domingo, agosto 3, 2025
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Continuos incendios afectan gravemente el Páramo de Sumapaz

El Páramo de Sumapaz, considerado el más grande del mundo, cuenta con una extensión de 333.420 hectáreas de las cuales sólo 142.112  se encuentran protegidas bajo la figura de Parque Nacional Natural Sumapaz. Este tesoro natural que abarca los departamentos de Cundinamarca, Meta y Huila; es uno de los ecosistemas más importantes del país, pues se encarga de la regulación hídrica de las cuencas altas de los ríos Tunjuelo, Sumapaz, Blanco, Ariari, Guape, Duda y Cabrera.

Lamentablemente, a principios del mes de febrero del presente año este ecosistema se vio gravemente afectado tras un incendio que duró cuatro días y que arrasó con un total de 2.000 hectáreas de vegetación típica según lo confirmó Parques Nacionales Naturales de Colombia. Un daño casi irreversible si se tiene en cuenta que los frailejones tienen un crecimiento muy lento, lo que representa grandes pérdidas y futuras afectaciones para la vida humana, animal y vegetal.

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De acuerdo con el cuerpo de bomberos y gracias a la colaboración de la comunidad para atender el incendio, se logró la liquidación y control de 3 focos principales: El Clarín, la Senda del Oso y Lagunitas. Sin embargo, este martes en horas de la tarde un nuevo incendio se presentó en la parte alta de la vereda El Dorado en el municipio de Guamal, Meta. Situación que pone en alerta a las entidades competentes y a los habitantes aledaños al Páramo de Sumapaz.

Cabe mencionar que, aunque la disminución de lluvias y las fuertes temperaturas son las principales causas de este tipo de incendios, la irresponsabilidad de algunos habitantes y visitantes contribuye a que estas situaciones  se presenten con mayor frecuencia y con mayor alcance. Pues según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR en el lugar se han evidenciado conductas inadecuadas.

Entre las que se encuentran la realización de quemas o fogatas, la asistencia en grupos mayores a los que puede soportar el ecosistema,  y la presencia y abandono de objetos cuyo material es plástico o vidrio. Aspectos que se deben evitar rotundamente para aportar así a la protección y conservación de espacios que son vitales para el equilibrio ecológico.

Por: Karina Porras Niño. Periodista.

Un día para homenajear la radio, compañera fiel de los campesinos

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Hoy es una fecha importante para Colombia y el mundo, se celebra el Día Mundial de la Radio, un día que fue proclamado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – UNESCO, y adoptado oficialmente por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas – ONU, hace ocho años.

El Día Mundial de la Radio se festejó por primera vez el 13 de febrero del año 2012, y a partir del 2014 comenzó a identificarse al tratar un tema por año: Igualdad de género en la radio (2014), Jóvenes y radio (2015), La radio en tiempos de desastre y emergencia (2016), La radio eres tú (2017), Radio y Deportes (2018), y finalmente, “Diálogo, tolerancia y paz” fue el tema propuesto para 2019.

De acuerdo con la UNESCO, la radio llega al 95% de la población, cubriendo casi completamente todos los rincones del mundo. Es por ello que se ha convertido en un medio tan preciado, no solo por su bajo costo en comparación con otros medios, sino porque une a las comunidades más alejadas, propiciando la interacción, el diálogo y la cohesión.

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La radio en Colombia, una breve historia

Un recorrido por los archivos de la Red Cultural del Banco de la República y las colecciones de Señal Memoria, nos remonta a 1929, año en que se funda en Colombia la emisora HJN, la primera radiodifusora, inaugurada por el entonces presidente Miguel Abadía Méndez. El mismo año, en manos del ingeniero Elías Pellet, nace la emisora La Voz de Barranquilla, pionera de la radiodifusión en esta ciudad de la Costa Caribe.

Hacia 1931 se crea HKF, la primera emisora de carácter comercial, cuyo fin principal era promocionar servicios y productos que en el momento pululaban en el mercado. En adelante, serían muchas las emisoras comerciales que saldrían al aire, a la par que se implantó la reglamentación para regular el ejercicio de la radiodifusión.

El 1 de febrero de 1940, entra en operación la Radiodifusora Nacional de Colombia -hoy en día conocida como Radio Nacional de Colombia- entidad pública encargada de promover el desarrollo  de los servicios de radiodifusión y difundir el legado cultural de nuestro país.

En 1947 se gestaría Radio Sutatenza, un proyecto de corte educativo que combinó la radiodifusión con en el modelo pedagógico de Educación Fundamental Integral –EFI- con el objetivo de alfabetizar a las personas que habitaban el campo colombiano.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – MinTIC, Colombia cuenta con 1.578 emisoras, de las cuales 667 son comerciales, 285 de interés público y 626 son comunitarias. Estas últimas han contribuido de manera invaluable al desarrollo del campo.

Es por eso que, hoy en el día Mundial de la Radio, enaltecemos la labor de la radio y sobre todo la radio comunitaria, y dedicamos este artículo a su carácter altruista y a la resiliencia frente a las penurias que su labor han tenido que enfrentar.

Radio Sutatenza y radio comunitaria: Ecos de una revolución cultural

Campesinos de toda Colombia

escuchad que el riel resuena;

presurosos venid a la escuela,

poseídos de amor singular;

que en el cielo las ondas hertzianas

la cultura y la ciencia nos dan…

Es probable que sean pocos quienes recuerden este fragmento del himno de las Escuelas Radiofónicas; para quienes participaron y vivieron sus primeros años, ha de ser un grato recuerdo, porque, aunque podría decirse que las Escuelas Radiofónicas ya hace mucho tiempo dejaron de existir, o simplemente se reinventaron, el impacto que tuvieron en su época sobre la vida campesina, resuena hasta nuestros días.

La historia de Radio Sutatenza y Acción Cultural Popular –ACPO, es a la vez la narración de la vida en el campo, una situación por ese entonces invisible en comparación con el reconocimiento del que gozaba la ciudad, sobre todo en los medios de comunicación. En el año 50, las brechas de desigualdad entre la calidad de vida urbana y rural eran aún más alarmantes que hoy en día.

Si actualmente la diferencia entre campo y ciudad, y la falta de oportunidades en el panorama rural, aún con el avance de la tecnología y la promoción de la inclusión que trajo el siglo XXI, siguen siendo una preocupación, basta imaginarse aquella época en la que surgió ACPO y Radio Sutatenza, para darse cuenta de las dificultades a las que se enfrentaron.

Fue en 1947 cuando el recién ordenado sacerdote José Joaquín Salcedo Guarín arribó a la parroquia de Sutatenza en Boyacá. Una vez allí, creó ACPO, con el fin de contribuir a la inclusión social y productiva de las personas menos favorecidas. Nacía también Radio Sutatenza, el principio de un ambicioso proyecto de alfabetización rural masiva.

Bajo la consigna “La educación nos hace libres” se invitó a los campesinos y campesinas a unirse al movimiento radiofónico, un llamado a formarse integralmente de manera autónoma, apropiando el conocimiento básico y promoviendo los valores espirituales de la unión familiar y de la comunidad.

Radio, el vehículo decisivo para lograr llegar a los hogares rurales

Sorteando la accidentada geografía nacional, las ondas hertzianas recorrieron veredas y montañas, volaron sobre arroyos, y llegaron en forma de mensaje a las pequeñas radios de transistores en torno a las cuales se reunían los grupos de campesino(a)s entusiasmado(a)s por aprender.

Gracias a la simbiosis entre las tecnologías de la comunicación y la educación a distancia, además de la participación activa de los habitantes rurales, de sacerdotes, locutores, técnicos de sonido, funcionarios, entre otros, que apoyaron y promovieron el modelo de Educación Fundamental Integral – EFI, muchos campesinos consiguieron escribir por primera vez. A través de Radio Sutatenza, se impartieron clases sobre alfabeto, tierra, números, salud y espiritualidad.

La exposición de la Biblioteca Luis Ángel Arango ‘Radio Sutatenza: una revolución cultural en el campo colombiano’ reveló que más de dos millones de colombianos —tanto habitantes del campo como de la ciudad— registraron la escucha de Radio Sutatenza; se llegaron a formar a 25.000 campesinos durante cuatro décadas y se transmitieron 1’489.935 horas de programas radiales en 955 municipios, durante más de cuarenta años.

Radioperiodismo: contra la censura y la precariedad

Como medio de comunicación, la radio se debe sobre todo a la música y al periodismo. Gracias a esta asociación, la gente puede amenizar sus tardes con sus melodías favoritas. Asimismo, se informa sobre las noticias más recientes y se mantiene al tanto del debate sobre los hechos públicos.

Desde la entrada de la radio en Colombia, en 1929 hasta al presente, se han creado miles de emisoras de diverso carácter (comercial, comunitario o de interés público), provocando la democratización de la información y el cubrimiento noticioso de algunas zonas del territorio.

Sin embargo, a pesar de los adelantos de nuestro tiempo en materia de medios y democracia, el radioperiodismo enfrenta graves dificultades que limitan o tergiversan su accionar. El conflicto interno, la politización, la corrupción, la violencia, el crimen organizado, la falta de recursos, son solo algunos de los problemas que afectan esta labor.

En el estudio “Cartografías de la información”, realizado por la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP en el año 2016, se mapearon 994 municipios para verificar si cuentan con medios de comunicación y en qué condiciones operan, se comprobó que 578 municipios de los estudiados, son zonas en silencio, es decir, no cuentan con medios de comunicación que publiquen noticias locales.

Otros municipios se detallan como zonas con información insuficiente, y solo unos pocos cuentan con la cantidad de medios adecuados para manejar la información, siendo sobre todo la radio, y en menor medida la prensa, los medios predominantes. El mismo estudio muestra que en departamentos como el Vichada, el Guaviare y el Amazonas, la tasa de suscripción a internet está por debajo del 1%, dejando a los medios digitales fuera del panorama.

El problema radica en que las emisoras comunitarias no cuentan con suficientes recursos para su labor. Muchas de ellas ni siquiera pueden acceder a los medios para legalizarse. Según la Flip, el 46% de los municipios del país no cuenta con emisoras comunitarias legalmente constituidas, lo que origina el cierre de emisoras en municipios donde más se necesita de su presencia.

“Para los periodistas locales siempre ha existido una situación muy dura que yo llamaría de sobrevivencia. Las oportunidades y la circulación son muy limitadas, el mercado es muy pequeño así que los salarios son supremamente bajos”, explicó a la Flip, Germán Rey, autor del informe del Centro Nacional de Memoria Histórica sobre la violencia contra los periodistas.

Al ser la radio el único medio del cual valerse para difundir información local; la falta de recursos y apoyo estatal, terminan por frustrar los objetivos de las emisoras comunitarias, que, por demás, se enfrentan a constantes amenazas por la difusión de información sensible y con distintos intereses, según lo ha denunciado la Flip.

Larga vida a la radio

¡Eureka! Se ha descubierto la primera onda de radio; viajó poca distancia –y no llevaba ningún mensaje- pero sus sucesoras están destinadas a llegar más lejos. El camino que la radio ha recorrido no ha sido fácil, pero finalmente ha llegado a nuestro tiempo. Las ondas se hicieron voces y las voces juntas, radionovelas, deporte, noticias; fue posible confinar la música a una caja y liberarla en cada hogar.

Al tacto, el indicador se mueve nerviosamente al son del dial y al final se posa allí donde encuentra su foco de interés; el altavoz da las noticias o canta. El pequeño aparato de transistores nos cambió la vida, y si se pensó en algún momento que podía extinguirse ante el ímpetu televisivo, quedó demostrado lo bien plantada que está la radio, mucho más inmediata y carismática.

La radio es información, es música, humor, es debate, es denuncia; es el instrumento de la unión entre pueblos recónditos; es diálogo, es tolerancia y paz. Hoy, celebramos su aporte al campo y sus habitantes y por supuesto, su imprescindible compañía.

Por: Christian Giovanny Barreto. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Enseñar, santificar y servir, la valiosa labor de dos obispos colombianos

Monseñor Luis Augusto Castro, un artesano de la paz

“Lo mejor que me haya podido acontecer en la vida es que el Señor me haya llamado a ser Sacerdote”, así es como Monseñor Castro se refiere a uno de los mejores momentos de su vida. Su ordenación sacerdotal ocurrió en Roma mientras terminaba su carrera de Teología. Regresó a Colombia y aquí empezó su larga trayectoria como un auténtico artesano de la paz.

En San Vicente del Caguán, Caquetá, y Puerto Leguízamo, Putumayo, inició su trabajo como párroco y ser humano comprometido con la paz de Colombia, labor que adelantó a lo largo de 13 años. En adelante fue nombrado Arzobispo de Tunja, servicio que desempeñó durante 22 años. Más adelante estuvo al frente de la Conferencia Episcopal de Colombia como Presidente.

Desde luego, son varios territorios colombianos los que presenciaron el compromiso de Monseñor Castro con las comunidades más necesitadas. Su trabajo en doble vía, evangelizador y comunitario, ha resaltado y hoy es motivo de agradecimiento para la Arquidiócesis de Tunja, su casa, y también para las parroquias e instituciones que compartieron su trabajo.

Hoy, el Vaticano aceptó la renuncia de Monseñor Castro, quien se retira por motivos de salud. De manera que, Tunja recibe en su Arquidiócesis a Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, sucesor de Monseñor Castro.

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Monseñor Gabriel Ángel Villa, una vida de servicio y compromiso

Para Monseñor Villa su llegada a la Diócesis de Ocaña ocurrió como un “sol de mediodía”, pues ocurrió a los 25 años de su ministerio sacerdotal. Desde entonces, ha liderado una labor evangelizadora integral, como él mismo la denomina, pues su compromiso está en enseñar santificar y servir.

Su larga trayectoria evangelizadora la ha desempeñado en la Diócesis de Santa Rosa de Osos, así como en la Conferencia Episcopal de Colombia, donde se desempeñó como Director del Departamento para los Ministerios Jerárquicos.

Durante casi seis años acompañó la Diócesis de Ocaña, anunciando el Evangelio de Dios. Ahora, se traslada a la Arquidiócesis de Tunja, en la que recibirá la posesión canónica el próximo 21 de marzo.

La valiosa labor de dos obispos colombianos

La entrega de Monseñor Castro y Monseñor Villa es hoy motivo de orgullo para la Iglesia y toda Colombia; por eso, desde Acción Cultural Popular – ACPO y el Periódico El Campesino, extendemos nuestro agradecimiento con su labor y deseamos éxitos en sus nuevos rumbos.

Por: Lina María Serna. Periodista – Editora.

«El compromiso con la construcción paz es de todos», Monseñor Castro

Entrevista realizada al presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia

Entrevista realizada al presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Luís Augusto Castro, una de las personas símbolo de la Iglesia Católica.

Así será el VI Encuentro de directivos docentes y coordinadores de educación

Este 13 y 14 de marzo del 2020 se llevará a cabo el VI Encuentro de directivos docentes y coordinadores organizado por la Confederación Nacional Católica de Educación – CONACED, en el que se tiene como propósito promover la reflexión e intercambio de experiencias sobre la acción evaluadora institucional como actividad formativa que adquiere un sentido cuando va encaminada a mejorar los procesos que promueven la transformación y desarrollo de la comunidad.

Entre los objetivos del Encuentro están:

  • Fomentar la sostenibilidad de los procesos de formación académica con una finalidad de evaluación en la cultura institucional.
  • Promover el empoderamiento de la cultura para compartir y estrechar vínculos entre asociaciones y gremios.
  • Reconocer la autoevaluación como espacio de encuentro comunitario y que estas mismas sirvan como herramientas para conseguir la escuela católica que soñamos.

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La temática del encuentro irá encaminada a la evaluación de actividades, propuestas educativas, autoevaluación con desarrollo y mejoramiento de las practicas pedagógicas, y evaluación como una actividad integrada e integral. Lo que se pretende es utilizar una valoración para el mejoramiento y el desarrollo de una buena práctica pedagógica.

¿A quién va dirigido?

Líderes de comunidades religiosas, directivos, docentes, coordinadores y los anteriormente mencionados, que desde esta misma forma aspiren a una rectoría.

En encuentros pasados

Lo que este encuentro pretende es brindar herramientas conceptuales y procedimentales que faciliten el rol del directivo, docente y coordinador como líder en la implementación de las políticas públicas. De esta manera, incentivar el liderazgo de los Directivos Docentes que transforme de manera positiva los procesos de enseñanza – aprendizaje al interior de las Instituciones.

Cada encuentro plantea propuestas y temas que a la vez se convierten en metas para las instituciones, siendo esto un reflejo en el desempeño académico de los estudiantes. Temas como: motivación y liderazgo hacia la ruta de la calidad educativa, la escuela como territorio de paz, una pedagogía para después de los acuerdos de paz, liderazgo educativo y transformación del liderazgo, y la gestión del cambio. Han sido los temas a tratar en los diferentes encuentros.

Para la inscripción del formulario pueden dirigirse al siguiente enlace: formulario VI Encuentro de Directivos Docentes y Coordinadores de Educación

Por: Jessica Beltrán. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Un viaje por Colombia a través de sus frutas más representativas

Colombia se caracteriza por ser uno de los países con más diversidad del mundo, tanto a nivel cultural, como a nivel biológico. Uno de los aspectos más importantes y del que depende en cierta parte dicha diversidad es el clima, pues cada región cuenta con condiciones climáticas distintas que hacen que de sus suelos broten frutos muy típicos de cada territorio.

En la Región Caribe se puede encontrar el níspero costeño, un fruto redondo y carnoso de color marrón claro reconocido por sus propiedades digestivas y diuréticas, con un contenido alto de minerales, proteínas y fibra. Se puede consumir en ensaladas, sorbetes, salsas y postres, y su principal productor es el departamento del Magdalena.

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Siguiendo por el Pacífico colombiano y a cargo del Cauca como líder productor, se encuentra el chontaduro; con forma circular y de color naranja rojizo tiene un aporte nutricional importante de proteínas, aceites, vitaminas liposolubles y minerales. Se puede comer cocido o crudo y acompañado de miel, sal, leche condensada, limón o vinagre.

En cuanto a la Región Andina uno de sus frutos atractivos es el lulo, de sabor ácido y con un color naranja encendido tiene un alto contenido de vitamina C y además es muy rico en fibra, hierro y calcio. Se consume generalmente en jugos y sorbetes y su principal productor es el departamento del Huila.

En el Vichada, ubicado en la Región Orinoquia se encuentra con facilidad  el marañón, un fruto muy llamativo con un aspecto semi alargado, también conocido como nuez de marañón. Tiene un excelente aporte de fibra, proteína y diversos ácidos grasos ideales para reducir el colesterol, así como vitaminas B1, B2, C y E. Tras pasar un proceso adecuado, se consume como fruto seco, en ensaladas o postres.

Otro fruto exótico de nuestro país es el copoazú, cuyo líder productor es el departamento del Caquetá, ubicado en la Amazonía. Su aspecto es el de un coco alargado y su interior de color blanco y carnoso contiene fósforo, pectina, calcio y vitamina C. Se utiliza para la elaboración de jugos, mermeladas, compotas, gelatinas y dulces.

Finalmente, endémica de la Región Insular y producida principalmente en San Andrés, se encuentra la fruta de pan. De forma redondeada y color verde esta fruta tiene una alta cantidad de agua e hidratos de carbono en forma de almidón, además contiene proteínas y lípidos. Es el acompañante de varios platos típicos de esta región y se consume asado, cocinado o crudo según su nivel de madurez.

Conoce también algunos datos sobre la exportación de frutas colombianas.

Por: Karina Porras Niño. Periodista.

Juegos Tradicionales, una fuente de identidad para fortalecer la cultura campesina en Pitalito

Bruselas es un territorio que conserva la idiosincrasia y cultura campesina del sur del Huila. También es conocido tanto por la producción como la calidad del café. Sin embargo, los Juegos Tradicionales han logrado generar un tejido social y cultural que es necesario destacar y seguirle el ritmo, pues en los tres días lo que se vivenció fue una de las facetas de la construcción de los bruselenses.

El señor Edolio Gutiérrez Rodríguez, conocido como el “Palma Liberal” o “Pollito”, nació por los mismos días del Corregimiento, 28 de enero de 1950. Apenas escucha las palabras Juegos Tradicionales su mano izquierda hace el gesto de lanzar el tejo, expresa que dicho juego es lo más democrático, porque hay que plantear las reglas con los jugadores.

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Conoce el territorio, o mejor, lo ha caminado, tiene a Bruselas en su memoria, recuerda las primeras diez casas que estaban alrededor del parque principal, recuerda con picardía la plaza de mercado, pues ahí era donde se discutía de la política regional.

Cada año los Juegos Tradicionales se fortalecen sin perder el horizonte, o mejor, el baile del trompo que es uno de los concursos representativos de dicha celebración. Como lo afirma el gestor de los Juegos, Salomón Artunduaga, es un espacio para volver a encontrarnos, compartir lo que hemos sido por años.

Y es que las distintas actividades como el minitejo, el concurso de trompo, la carreta de guadua, encostalados, carrera de buguis, carro de balineras, rueda de balineras, seis pies, arriero, entre otros, tienen como componente central la construcción de paz, tomando en cuenta la historia, la cultura y dinámicas particulares de cada campesino, que determinan la identidad de la región.

El trueque es uno de los espacios destacados. Campesinos sacan sus productos ya sea para intercambiar o vender, un encuentro dedicado a lo que se cultiva en la región, una forma de narrar el territorio.

Concursos como el del tamal o la chicha, hacen sentir viva la memoria colectiva; ya no es un expositor o un concursante, alrededor se crea un clímax de identidad. El sorbo de la chicha de uchuva, de maíz, de caña, de miel de abeja, van aflorando los recuerdos de los asistentes, el tejido se va creando, las preguntas sobre las recetas son un pretexto para volver a la cuna.

Estas iniciativas culturales son una apuesta para hablar desde los territorios de las innumerables construcciones sociales que generan los campesinos, recopilar los juegos tradicionales es una invitación a reflexionar sobre los cambios sociales, culturales y económicos que se están viviendo en las regiones, sobre todo en este momento en el que el rol del campesino es visto como solo productor de alimento, y queda claro que es un generador de espacios esenciales en la cultura del sur del Huila.

Por: José Toledo. Investigador Cultural. Habitante de Pitalito
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Ecología integral, la gran reflexión del episcopado colombiano

El lunes 3 de febrero tuvo inicio la versión número ciento nueve de la Asamblea Plenaria del Episcopado con la ecología integral como tema central. En este encuentro, los prelados finalizan su ciclo de reflexión sobre la evangelización de lo social. La jornada tuvo inicio con una Eucaristía presidida por monseñor; Óscar Urbina, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.

En su discurso inaugural, monseñor mencionó que las causas de la actual crisis socio ambiental, tienen un origen y es la falta de ética y espiritualidad; por lo que es necesario una nueva manera de pensar y vivir la relación con la tierra y el medio ambiente. Así, fomentar la conciencia de la relación de las personas en el medio natural que habitan y la importancia que el mismo tiene para la vida.

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Mencionó además la importancia de la atención a los pueblos indígenas por lo que desde este tema se les debe proteger. proponer líneas de acción y programas pastorales que puedan integrarse a los planes diocesanos, para la formación en el cuidado de la casa común. Los desafíos que tiene la iglesia en este tema son: Buscar la conversión pastoral, ecológica y cultural.

«Una labor grande que tiene la iglesia es sensibilizar para tener una actitud totalmente nueva frente a la ecología, la selva, los bosques y ecosistemas. Se busca desarrollar una ecología integral en Colombia”, asegura Monseñor Nelson Jair Cardona, obispo de San José del Guaviare.

Para el desarrollo de la asamblea se contará con expertos en la materia. En el caso de minería, medio ambiente, tierras, agua, deforestación y biodiversidad, entre otros, habrá participación por parte de la Universidad Santo Tomás, el Ministerio del Medio Ambiente y la Fundación Social.

Durante el encuentro habrá un espacio para el respectivo aporte por parte de los obispos que asistieron al Sínodo de la Amazonía convocado por el papa Francisco en octubre de 2019.

Por: Jessica Beltrán. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

Reaparece en Bolivia la rana de cristal, una especie que se creía extinta

La rana Bejarano también conocida como rana de cristal es un anfibio perteneciente a la familia Centrolenidae, se caracterizada por poseer la piel del vientre transparente lo que permite visualizar en algunos casos su corazón latiendo o su tracto digestivo. Esta especie puede medir entre 19 y 24 milímetros y su peso varía entre los 70 y 80 gramos.

Nativa de las zonas boscosas de los Andes Bolivianos, la rana de cristal no era vista desde hace casi dos décadas, por lo que su reaparición el pasado 08 de enero se ha considerado una esperanza para la protección y conservación de esta y otras especies endémicas del país.

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Dicho descubrimiento sucedió en el Parque Nacional Carrasco ubicado al este de la ciudad de Cochabamba, durante una jornada de rescate de reptiles y anfibios adelantada por un equipo de investigadores que trabaja por la mitigación de los impactos ambientales del Proyecto Hidroeléctrico Ivirizu.

Se encontraron cinco ejemplares machos de los cuales dos fueron reubicados en la zona lejos de la intervención humana, los otros tres fueron trasladados al Centro K’ayra del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny para resguardar e investigar  la especie, lo que permitirá fortalecer los conocimientos respecto a esta rana y el ecosistema en el que habita. Cabe mencionar que, se espera a futuro un proceso de reproducción y así su repoblamiento.

Por: Karina Porras Niño. Periodista.

Moropik y los seres del agua, una manifestación artística del pueblo Misak

Los Guambianos, más conocidos como Misak son un pueblo indígena asentado en el departamento del Cauca, principalmente en los municipios de Silvia y Piendamó. Para el año 2005 la población era de 21.085  personas, de las cuales el 50,4% eran hombres y el 49,6% mujeres, datos reportados por el Censo realizado en dicha fecha. Su lengua materna es Wampi-misamerawam y representa un factor fundamental para la conservación de su cultura.

Los Misak se caracterizan por el trabajo mancomunado para la producción agrícola y la protección del territorio, así como por ser la gente del agua, pues de acuerdo a su cosmología su vida se debe gracias a los nacimientos de este elemento entre las montañas, es por esto que atribuyen un valor superior al agua y sus distintas formas de existencia.

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El reconocimiento y la comunicación con la Madre Tierra es indispensable para esta comunidad indígena, por lo que son tan importantes los moropik, sabios que tienen el poder de trabajar con el agua y sus seres, conectados de tal manera que pueden atraerla, alejarla o transformarla. Como el caso del taita Juan Bautista Ussa, un moropik que plasmó en sus pinturas las sensaciones y mensajes recibidos en hermandad con el agua.

Obras creadas durante las décadas de 1980 y 1990 en la vereda Peña del Corazón ubicada en el municipio de Silvia, Cauca y que años después saldrían a partir de la gestión de la antropóloga Sandra León para ser expuestas en la Universidad Nacional, el Jardín Botánico y la Universidad del Tolima.  Estas pinturas se pueden apreciar actualmente y gracias a la donación del antropólogo Luis Guillermo Vasco, en el Museo Nacional de Colombia ubicado en Bogotá.

La exposición llamada “Moropik y los seres del agua” estará disponible hasta el 26 de febrero del presente año y  cuenta con un total de 15 pinturas que están acompañadas por una serie de textos; fruto del trabajo de Guillermo Vasco, Sandra León, los taitas Misael Aranda, Abelino Dagua y la profesora Mercedes Tumiñá.

Por: Karina Porras Niño. Periodista.

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