A pocas horas de haber concluido Platzi CONF Bogotá, el reconocimiento a Radio Sutatenza y la Fundación Acción Cultural Popular (ACPO) ha dejado una marca indeleble en la memoria de los asistentes. Este homenaje destacó el papel fundamental que ACPO y las Escuelas Radiofónicas, hoy denominadas Escuelas Digitales Campesinas, jugaron en la construcción de un modelo educativo innovador, que desde mediados del siglo XX ha impactado a millones de personas en las zonas rurales de Colombia y América Latina.
Radio Sutatenza, fundada por Monseñor José Joaquínen 1947 en el corazón del Valle de Tenza, Boyacá, se convirtió en un referente global al enseñar a leer y escribir a más de cuatro millones de colombianosdurante sus primeros 40 años. Hoy, su legado se extiende a ocho millones de habitantes rurales en más de 1,000 municipios, consolidándose como uno de los proyectos educativos más significativos de la historia contemporánea.
«La startup de educación de 1947» capturando la esencia de Radio Sutatenza.
El evento inició con la proyección del documental «La startup de educación de 1947», una obra audiovisual que captura la esencia de Radio Sutatenza: un proyecto visionario que, mediante la radio, rompió las barreras del analfabetismo en las zonas más apartadas del país. Este documental resaltó cómo, en una época de limitados recursos tecnológicos, la emisora logró llevar educación a través de su modelo pedagógico de Educación Fundamental Integral, generando desarrollo en los rincones más remotos de Colombia y afectando directamente la vida de millones de campesinos. Se destacó que, más allá de la alfabetización, Radio Sutatenza impulsó una transformación cultural y social en el ámbito rural, proporcionando acceso a conocimientos prácticos y valiosos para la vida diaria de los campesinos.
Radio Sutatenza: La Revolución Educativa que Transformó el Campo Colombiano.
El clímax de la jornada fue la intervención de la historiadora Diana Uribe, quien ofreció una profunda reflexión sobre el significado histórico y social de Radio Sutatenza. Uribe destacó cómo esta emisora no solo representó una herramienta de alfabetización, sino que también jugó un papel crucial en la construcción de una identidad campesina digna y orgullosa, a través de la música, la tradición oral y la pedagogía. “Radio Sutatenza es un ejemplo de cómo la educación puede ser un motor de transformación social a gran escala, un proyecto que, a través de la radio, sembró las bases de lo que hoy consideramos educación democrática, inclusiva y accesible”, afirmó Uribe. La historiadora subrayó cómo este proyecto visionario, que comenzó con una pequeña emisora en el Valle de Tenza, Boyacá, se expandió por América Latina y se convirtió en un modelo a seguir para la educación rural en la región.
Raíces de la Educación Rural: Un Recorrido Visual por Radio Sutatenza y su Legado por Juan Pablo Angarita.
Así mismo, la exposición curada por Juan Pablo Angarita complementó la narrativa con una selección de objetos y fotografías históricas que mostraron el impacto tangible de Radio Sutatenza en las comunidades rurales. La muestra permitió a los asistentes conectarse con la historia viva de la emisora, desde sus primeros transmisores hasta los manuales de alfabetización que transformaron la vida de millones de campesinos. Angarita subrayó la relevancia de esta exposición como una forma de preservar y difundir el legado de Radio Sutatenza, destacando la importancia de recordar cómo la educación puede cambiar realidades cuando se lleva a cabo con innovación y compromiso social.
El homenaje a Radio Sutatenza y la Fundación ACPO en Platzi CONF Bogotá es un recordatorio contundente del poder transformador de la educación, especialmente en los contextos más vulnerables y marginados. A través del documental, la conferencia de Diana Uribe y la exposición histórica, se reafirmó la importancia de continuar construyendo sobre el legado de aquellos pioneros que vieron en la radio y en la educación a distancia una oportunidad para dignificar la vida de millones de campesinos. En un mundo cada vez más digitalizado, el impacto de Radio Sutatenza y ACPO sigue siendo un ejemplo inspirador de cómo la educación puede cambiar realidades, romper barreras y construir un futuro mejor para todos.
Desde los 15 años, el padre Reinaldo Cañas Cruzado comenzó a recopilar de manera oral la historia de Morales, Bolívar. En cuadernos de apuntes y luego en textos mecanografiados, fue construyendo un relato que abarca siglos de historia de esta población situada en la margen occidental de la Isla de Morales. Ahora, su obra, que nunca pudo ver publicada en vida, está disponible para las futuras generaciones, llevando la historia de Morales más allá de sus fronteras físicas gracias a la tecnología.
Morales, fundada el 22 de septiembre de 1610 por el ciudadano español Pedro Vicente de Morales, ha sido testigo de acontecimientos significativos que han marcado la historia del sur del departamento de Bolívar. Esta comunidad, situada estratégicamente en una isla para protegerse de los ataques de las tribus indígenas Simoes, Curecas y Tánaneos, comenzó su vida como un refugio en una región marcada por la caza y la pesca.
A lo largo de los siglos, Morales se consolidó como un centro de fe y actividad económica. La construcción de su primera iglesia en 1630 y la llegada de los sacerdotes jesuitas en 1723 son ejemplos claros de la importancia espiritual y social que tuvo la población en la región. Los jesuitas, con su misión evangelizadora, crearon las haciendas San Bartolomé de la Honda y Santa Rosa de Arenal, impulsando el desarrollo agrícola y la expansión del cristianismo.
La Transformación de Morales
Uno de los episodios más destacados en la historia de Morales fue la llegada del emperador alemán Juan Bernardo Bautista Elbres en 1821, quien introdujo la navegación a vapor en el río Magdalena. Este hecho no solo transformó la economía de la región, fomentando el cultivo y exportación de tabaco de alta calidad hacia Estados Unidos y Alemania, sino que también marcó un hito en la modernización del transporte fluvial en Colombia.
Sin embargo, la historia de Morales también tiene sus momentos oscuros. En 1912, un voraz incendio destruyó gran parte del pueblo, y el tesorero municipal, Tobías Badillo, fue injustamente acusado del siniestro, lo que lo llevó a huir y refugiarse en San Cristóbal, Venezuela, y más tarde en Ecuador. Este episodio, aunque trágico, es un ejemplo del espíritu de resistencia y solidaridad que caracteriza a los moraleros, quienes reconstruyeron su pueblo con esfuerzo y dedicación.
Hoy, Morales Bolívar sigue siendo un referente histórico en la región, no solo por su pasado cargado de acontecimientos significativos, sino por el compromiso de su gente con la preservación de su identidad y cultura. El libro Relatos Históricos de Morales de Reinaldo Cañas Cruzado es un legado invaluable que conecta a las nuevas generaciones con sus raíces, recordándoles la importancia de conocer y valorar la historia de su tierra. En un mundo cada vez más globalizado, la difusión de este relato representa una oportunidad para que Morales sea reconocido en su justa medida como un símbolo de la riqueza cultural del Caribe colombiano.
PLACA es un mecanismo regional de colaboración voluntaria que busca crear un espacio de soluciones climáticas, intercambio de conocimientos, tecnologías y prácticas, entre especialistas ligados al mundo agrícola y ministerios de Agricultura de los países, y donde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), oficia como secretaría.
El concurso regional fue impulsado por el Grupo de Trabajo Temático Gestión de Conocimientos de PLACA. El objetivo, este año fue encontrar soluciones innovadoras que contribuyan a la adaptación y mitigación del cambio climático en la ganadería, a través de buenas prácticas en alimentación, reproducción y manejo; gestión y manejo de recursos forrajeros y piensos; rescate y conservación de recursos genéticos; tratamiento y aprovechamiento de estiércoles y residuos de lecherías; y con estrategias integrales para el bienestar de animales, personas y el medio ambiente.
Que países integraron estas soluciones climáticas?
En el certamen postularon productores y productoras, asesores rurales, académicos e investigadores, así como profesionales de instituciones públicas y privadas, provenientes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
“El concurso invita a repensar el uso de recursos locales habituales y de bajo costo que contribuyan a la sostenibilidad de la ganadería (bovinos, ovinos y caprinos) mediante la adaptación y mitigación al cambio climático”, explicó María Mercedes Proaño, Oficial de Financiamiento Climático de la FAO.
Esta iniciativa pone a disposición de los actores del sistema de extensión, conocimiento y aplicabilidad sobre proyectos ya implementados y que han generado un impacto positivo en sus localidades. PLACA, en su sitio web, cuenta con un banco de soluciones prácticas y tecnológicas de bajo costo, con el propósito de democratizar información que puede ser replicada en distintos territorios.
Mediante este concurso se refuerza el compromiso de PLACA con la resiliencia climática y la sostenibilidad agropecuaria en América Latina y el Caribe, fomentando prácticas que no solo incrementen la productividad, sino que también generen co-beneficios sociales y ambientales para agricultores y comunidades rurales.
El paro camionero que afecta a varias regiones de Colombia ha llevado a los campesinos productores de leche en departamentos como Boyacá, Cundinamarca y Antioquia a tomar medidas desesperadas para evitar que su producción se pierda. Ante la imposibilidad de transportar su producto a los centros de acopio, muchos han optado por regalar la leche en sus comunidades. En Boyacá, los campesinos piden con urgencia un corredor humanitario para movilizar 290.000 litros de leche atrapados debido al bloqueo de las vías.
Departamentos que optan por regalar la leche debido al paro camionero:
El bloqueo de las vías principales en Boyacá, Cundinamarca y Medellín ha generado una crisis en la cadena de suministro de leche. Los productores, especialmente aquellos con pequeños hatos lecheros, se han visto forzados a regalar la leche a sus comunidades para evitar que se eche a perder. Marleny Mendieta, productora de Boyacá, explicó: “Nos ha tocado regalar la leche. Ya hemos perdido mucha cantidad que no se ha podido recoger, y eso afecta nuestro sustento”.
En Medellín, los ganaderos de Aranzazu han tomado decisiones similares. Ante la imposibilidad de distribuir la leche a las pasteurizadoras y centros de acopio, decidieron regalarla en el casco urbano. Gustavo Gómez, vocero de los ganaderos, informó que entre el miércoles y jueves de esta semana, repartieron más de 900 litros de leche a la comunidad. “No queríamos perderla, así que preferimos regalarla antes de que se echara a perder,” comentó Gómez.
Fotos | Diego Salgado | LA PATRIA Ganaderos de Aranzazu (Caldas) regalaron este jueves, 5 de septiembre, 140 litros de leche a la comunidad.
Mientras tanto, en Cundinamarca, exactamente en Mosquera, las pérdidas también se multiplican. Los campesinos han organizado pequeñas jornadas de distribución gratuita, buscando que al menos parte de su producción llegue a quienes la necesitan. Sin embargo, el impacto económico es devastador. En Boyacá, se estima que las pérdidas ascienden a 600 millones de pesos, debido a que 290.000 litros de leche no han podido ser recogidos ni transportados.
El gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, solicitó la habilitación inmediata de un corredor humanitario que permita el paso de productos perecederos. “Necesitamos que se abra un espacio para que nuestros campesinos puedan sacar su producción. Esto no solo afecta a Boyacá, sino a todos los consumidores del país”, declaró Amaya.
La situación sigue siendo crítica en varias regiones del país. Con el paro camionero sin señales de resolución inmediata, los campesinos de Boyacá, Cundinamarca y Medellín enfrentan una creciente incertidumbre. La apertura de corredores humanitarios se presenta como la única solución viable para evitar una catástrofe económica en el sector lechero. En un país donde el campo juega un papel central en la economía y en la seguridad alimentaria, garantizar la movilidad de los productos es una necesidad urgente para preservar el sustento de miles de familias campesinas.
Reconociendo la importancia de las escuelas y el rol fundamental de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la construcción de paz con la naturaleza, diversas organizaciones de la sociedad civil, en colaboración con entidades gubernamentales, han organizado seis Cumbres Territoriales de Paz con la Naturaleza. Estas cumbres se celebrarán en el marco de la COP16 de Biodiversidad que este año tendrá lugar en la ciudad de Cali.
El objetivo principal de estas cumbres es fomentar las ciudadanías ambientales mediante el diálogo escolar, comunitario e institucional, centrado en el cuidado de la vida. Además, buscan fortalecer las redes interculturales e intergeneracionales de educación para la paz.
Organizaciones como Educapaz, el Instituto Colombo-Alemán para la Paz (CAPAZ) y Amazon Conservation Team (ACT) han unido esfuerzos con instituciones y organizaciones sociales locales para desarrollar estas cumbres. El enfoque está puesto en las escuelas y comunidades que habitan ecosistemas estratégicos para Colombia y el planeta. Asimismo, cuentan con el apoyo del Ministerio de Educación Nacional, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Parques Nacionales Naturales de Colombia.
¿Por qué hablar de paz con la naturaleza en las escuelas?
El extractivismo, la deforestación, la contaminación y la degradación ambiental, junto con la violencia hacia defensores ambientales y los efectos del conflicto armado, desafían a las escuelas como espacios clave para el encuentro, el debate y la construcción de acuerdos para la protección de la vida.
A través de iniciativas como los semilleros escolares de paz con la naturaleza y otras experiencias educativas centradas en el cuidado del territorio, niños, niñas, adolescentes y jóvenes han desarrollado propuestas que destacan la conexión socioemocional con sus entornos, el ejercicio de ciudadanías ambientales, la implementación de prácticas restaurativas y el diálogo entre saberes tradicionales y conocimientos científicos.
Notas de interes:
De cara a la COP16: las cumbres como espacio de reflexión y acción.
Las Cumbres Territoriales de Paz con la Naturaleza son el resultado de círculos pedagógicos desarrollados por Educapaz y Parques Nacionales Naturales de Colombia en 67 escuelas situadas en 9 áreas protegidas del país, así como de otras experiencias comunitarias en la Amazonía y la Sierra Nevada de Santa Marta. Estos procesos se han consolidado como herramientas para visibilizar las iniciativas de los jóvenes frente a los desafíos socioambientales contemporáneos, especialmente en el contexto de la COP16.
Durante el evento en Cali, las cumbres se desarrollarán en la Zona Verde bajo el lema «Escuelas, niñeces y juventudes para la construcción de paz con la naturaleza», un espacio diseñado para fomentar la participación ciudadana, el diálogo intercultural y la creación de redes de jóvenes en torno a la educación ambiental y la paz.
Las cumbres se centrarán en siete temáticas clave:
Niñas y niños cuidadores de la biodiversidad.
Juventudes, ciudadanías ambientales y paz con la naturaleza.
Prácticas restaurativas y conocimientos ancestrales para la paz con la naturaleza.
Diálogo entre la escuela y otras formas de educación para el cuidado del territorio.
Transformaciones territoriales desde la escuela: ciudadanías ambientales para la paz.
El rol de las mujeres en la educación y gestión comunitaria de la biodiversidad.
Sistemas de conocimientos tradicionales y científicos en la toma de decisiones ambientales.
Cronograma de las Cumbres Territoriales de Paz con la Naturaleza
La Julia, Uribe (Meta): 13 y 14 de septiembre
Santa Marta (Magdalena): 20 y 21 de septiembre
Mocoa (Putumayo): 27 y 28 de septiembre
Leticia (Amazonas): 1 y 2 de octubre
Cali (COP16, Zona Verde): 29 de octubre
Estas cumbres no solo son un espacio de reflexión, sino una acción concreta hacia la construcción de paz con la naturaleza, integrando a las nuevas generaciones en la defensa de nuestro planeta y su biodiversidad.
Desde el inicio del paro camionero el 30 de agosto, las interrupciones en las principales carreteras han causado un incremento preocupante en los precios de los alimentos. Esta situación afecta gravemente a las ciudades más dependientes del transporte terrestre, como Bogotá y Medellín, donde los aumentos alcanzan hasta el 60% sobre todo en verduras y frutas. Los bloqueos impiden la llegada de mercancías, lo que genera escasez y presiona al alza los costos para los consumidores.
La Personería de Bogotá alertó una posible afectación a la seguridad alimentaria por los bloqueos, dado que el precio de las frutas habría repuntado entre 11 % y 60 %, mientras que el de las verduras ha subido entre 40 % y un 60 %.
Afectaciones alimentarias debido al paro camionero
Así mismo, la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) ha expresado su preocupación por el impacto del paro camionero en la economía rural y urbana. Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, advirtió sobre las consecuencias que los bloqueos traerán para el abastecimiento de alimentos en ciudades clave como Bogotá. Según Bedoya, departamentos como el Meta, grandes productores de arroz y cerdo, se ven especialmente afectados, ya que gran parte de su producción está destinada a la capital.
El impacto del paro no solo se siente en el mercado local. El sector bananero también está en crisis, con 220.000 cajas de guineo están paralizadas en Santa Marta, así como 160 toneladas de aguacate hass que no pudieron llegar a su destino. Estas pérdidas generan repercusiones económicas significativas, con productores que enfrentan el riesgo de que sus productos sean rechazados en los mercados internacionales.
Por su parte, Fenavi, la Federación Nacional de Avicultores, ha reportado un impacto severo en el sector avícola. Según su presidente, Gonzalo Moreno, más de 17 millones de aves están en riesgo debido a la falta de alimentos, lo que podría llevar a una crisis en la producción de pollo y huevos, productos esenciales en la dieta de los colombianos.
Aumento en el precio de los alimentos en varias ciudades del país (infobae).
Las ciudades más afectadas, como Bogotá, han registrado aumentos en los precios de alimentos básicos que oscilan entre el 10% y el 30%. En Medellín, Barranquilla y Cali, se han reportado incrementos similares, lo que refleja el alcance nacional del problema. Las asociaciones gremiales han advertido que, de continuar los bloqueos, la situación podría agravarse, afectando no solo la disponibilidad de productos, sino también la estabilidad económica de miles de pequeños productores y comerciantes.
Bogotá: se han registrado aumentos en los precios de alimentos básicos que oscilan entre el 10% y el 30%, dependiendo del tipo de producto.
Barranquilla: aunque los aumentos han sido menores comparados con otras ciudades, se han reportado incrementos en torno al 10% a 20% en alimentos.
Bucaramanga: los aumentos en Bucaramanga también han sido significativos con un rango del 10% al 20%.
Medellín: los precios de algunos alimentos básicos, como verduras y frutas han subido alrededor del 15% al 25%.
Cali: los precios en Cali han mostrado incrementos que pueden llegar al 20% en ciertos productos alimenticios.
La situación derivada del paro camionero en Colombia continúa siendo crítica y las alertas sobre la seguridad alimentaria crecen. Mientras los gremios hacen un llamado al diálogo para desbloquear las vías y garantizar el abastecimiento de productos, millones de consumidores enfrentan un aumento en los precios que golpea duramente su capacidad adquisitiva. La resolución de este conflicto será fundamental para evitar un descalabro económico y social mayor en el país.
La última publicación del informe Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2024 (SOFI por sus siglas en inglés) lanzado en julio pasado en el marco de la reunión del G20 en Río de Janeiro nos ofrece una visión detallada de los avances y retrocesos en la lucha contra el hambre. A nivel global, aunque hemos logrado algunos progresos, persisten desigualdades significativas: mientras África sigue siendo la región más afectada, América Latina muestra señales positivas de recuperación, reflejando el impacto de los esfuerzos concertados para mejorar la seguridad alimentaria en la región.
El camino no ha sido fácil. Tras la pandemia de COVID-19, nuestra región fue una de las más afectadas por el hambre, alcanzado en 2021 a su punto más alto de 6,9% de la población afectada, mientras que un 40,6% enfrentó inseguridad alimentaria moderada o severa. Durante varios años, observamos como los avances logrados a inicios de los 2000 fueron retrocediendo rápidamente.
Sin embargo, en los últimos dos años se ha registrado una disminución en los niveles de hambre, con una tasa del 6,2% de la población, lo que representa una disminución de 4,3 millones de personas, principalmente impulsada por América del Sur.
Inversiones en programas de protección social en varios países de la región han sido fundamentales para impulsar esta recuperación. A través de los sistemas sociales se ha podido responder rápidamente y dirigir recursos financieros disponibles de manera más efectiva hacia las poblaciones con mayor vulnerabilidad.
A pesar de los progresos de la región, las subregiones del Caribe y América Central siguen registrando desafíos en el aumento del hambre. No podemos permitirnos retroceder. Es fundamental que profundicemos en el análisis de las visiones y estrategias que han mostrado resultados positivos para continuar avanzando en este camino.
A seis meses de la Conferencia Regional de la FAO en Georgetown, Guyana, nos comprometemos a dar respuestas tangibles a las prioridades establecidas para los países para transformar los sistemas agroalimentarios y lograr una Mejor Producción, una Mejor Nutrición, un Mejor Medioambiente y una Vida Mejor.
Desde la FAO, hemos iniciado un proceso de reflexión de alto nivel junto a los gobiernos para compartir experiencias de políticas públicas orientadas a garantizar la seguridad alimentaria y nutricional.
Nuestra región, al igual que el resto del mundo, debe estar preparada para enfrentar riesgos crecientes como el cambio climático, conflictos, crisis económicas, entre otros desafíos
América Latina y el Caribe ha demostrado que, con políticas adecuadas podemos avanzar y ofrecer respuestas concretas y sostenibles. Solo con un compromiso firme podremos poner fin al hambre y a la malnutrición. Sin dejar a nadie atrás.
Mario Lubetkin, Subdirector General de la FAO, y Representante Regional de la FAO en América Latina y el Caribe
Los ministros de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino; de Justicia y del Derecho, Ángela María Buitrago; y del Interior, Juan Fernando Cristo, radicaron ante el Congreso de la República el proyecto de Ley Ordinaria que reglamenta la Jurisdicción Agraria y Rural en Colombia.
Esta iniciativa que propone fortalecer la paz y la justicia en las zonas rurales de Colombia, busca la creación de mecanismos judiciales especializados para abordar conflictos agrarios, un paso crucial en la construcción de un país más equitativo y reconciliado.
De qué trata el Proyecto de Jurisdicción Agraria y Rural.
La propuesta de Jurisdicción Agraria y Rural, presentada por el Ejecutivo, busca resolver de manera efectiva y ágil los conflictos relacionados con la posesión y tenencia de tierras, servidumbres agrarias, deslinde y amojonamiento de predios, así como disputas surgidas en las actividades de producción agraria. De acuerdo con el proyecto, esta nueva jurisdicción contará con jueces especializados que tendrán competencias claras y procedimientos rápidos, diseñados para garantizar el acceso a la justicia de las comunidades rurales, históricamente marginadas.
Foto: MinAgricultura. Con este hecho se está cumpliendo el punto uno del Acuerdo de Paz y el mandato popular para que el campo cuente con una justicia especial que se ajuste a sus necesidades.
«Esta es la apuesta más profunda por la paz», afirmó la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino. «Con reglas claras, procedimientos transparentes y jueces independientes elegidos por mérito, lograremos brindar seguridad a propietarios, ocupantes y poseedores de tierras en el campo, contribuyendo así a una mayor estabilidad y confianza en el sistema de justicia.»
Así mismo, recordó la ministra Justicia, Angela María Buitrago. “Para mí no solamente es un deber con la justicia haber coadyuvado este proceso, sino una necesidad de hacer cierto algo que históricamente ha sido negado dentro del Estado colombiano y es importante cumplirle al campo y cumplirle al campo es cumplirle a la vida. Esto es justicia social porque debemos entender que aquí existe el derecho a semilla y a la tierra. Con esta ley se rompe la tradición de discriminación y de desigualdad”.
El proyecto también ha sido respaldado por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien destacó la importancia de esta jurisdicción especializada para la reconciliación en las regiones. Según Cristo, este sistema permitirá abordar de manera más efectiva los conflictos agrarios, que durante décadas han sido un factor determinante en la violencia y la falta de desarrollo en el campo colombiano.
Un avance hacia un futuro transformador para el campo.
La Jurisdicción Agraria y Rural se vislumbra como una herramienta clave para transformar las zonas rurales, donde los conflictos por la tierra han sido un obstáculo constante para el desarrollo y la paz. Este proyecto de ley es una muestra del compromiso del Gobierno con la justicia social y la construcción de un futuro más próspero para las comunidades campesinas. Con su implementación, se espera no solo resolver disputas de manera eficiente, sino también contribuir al cierre de las brechas históricas que han afectado a las poblaciones rurales en Colombia.
Fuente: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Desde La Ceja, Antioquia, Colombia sigue marcando hitos en la exportación de cannabis. Recientemente, el país logró la admisibilidad de 180 plántulas de Cannabis sativa en la República de Macedonia del Norte, sumándose a los 12 países que ya han autorizado la importación de este producto colombiano. Este avance resalta la capacidad del país para cumplir con los exigentes requisitos fitosanitarios internacionales y proyecta a Colombia como un líder global en la industria.
Rol clave del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA)
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) ha sido un actor clave en este proceso. Desde el Aeropuerto Internacional José María Córdova, el ICA certificó el cumplimiento de los requisitos fitosanitarios exigidos por Macedonia del Norte, permitiendo el envío del material vegetal in-vitro. Esta exportación se realizó bajo la estricta supervisión de las Resoluciones ICA 3168 de 2015 y 539 de 2022, que regulan el manejo y la exportación de productos de cannabis en Colombia.
Juan Fernando Roa Ortiz, gerente general del ICA, destacó la importancia de este logro para el país: «Con el ICA más cerca de las empresas que manejan este producto, trabajamos para el crecimiento del sector de cannabis y su impacto económico a nivel nacional. Esta industria genera divisas, empleo y bienestar en el campo».
🗣️Exportamos material vegetal de cannabis in-vitro a la República del Norte de Macedonia 🇲🇰 , al suroeste de #Europa. Una apuesta que desde el #ICA Seccional #Antioquia, hacemos con la inspección y el aseguramiento de los requisitos fitosanitarios. 🧵 pic.twitter.com/Llgqp1DWnQ
Richmond Seeds S.A.S, la empresa encargada de la exportación, ha estado trabajando durante seis años en la producción y proyección del cannabis medicinal en La Ceja, Antioquia. Felipe Rojas, gerente de la empresa, subrayó el apoyo del ICA y otros entes gubernamentales para alcanzar este hito: «El respaldo del ICA y de los ministerios de Justicia y Comercio ha sido crucial para lograr esta exportación y continuar ampliando nuestras operaciones a nivel internacional».
Impacto y perspectivas para el futuro del cannabis colombiano.
Colombia sigue ampliando sus horizontes en el mercado internacional de cannabis medicinal, con Antioquia a la vanguardia. Esta nueva exportación no solo fortalece la presencia del país en la industria, sino que también abre nuevas oportunidades para productos agrícolas no tradicionales de alta calidad. Con el respaldo de instituciones como el ICA, el país continúa posicionándose como un líder en la exportación de cannabis medicinal, impulsando el desarrollo rural y la economía nacional.
Colombia cuenta con requisitos fitosanitarios para exportar material vegetal de propagación de cannabis a países de la Unión Europea, Costa Rica, entre otros y semilla sexual a Argentina, Canadá, España, Estados Unidos, Inglaterra, Lesoto, Perú, Uruguay, Suiza y Tailandia.
En una reciente entrevista con el periódico Elcampesino.co, Juan Daniel Oviedo, exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y actual concejal de Bogotá por el movimiento Con Toda Por Bogotá, abordó uno de los temas más cruciales para el desarrollo del país: la calidad de vida de los campesinos y su autorreconocimiento. Con la experiencia que le otorga haber dirigido la entidad estadística más importante de Colombia, Oviedo ofreció una visión profunda y documentada sobre la situación del campesinado, destacando las cifras de la reciente Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) y subrayando la importancia de reconocer a los campesinos como sujetos de derechos fundamentales.
Oviedo, conocido por su rigor técnico y enfoque analítico, subrayó la importancia de visibilizar las realidades del campo colombiano. En entrevista, destacó: «El reconocimiento del campesinado como sujeto afirmativo de derecho es un avance significativo para proteger sus intereses y bienestar. Este reconocimiento busca garantizar que sus voces sean escuchadas en el ámbito legislativo y social. La cuantificación del autorreconocimiento es esencial para definir con precisión qué significa ser campesino y así asegurarlo como sujeto constitucional de derechos”. Por tanto, los datos de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) no solo reflejan la situación actual de los campesinos, sino que también subrayan la urgencia de implementar políticas que aseguren su bienestar y su pleno reconocimiento como actor clave en el desarrollo rural sostenible del país
La importancia de la calidad de vida de los campesinos en Colombia.
En 2023, la UNESCO otorgó al campesinado colombiano el estatus de sujeto de derecho constitucional, consolidando un avance significativo en el reconocimiento de sus prerrogativas. Este estatus no solo enaltece su papel en la economía y cultura nacional, sino que también refuerza su derecho a la protección estatal. La calidad de vida de los campesinos adquiere un nuevo valor en este escenario, al ser ellos los garantes de la seguridad alimentaria y la preservación del patrimonio rural. No obstante, persisten barreras importantes, especialmente en cuanto al acceso a servicios esenciales y condiciones de vida dignas.
«Hablar de calidad de vida en el campo es hablar de la sostenibilidad de nuestra sociedad. Los campesinos son quienes proveen la seguridad alimentaria del país, pero paradójicamente, son uno de los grupos con más altos índices percepción de pobreza y menor acceso a servicios básicos,» señaló Oviedo.
El reto de mejorar la calidad de vida de los campesinos implica una transformación integral en las políticas públicas, donde el Estado debe cumplir un rol activo en la protección y promoción de sus derechos. «El campesino debe ser considerado un sujeto de derechos, tal como lo establece el marco normativo en Colombia y como se declaró en la UNESCO. Esto implica que no solo se les garantice acceso a salud, educación, empleo digno y conectividad, sino que se les dé un papel central en las decisiones para contribuir en sus territorios y modos de vida,» añadió Oviedo.
Encuesta Nacional de Calidad de Vida: un vistazo a las condiciones actuales.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE reflejan tanto avances como desafíos para la población campesina en Colombia. Entre los hallazgos se destaca un incremento del 1,86 % en el número de personas que se identifican como campesinas en comparación con el año anterior. Los departamentos con mayores porcentajes de población campesina son Vichada (67,6 %), Nariño (63,3 %) y Chocó (62,7 %).
En este contexto, Oviedo comentó: “Este incremento muestra que, cuando las políticas públicas se hacen explícitas, la expectativa de reconocimiento hace mucho más efectivo la identidad del campesino. En la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (2023) después de que la UNESCO declarara al campesino como sujeto de derechos, se evidenció un crecimiento de autorreconocimiento por parte de diferentes comunidades, campesinos indígenas, negros, generando una mayor visibilidad de las mismas”.
Sin embargo, estas cifras esconden realidades complejas. La percepción de pobreza entre la población campesina alcanzó un preocupante 69,7 % a nivel nacional, siendo más pronunciada en departamentos como Vichada (92,1 %), La Guajira (92,0 %) y Chocó (89,1 %). «Estas cifras nos muestran la realidad. No podemos hablar de desarrollo rural sin abordar de manera estructural la pobreza y el autorreconocimiento social que enfrentan nuestros campesinos,» explicó Oviedo durante la entrevista.”
Los desafíos del mercado laboral en las zonas rurales.
Además, la encuesta revela una marcada brecha de género en el mercado laboral campesino. Mientras que la tasa de desempleo para los hombres es del 6,8 %, para las mujeres alcanza el 13,1 %, lo que representa una diferencia de 6,3 puntos porcentuales. Este dato evidencia la necesidad de políticas diferenciadas que aborden las desigualdades de género en el campo, un tema que Oviedo destacó como prioritario:
«Para mitigar estas brechas, es esencial superar los estereotipos estructurales. En Colombia, dos terceras partes de la población adulta considera que las mujeres son más aptas para las tareas domésticas que los hombres. Esto contribuye a la desescolarización temprana de las niñas campesinas, quienes a menudo se ven obligadas a abandonar la educación para ayudar en el hogar y en la producción agrícola.”
El reto del envejecimiento de la mano de obra rural y la educación campesina.
Así mimo, una de las preocupaciones en Colombia, es el envejecimiento de la mano de obra en el sector agropecuario colombiano, un fenómeno que ha generado incertidumbre entre expertos y líderes rurales, ya que afecta la competitividad del sector y limita las posibilidades de innovación en la producción agrícola. La falta de relevo generacional se relaciona directamente con la falta de oportunidades educativas para los jóvenes en zonas rurales. En este contexto, garantizar una educación adecuada y accesible en las áreas rurales se convierte en una medida esencial para detener este envejecimiento y fomentar el desarrollo sostenible del campo colombiano. Como se ha expresado:
«El envejecimiento de la mano de obra rural en Colombia y la desescolarización de las niñas campesinas están afectando de manera crítica la competitividad del sector agropecuario. La falta de acceso a oportunidades educativas en las zonas rurales no solo perpetúa la alta tasa de desempleo entre las mujeres campesinas, sino que también refuerza las desigualdades de género que limitan su autonomía económica. Es urgente implementar una educación pertinente que desafíe las normas sociales y estereotipos de género. Además, es necesario desarrollar modelos de vinculación laboral flexibles que permitan a las mujeres campesinas acceder a empleos remunerados y dejar de ser vistas únicamente como mano de obra gratuita.».
Educación Rural: Clave para el Desarrollo Productivo
Uno de los puntos clave que se debe tener en cuenta, para superar los desafíos que enfrentan día a día los campesinos y campesinas en Colombia, es la inversión en educación rural pues es esencial para reducir las brechas de desigualdad y proporcionar oportunidades a la juventud campesina. Para ser verdaderamente efectiva, esta educación debe incorporar un enfoque técnico y vocacional que responda a las necesidades del entorno productivo agrícola, así lo expresó el doctor en economía y actual concejal por Bogotá:
“La tecnología se presenta como una herramienta importante para el desarrollo agroalimentario del país. Sin embargo, la conectividad y el acceso a la tecnología en el campo deben ser garantizados. El desafío de cerrar brechas tecnológicas entre zonas urbanas y rurales es crucial. Se requiere de acciones afirmativas para asegurar que la tecnología no profundice las desigualdades existentes, sino al contrario contribuya al desarrollo de las mismas habilidades que ayuden catapultar el sector agroalimentario”
El Orgullo de Ser Campesino por Juan Daniel Oviedo.
Al finalizar la entrevista, Juan Daniel Oviedo reflexionó sobre el significado de ser #OrgullosamenteCampesino, recordando su propio arraigo campesino, heredado de su abuelo. Para él, este orgullo trasciende el reconocimiento individual, pues representa la importancia de visibilizar y empoderar a la población campesina, que constituye una cuarta parte de los colombianos. Según Oviedo, ser orgullosamente campesino implica invertir en los habitantes rurales, reconociendo que este sector tiene un impacto económico inmediato y es clave para impulsar la productividad agropecuaria del país. Con esta visión, Oviedo enfatiza la necesidad de focalizar los recursos y esfuerzos en las zonas rurales, promoviendo el desarrollo sostenible y el bienestar de quienes sostienen una gran parte de la economía colombiana.