T.P Agro entidad encargada de la protección y el uso adecuado de los recursos naturales en la producción agrícola o agroindustrial, aseguró que para poder alcanzar la innovación en el campo y no continúe ampliándose la brecha entre los países y regiones que sí saben producir y los que no, se debe disponer de políticas de seguridad alimentarias que estén orientadas a planificar los alimentos que requiere una sociedad.
Además, dijo Ferley Henao el gerente de T.p Agro que es necesario preparar a quienes son propietarios de la tierra y a los campesinos, para que sean ellos quienes desde sus necesidades puedan estructurar lo que se requiere en el campo y mejorar el conocimiento que lleve a los productores a mejorar la calidad, competitividad y rentabilidad de los cultivos.
Diagnóstico en las regiones para pensar políticas
Según Henao, si lo que se desea en el campo colombiano es lograr mejores resultados, lo que se debe hacer es un diagnóstico o caracterización para que de ese modo se alcancen cosechas más competitivas en un mercado que a diario se enfrenta con las numerosas importaciones, los Tratados de Libre Comercio – TLC -, entre otros.
“Sin la información base para saber en qué suelo, con qué agua, en qué clima, con cuáles vientos y precipitaciones vamos a trabajar es una locura sembrar. Esta es la principal causa de los males que afectan nuestro campo: la improvisación, no solamente del agricultor común sino también de las políticas de administración del sector agrícola”, manifestó Henao.
Es clave entonces, la planeación agrícola teniendo en cuenta las zonas agroecológicas y los aspectos concernientes al uso y características del suelo, el análisis de la oferta ambiental, el estudio, selección y certificación de las semillas más adecuadas, los programas de fertilización y el manejo integrado de plagas y enfermedades. Le puede interesar: Nueva Zelanda: ¿qué ofrece al sector agropecuario colombiano?
Algunas cifras de la producción en Colombia
La media en departamentos nacionales como Caldas, por ejemplo, es de 1,1 t/ha (casi 10 veces menos que Chile y Estados Unidos), lo que implica que, para cosechar 100 toneladas de maíz, estos dos países solo emplean 10 hectáreas mientras que Caldas las cosecha en casi 100 hectáreas.
Lo anterior tiene un gran impacto en la huella hídrica. En la producción de un kilo de maíz, EE.UU. o Chile destinan en promedio 900 litros de agua, en cambio, Colombia emplea 3.400 litros.
En el caso de cultivos como el tomate, la productividad promedio colombiana es de 37,0 t/ha, de acuerdo con las estadísticas de la Encuesta Nacional Agropecuaria del Dane. Le puede interesar: 3 millones de campesinos se han beneficiado con instrumentos del sector agro
Con información de Agronegocios