Teniendo en cuenta que las abejas son consideradas el insecto volador más importante para la vida y que las cifras de su población disminuyen de una forma alarmante, el abogado Luis Domingo Gómez, el mismo que ha llevado una lucha jurídica por el oso Chucho; impuso una demanda ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca en contra de los ministerios de Agricultura y de Ambiente, el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – ANLA.
El argumento de dicha acción es pedir protección para los derechos e intereses colectivos como el goce de un ambiente sano, un equilibrio entre lo económico y lo medioambiental, y la seguridad y salubridad pública. Aspectos que se han visto afectados a corto y largo plazo con la desaparición de al menos 16.000 colmenas el año pasado.
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Por esta razón, el Tribunal falló a favor de Gómez y ordenó a las entidades demandadas coordinar una investigación sobre el impacto de cuatro productos que se están utilizando en los cultivos agrícolas. Estos son Clothianidin, Thiametoxam, Imidacloprid y Fipronil, pesticidas presentes en todas las regiones del país y que afectarían no solo a las abejas, sino a otros polinizadores.
Atendiendo al fallo y pese al desacuerdo frente a la responsabilidad de algunas instituciones, el Ministerio de Agricultura y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – Agrosavia; trabajarán de forma mancomunada durante los próximos tres meses para determinar las afectaciones de dichos productos en estos importantes animales.
El objetivo es que una vez realizado este paso, la información sea verificada y a partir de los hallazgos se evalúe la necesidad de ordenar nuevos estudios para determinar el impacto real de los pesticidas y encontrar posibles soluciones para atender la problemática. Pues cabe resaltar que el 75% de los cultivos depende de la polinización realizada por las abejas, y que de no tomar medidas urgentes se vería un desequilibrio no solo en los distintos ecosistemas sino también en la economía del país.
Por: Karina Porras Niño. Periodista.