En Asia, Europa y América, los hongos son utilizados con fines terapéuticos y alimenticios. Los hongos comestibles, por su parte, son importantes fuentes de proteínas, vitaminas y minerales; propiedades que los convierten en un alimento apetecido a nivel mundial.
De acuerdo a la Organización de Estados Americanos, Estados Unidos, Alemania Occidental y Canadá son los principales importadores de hongos en el mundo; y los abastecedores de mayor importancia son China, Francia, Holanda y Corea del Sur. Le puede interesar: Los hongos en la gastronomía
Debido a la creciente demanda, en las últimas décadas, la producción de hongos comestibles se ha expandido en forma importante en el mercado internacional. Por lo que, a continuación, se resaltan las especies de hongos más apetecidos en el mundo.
3 especies de hongos comestibles más apetecidos
Existen tres especies de hongos comestibles que cuentan con elevados niveles de demanda en el mercado, estos son: los champiñones, las trufas y las gírgolas.
Champiñones
El champiñón es el hongo de consumo más antiguo en el mundo. Este hongo puede vivir en la oscuridad, debido a que carece de clorofila, razón por la cual no realiza el proceso de fotosíntesis.
Cuenta con alto valor proteico y es catalogado como el alimento que más cantidad de antioxidantes posee. Además, puede cultivarse de forma sencilla y comercializarse en fresco y/o procesados, lo que lo convierte en un cultivo con atractivo económico.
Trufas
Son consideradas como un tipo de hongo caro y de lujo; debido a que crecen debajo del suelo, lo que implica mayor complejidad en el momento de encontrar los cultivos y recogerlos. Además, su aroma y sabor atraen animales que las encuentran y destierran.
Son utilizadas en grandes cantidades debido a sus propiedades, entre ellas, que se les considera como un aromatizante natural. Razón por la cual se les conoce como “el diamante de la cocina”.
Gírgolas
Se trata de un tipo de hongo con bastante demanda en la cocina gourmet, debido a que cuentan con elevadas propiedades nutricionales; además, constituyen una fuente importante de selenio, elemento químico necesario para el metabolismo humano.
«Las gírgolas poseen un 3% más de proteínas que las verduras y son muy ricas en vitaminas y minerales. Además, se destacan por su alto contenido de hierro y propiedades que refuerzan el sistema inmunológico», destaca María Belén Ballester, investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina.
Por: Lina María Serna. Periodista – Editora.