sin comprometer nuestra diversidad”, aseguró el Ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga.  

La frontera agrícola como desarrollo rural

“Uno de los principales desafíos es reducir el conflicto en el uso del suelo, ya que más de dos millones de hectáreas de actividades agropecuarias se desarrollan en territorios de protección ambiental”, indica Fonseca.

Expertos coinciden en que es una gran ventaja delimitar la frontera agrícola, teniendo en cuenta que permite sacar provecho a las zonas aptas para la agricultura. «Al tiempo que marca la ruta para establecer estrategias de conservación de los recursos naturales», indica Rafael Zavala, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – (FAO) en Colombia.

Por: Angelline Molina. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Lina María Serna. Periodista.

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