Al sur este del país y con 120,5 km aproximadamente desde Florencia, capital del Caquetá, podemos encontrar uno de los municipios más bellos del departamento, llamado Cartagena del Chaira. Municipio conformado por el valle del río Caguán, poseedor de 33.391 habitantes, que nació el 29 de mayo de 1963, primero como corregimiento y posteriormente como municipio.
Posicionándose como un territorio comercial debido a actividades como la ganadería y lechería, además de los cultivos de maíz, yuca, plátano y cacao, los cuales se transportan por vía fluvial. Cartagena del Chairá posee una diversidad de flora y fauna que lo adornan y que junto al río Caguán permiten el movimiento constante de la economía mediante el transporte de productos, así como también con el turismo.
El esplendoroso río Caguán está adornado de selva y bellas llanuras que contienen una de las lagunas más importantes del Caquetá, la Laguna del Chairá; la cual se encuentra a 10 km de distancia desde Cartagena. Adornada por orquídeas y plantas flotantes, cuenta con la presencia de garzas y patos aguja que atraen a cientos de visitantes para apreciar su diversidad y belleza.
Es por ello, que se brinda la invitación para todas aquellas personas que deseen conocer una gran belleza natural e histórica que rodea a los cartageneros, la cual la pueden observar en el municipio de Cartagena del Chaira.
Por: Kerly Yurany Rodríguez. Facilitadora proyecto Amazonía Joven en Cartagena del Chairá
En las cuencas de los ríos Guaviare y Guayabero, en el Amazonas colombiano, más de mil setecientos jóvenes y más de mil familias trabajan para crear nuevos modelos de desarrollo sostenible que impulsen la equidad social, la preservación del ecosistema y la paz territorial. Estos jóvenes viven en territorios que fueron afectados por la violencia, pero hoy desarrollan una serie de actividades económicas sostenibles e inclusivas que buscan conservar el bioma amazónico, frenar la agricultura ilícita y promover la adaptación al cambio climático.
El proyecto Amazonía Joven está trabajando con estas comunidades para impulsar la conservación y la preservación de los recursos naturales y fomentar un modelo de desarrollo agrícola y rural sostenible. Entre las iniciativas que llevan a cabo las familias que forman parte del proyecto, está la venta de servicios ambientales en granjas que dedican al menos el 20% de sus tierras a la conservación, en un área que supera las 1,800 hectáreas, incluyendo a 180 fincas y 3 viveros comunitarios.
También destacan el fortalecimiento de cadenas productivas agropecuarias sostenibles, el desarrollo de iniciativas de energía y agua potable para 80 familias y la implementación de grupos comunitarios de crédito y ahorro a nivel local.
“El proyecto les da habilidades técnicas a los jóvenes que les permiten mejorar y diversificar sus formas de producción, haciendo conciencia de la importancia de la importancia de la protección y cuidado de los suelos, el agua y los recursos naturales”, explicó Hivy Ortiz, Oficial Forestal de la FAO.
Todas estas acciones cuentan con el financiamiento del Fondo Europeo para la Paz de Colombia y el apoyo de la Representación de FAO en ese país. Amazonía Joven no sólo se ha centrado en el ámbito productivo, sino que está impulsando la cohesión social mediante actividades culturales, artísticas y deportivas, y el rescate del saber tradicional indígena, aspectos que según Ortiz son “claves para reducir la migración de los jóvenes a centros urbanos, ya que propician espacios que generan empleo, pero también crean ambientes sociales”.
El rescate de las tradiciones indígenas
Amazonía Joven ha puesto gran énfasis en revitalización de las culturas indígenas en relación con sus sistemas de producción y alimentación. Para lograrlo, ha impulsado el desarrollo de las “chagras” indígenas, un sistema de producción tradicional que refleja la cosmovisión de los pueblos indígenas, y en el cual se plasma su historia, sus costumbres y el manejo de la naturaleza, es un espacio de enseñanza y aprendizaje.
Estos sistemas impulsan la autonomía y el arraigo al territorio, y fueron implementados en el resguardo indígena Caño Negro (24 chagras) y en el resguardo indígena la Asunción (11). Amazonía Joven también impulsó una ruta de caza, pesca y recolección, para fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional del pueblo indígena Nukak, una de las últimas tribus nómadas de América.
Debido al conflicto armado, el pueblo Nukak fue desplazado de su territorio tradicional y es por esto que la ruta de pesca busca fortalecer su seguridad y autonomía alimentaria mediante la implementación de prácticas tradicionales, garantizando su acceso a los alimentos y generando un proceso de revitalización cultural, garantizando la transmisión de conocimiento a las nuevas generaciones.
Foto: FAO.
Intercambio de semillas y gastronomía local
Amazonía Joven trabajó con las comunidades para desarrollar cuatro encuentros interculturales de intercambio de semillas, que les permitieron a las comunidades reconocer el uso y manejo de las semillas en los modelos productivos de sus diferentes culturas.
Para combatir la malnutrición, Amazonía Joven también desarrolló cuatro encuentros gastronómicos para generar conocimiento sobre el sistema alimentario regional, identificando de qué manera la alimentación y la cocina están vinculadas a los modelos de producción, a la forma de obtención de los productos, el consumo y distribución de alimentos.
Estos encuentros fomentaron la revitalización cultural a través de la formación en música, danza, juegos tradicionales, artesanía y gastronomía. “La importancia de las semillas y de los productos locales es fundamental para las dietas sanas. Estas semillas locales son parte de la agrobiodiversidad que se está revalorando para combatir la malnutrición”, explicó Ortiz.
Invertir en un desarrollo rural integral
Para fomentar la paz y la reconstrucción del tejido social en zonas afectadas durante décadas por la violencia el proyecto está dando un mejor acceso a los jóvenes a la tecnología y a la educación, para mejorar el capital social y el desarrollo de capacidades en organizaciones comunitarias, con énfasis en las organizaciones juveniles.
El trabajo del proyecto ha incluido actividades artísticas y escuelas deportivas, pero también ha estimulado el rescate de la memoria histórica de los territorios, para favorecer la reconciliación y resiliencia comunitaria. Un aspecto clave del proyecto es el desarrollo de las capacidades local para la planificar del territorio de las cuencas de los ríos Guaviare y Guayabero, necesarias para para construir e implementar visiones colectivas del futuro que incluyan el control social de los recursos públicos.
En ese sentido, Amazonía Joven ha impulsado 3 acuerdos territoriales y 3 sistemas de alerta y protección comunitaria, en los cuales han participado 80 líderes juveniles. El proyecto también impulsa la mejora del entorno de las comunidades, incluyendo el embellecimiento de fachadas de edificios, la plantación de árboles en áreas urbanas, la creación de jardines comunitarios, y la recuperación de sitios emblemáticos.
Con el apoyo del proyecto, se estimuló la construcción y reparación de áreas críticas en las carreteras principales por las cuales los productos locales llegan al mercado y las vías de acceso a los centros de población, y la reparación de escuelas, mejorando su acceso a electricidad solar y agua potable.
Por: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO.
El departamento de Caquetá es reconocido por sus extensos ríos que bañan esta bella tierra entre los que se encuentran el Yarí, Caguán, Peneya, Rutuya, Orteguaza, y Yurayaco, Apaporis, Fragua, Sunsiyá, Luisa, Guayas y el río Caquetá; riqueza hídrica que favorece la economía de sus habitantes que se desempeñan en los cultivos de peces y comercialización de los mismos.
Hoy hablaremos del cultivo de la cachama, un pez relativamente grande, ampliamente distribuido desde el Orinoco en toda la Cuenca de la Amazonía y que ha representado durante muchos años un excelente y apetecido producto ofertándose con apreciable abundancia en los mercados locales y ciudades de importancia en el país. Entre las especies de cachama más importantes económicamente, tenemos la cachama negra Colossoma macropomum y la cachama blanca Piaractus brachypomum.
La cachama es un pez de alimentación omnívora, es muy conveniente alimentarla con alimento específico para peces, aunque en época de emergencia puede alimentarse con otros alimentos como balanceados comerciales para cerdos o pollos, procurando que estos alimentos tengan al menos un 20% de proteína para que logren un peso de 1,5 kilogramos en almenos 7 meses.
El primer paso para la siembra de cachama, es llenar el lago o estanque 3 días antes de traer los alevinos, se debe aplicar 50 gramos por metro cuadrado y luego se depositan los alevinos dejándolos 10 minutos en el estanque en las bolsas como se adquirieron para que se aclimaten a la temperatura del agua. Al día siguiente se alimentan los alevinos con purina de 45% de proteína, se aplica una tabla de alimentación que consiste en aplicar el 8% del total del peso del alevino reconcentrado.
El siguiente mes se aplica el 6% con un concentrado del 38%. Al tercer mes el 5% con concentrado del 32% y a partir de este periodo el concentrado debe ser de 24% en proteína para que a los 6 meses la cachama este en un peso promedio de 460 a 480 gramos.
Se debe recordar que, el alimento debe suministrarse en dos o tres raciones diarias, aconsejando usar balanceado extrusado. Generalmente estos peces acostumbran a comer en un lugar determinado del estanque, por lo que cuando se utilizan alimentos flotantes, debe suministrarse en dirección al recorrido del viento, de manera que éste extienda los alimentos en la superficie del estanque sin que llegue tan pronto a la orilla.
Por: Luz Adriana Mejía. Facilitadora de ACPO en Caquetá
Hablar de pueblos indígenas implica referirse a la existencia en sí misma, pues gracias a sus cosmovisiones, saberes y prácticas ancestrales se ha posibilitado el mundo que hoy conocemos y que por la pérdida de esa conexión con la Madre Tierra estamos a punto de perder. Según la Organización de las Naciones Unidas los pueblos indígenas representan más del 5% de la población mundial con 5.000 grupos distintos en 90 países.
Sin embargo, a pesar de que son guardianes de sabiduría, estas comunidades se han visto amenazadas históricamente por la modernización y el desarraigo que han impuesto las nuevas formas de vida. Por lo que uno de los aspectos que más los caracteriza sin importar su zona de procedencia, es la lucha en defensa de la cultura y el territorio.
Teniendo en cuenta la situación que está atravesando el planeta y que son los pueblos indígenas quienes nos pueden enseñar a curar la Madre Tierra y a repensar las formas actuales de producción, cada 09 de agosto desde 1982 se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas con el objetivo de conmemorar sus luchas y hacer una sensibilización mundial sobre las necesidades de estos sabedores.
De acuerdo con la Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC en nuestro país existen 102 pueblos ancestrales de los cuales 8 están en aislamiento voluntario y 70 en riesgo de desaparición tanto cultural como físicamente. Situación que se debe al desplazamiento forzado causado por la guerra, la desigualdad en salud y educación y la falta de reconocimiento como sujetos indispensables para la construcción de tejido social y el desarrollo integral del país.
Es por esto que hacemos un llamado a trabajar conjuntamente por la recuperación y protección de los pueblos originarios de nuestro país y del mundo, pues permitir su desaparición es condenar nuestras raíces al olvido, debemos aceptar que lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos depende en gran parte de los guardianes ancestrales que defienden la estabilidad y preservación de todas las formas de vida.
La fertilidad de los suelos y las temperaturas tropicales de Colombia hacen del mango una de las frutas más representativas a nivel nacional, pues dadas estas óptimas condiciones el fruto se produce en todas las regiones del país. Los departamentos líderes en su producción son Tolima, Cundinamarca y Magdalena, territorios que representan el 68% del total de áreas sembradas en el país.
En cuanto al mercado, el mango es un producto cada vez más prometedor pues según datos del Ministerio de Agricultura en 2014 se produjeron 235.447 toneladas, en 2015 249.435, en 2016 259.072 y en 2017 260.300; cifras que indican el crecimiento en la demanda de este producto y la capacidad de cobertura que tiene el país. Además, cabe resaltar que este sector agrícola genera más de 11.000 empleos siendo el sustento de muchas familias colombianas.
Por su sabor y alta calidad, países como Alemania, Francia y el Reino Unido exportan cientos de toneladas de mango colombiano, esto es el resultado de un arduo trabajo por mejorar y fortalecer las buenas prácticas agrícolas en la producción de esta fruta. A este conjunto de destinos internacionales se quiere sumar la Unión Europea, razón por la que el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA informó que se iniciará con la implementación de nuevas medidas de protección exigidas para prevenir la introducción de plagas al territorio europeo.
Con el propósito de ampliar las oportunidades de mercado para los productos colombianos, las entidades competentes se encargarán de manifestar el compromiso con la calidad fitosanitaria que exige la Unión Europea mediante inspecciones oficiales realizadas por el ICA que garanticen la ausencia de moscas de fruta en los lugares de producción y el tratamiento eficaz por medio de enfoque de sistemas que aseguren la ausencia de plagas.
El bollo, hallaquita o envuelto es un alimento de origen indígena preparado a base de masa de maíz, plátano, batata o yuca, que se envuelve en hojas de caña, maíz o faldo. Es típico en la Costa caribe colombiana, Panamá y Venezuela. Los envueltos que conocerán a continuación han sido una receta familiar que se ha mantenido de generación en generación y que les quiero compartir para que cada uno de ustedes la hagan en sus casas y prueben esta delicia.
1 sobre pequeño de levadura Levadura: un sobre pequeño
4 libras de cuajada molida
1 kilo de harina de arroz
Preparación
Para iniciar se mezcla la mantequilla con la sal, azúcar y la levadura y cuando esté bien disuelto se agrega la cuajada molida con la harina de maíz, la harina de arroz y la promasa. Luego de que este muy bien mezclado se agrega la leche y se deja enguacando por cerca de 3 horas.
Después de este tiempo, la mezcla se reparte y se envuelve en hojas de maíz, finalmente se ponen a cocinar en suficiente agua para que se cosan con el vapor, se pueden organizar en la olla de forma horizontal o vertical y allí se dejan durante 1 hora a fuego lento.
Por: Janin Liliana Rodríguez. Reportera Rural de Garagoa, Boyacá.
Agosto inició con un importante evento que reúne los proyectos de emprendimiento de los jóvenes rurales del Caquetá. En esta segunda versión llevada a cabo los días 1 y 2 de agosto los jóvenes dialogaron sobre la formulación de la política pública de juventud 2019 – 2031, en la cual se mencionó la necesidad que se atienda el derecho a la educación, a la salud y el apoyo a proyectos de colectivos juveniles del Caquetá. Por otro lado, recibieron un espacio de formación respecto a emprendimiento sostenible y marketing digital.
En las actividades los jóvenes identificaron aliados estratégicos para sus emprendimientos, el rol funcional de organizaciones e instituciones y el aprovechamiento de herramientas de fácil acceso como lo son las redes sociales para promover sus iniciativas. Gracias a este modelo de trabajo durante el encuentro se establecieron metas a corto y largo plazo para sus proyectos.
La Asociación de Mujeres Rurales y Víctimas – TAYARU, la Asociación de Pescadores Artesanales – Asoproremolino y Caquetá Innova, quienes se han integrado al proyecto Amazonía Joven financiado por el Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea, apoyado por la Fundación Bolívar Davivienda e implementado por CorpoManigua, Vicariato Apostólico de San Vicente del Caguán y Acción Cultural Popular – ACPO, compartieron cómo a través de alimentos autóctonos quieren garantizar la sostenibilidad de sus territorios y mostrar una nueva imagen del Caquetá.
Luz Stella Muñoz de Asoproremolino, pescadora de la inspección de Remolinos del Caguán e integrante del proyecto Amazonía Joven, estuvo en el encuentro para explicar cómo la pesca artesanal es un modelo de sostenibilidad económica a partir de la responsabilidad con los ecosistemas.
“Trabajamos desde la pesca artesanal con mallas y calandrios; es importante tener en cuenta el tiempo de veda (detenimiento del proceso de pesca), este lo manejamos desde el 15 de abril al 15 de junio para que los peces se muevan a otros sitios a desovar (etapa de reproducción de peces), a su postura. Así estamos garantizando el futuro propio y el de los ríos”, dice Luz.
Luz también comenta que, “este tipo de encuentros nos permite darnos a conocer con otras personas, pues somos campesinos que estamos lejos de las cabeceras municipales y gracias al proyecto Amazonía Joven hemos podido organizarnos como asociación, aprender a realizar actas, aprender a qué puntos podemos dirigirnos para encontrar apoyo; entonces ya venimos preparados a estos encuentros y nos vamos soltando poco a poco”.
Foto: Fernando Losada – ACPO
Sandra Ramírez, coordinadora del proyecto Amazonía Joven explica que este espacio es importante, ya que se conocen los ideales de los jóvenes y se abarca un panorama formativo que permite la potencialización de sus emprendimientos.
“Hemos estado reunidos con más o menos 100 jóvenes de diferentes lugares del departamento que han venido con más de 25 iniciativas de emprendimiento productivas de la cadena láctea, panelera, caucho, tenemos toda una gama de frutos amazónicos, turismo y sostenibilidad ambiental. En este espacio hemos querido invitarlos a conversar de manera conjunta y apostarle a la construcción de redes; que se den cuenta que no están solos”, dice la coordinadora del proyecto Amazonía Joven.
Ahuyama y panela como modelos productivos
Tatiana Lagos de TAYARU y Diego Chilatra de Caquetá Innova estuvieron en las jornadas para explicar sobre la importancia de consumir lo local y potenciar la economía de sus territorios. En el proyecto panelero que maneja Diego se quiere potenciar el uso de empaques biodegradables, fortalecer la producción de caña panelera y aumentar el número de emprendedores en el Caquetá.
“Con Amazonía Joven crecen y se potencian nuestras habilidades tanto de gestión, como estrategias comunicativas, y también, la vinculación de la iniciativa de nosotros que es panela para el mundo, progreso para el Bajo Caguán. Vimos el problema del desaprovechamiento de la caña y la falta de la reactivación económica de la zona; entonces, ese problema se nos convirtió en una oportunidad y emprendimos el proyecto comercial ”, dice Diego.
Foto: Fernando Losada – ACPO
Por otro lado, Tatiana Lagos y la asociación TAYARU le apuestan a la transformación de frutos amazónicos y productos alimenticios como la torta de ahuyama, la cual disfrutaron los participantes en el 2° Encuentro de Iniciativas de Emprendimiento Juvenil Rural.
“Es una torta que en nuestra empresa trabajamos en diferentes presentaciones y de tamaños pequeños, tipo refrigerios, porque aún no contamos con contactos para producirlos en una masa más grande. Tenemos mermelada de carambolo y arequipe casero, todo esto producido por mujeres de la ruralidad de Remolinos del Caguán”, dice Tatiana.
Al finalizar, el encuentro organizado por la Gobernación del Caquetá, CorpoManigua, Organización Internacional para las Migraciones, COMFACA, Prodes II – GIZ – SENA y apoyado por el Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea, se contó con un espacio de compra y venta de las artesanías, café, panela y la degustación de muestras de frutos y alimentos transformados, motivando de esta manera a jóvenes emprendedores del Caquetá.
El Fondo Europeo para la paz que apoya este proyecto, fue creado en diciembre de 2016 y es un mecanismo de la cooperación al desarrollo de la Unión Europea. Este fondo tiene entre sus objetivos principales apoyar a Colombia en el desarrollo integral de las zonas afectadas por el conflicto y apoyar la reincorporación social y económica de los excombatientes en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz.
El Fondo cuenta 120 millones de euros (más de 345 mil millones de pesos) para apoyar el progreso de proyectos de paz y reconciliación comunitaria en 51 municipios de Colombia.
El tráfico ilegal de fauna silvestre es una de las principales causas de amenaza que enfrentan miles de especies en el país, se trata de la extracción injustificada de estos animales de su entorno natural para ser vendidos ya sea en tendencia de mascotas como es el caso de aves, mamíferos y anfibios o para el consumo de su carne y huevos como es el caso de los reptiles.
Esta situación tiene graves consecuencias que afectan directamente no solo a los animales traficados sino a las regiones de donde provienen, pues cada uno de ellos tiene una función específica en su entorno natural contribuyendo al equilibrio ecosistémico. Por lo que resultan tan indispensables los procesos de recuperación, rehabilitación y liberación que vienen realizando las autoridades ambientales del país.
Finalizando el mes de julio del presente año, profesionales del Instituto de Protección y Bienestar Animal de Bogotá con apoyo de la Policía Ambiental y Ecológica y las Corporaciones Autónomas Regionales fueron los encargados de la liberación de más de 200 especies silvestres entre los que se encontraban loros, guacamayas, cotorras, tortugas, boas, iguanas y un armadillo. Ejemplares que fueron recuperados en las terminales de transporte El Salitre y del Sur de Bogotá y en el Aeropuerto Internacional El Dorado.
Las jornadas de liberación iniciaron con varias aves en el departamento de Bolívar con el apoyo del Establecimiento Público Ambiental de Cartagena – EPA, la Sociedad Portuaria y el Aviario Nacional de Colombia. El segundo punto de libertad fue el departamento de Magdalena con iguanas tortugas y boas. Así mismo, al mar caribe se regresaron 260 kilogramos de conchas, exoesqueletos de coral y estrellas de mar.
Los seres humanos atravesamos diferentes etapas en la vida y de cada una de ellas adquirimos nuevos conocimientos que aportan a nuestro crecimiento personal. Es así como vemos la importancia de la educación en valores desde el seno del hogar, donde la honestidad, la tolerancia, el respeto, amor, justicia e igualdad se le debe enseñar al niño o niña para crear hombres y mujeres de bien que aporten a la sana convivencia y al bienestar de la sociedad.
Con el proyecto Valores Cívicos y Democráticos de Acción Cultural Popular – ACPO, la Embajada de Bélgica, la Registraduría Nacional del Estado Civil y CEDAE, aportamos a esta educación, moldeando los conocimientos que muchos de los niños, niñas y adolescentes traen de sus hogares; ya que desafortunadamente algunas veces no existe esta educación en valores desde casa y vemos casos de irrespeto y falta de empatía entre la misma familia.
Nos preguntamos ¿qué está pasando? y encontramos que la tecnología ha inundado nuestros hogares, contribuyendo a la falta de comunicación familiar, además de niños sin vigilancia o acompañamiento. Somos todos, padres, hermanos, tíos, primos, abuelos. Todos debemos aportar a la sana convivencia, creando un mejor futuro, fortaleciendo los conocimientos en valores para lograr un día terminar con la violencia, la corrupción y la injusticia.
Por: Paula Mondragón. Facilitadora proyecto Valores Cívicos y Democráticos..
Guateque es un municipio colombiano, capital de la Provincia del Oriente en el suroeste del departamento de Boyacá, a 125 kilómetros al sur de Tunja y a 112 km al este de Bogotá. Limita con los municipios de la Capilla, Tenza, Sutatenza, Somondoco y Guayatá, así como con los municipios cundinamarqueses de Tibirita y Manta. El personaje más reconocido que ha dado Guateque, ha sido el expresidente de la República Enrique Olaya Herrera, el cual gobernó el país entre 1930 y 1934.
Desde el cinco de agosto inició la programación que celebra el año Bicentenario de la Independencia de Colombia; sin embargo, aún pueden disfrutar de esta celebración que se llevará a cabo hasta el próximo domingo 11 de agosto en el bello municipio boyacense. Tiene como propósito recordar el pasado en sociedad, para así reconciliarnos en el presente y soñar con el futuro.
Aún los colombianos pueden disfrutar de esta gran celebración, la cual cuenta con una excelente programación para este fin de semana a través de actividades conmemorativas que les harán vivir toda una aventura libertadora, donde podrán disfrutar de música, teatro, danza, fotografía, cine, conversatorios y desfiles que tendrán en la 4ta Versión de la Semana Cultural, este año Edición «Bicentenario»
Te invitamos a que seas parte de esta celebración, por eso dejamos a continuación las actividades de los próximos días para programarse el fin de semana en el municipio boyacense.
Programación
Jueves 8 de agosto
Exposición fotográfica
Exposición de hallazgos de material arqueológico
Intercambio cultural con la republica de corea
Conversatorio «Bicentenario de la Independencia y sus repercusiones en la Historia de Colombia» bajo la dirección del Historiador Ariosto Esquivel Borda; acompañarán esta ponencia 3 historiadores de la Universidad Nacional.
Presentación de grupos de música latina
Cine foro
Viernes 9 de agosto
Exposición fotográfica
Encuentro de música campesina
Presentación musical saxofón
Presentación grupo musical “son cubano”
Cine foro
Sábado 10 de agosto
Exposición fotográfica
Festival de bandas músico – marciales
Danzas tradicionales en zancos – teatro experimental de Boyacá
Teatro popular de Tunja
Presentación grupo musical POP
Cine foro
Domingo 11 de agosto
Exposición fotográfica
Séptimo mercado campesino
Festival de danzas.
Por: Adriana Marcela Ardila. Facilitadora de ACPO en Boyacá.