Según el Presidente-Relator, “los Estados se comprometen a la mayor relevancia y voluntad política para la rápida adopción del proyecto de Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales”.
Será en la sesión de septiembre de 2018 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuando los países votarán la adopción del texto, que luego se presentará para su votación final y su adopción en la Asamblea General de la ONU.
¿Por qué la declaración?
La población campesina en el mundo representa un tercio de la población mundial, es decir 1.200 millones de campesinos que, actualmente, deben enfrentarse a una violación sistemática de sus derechos a partir de diferentes formas como: el desalojo de sus tierras y territorios, políticas de producción y de mercado desfavorables, malas condiciones de trabajo, así como criminalización y asesinatos constantes, entre otros.
Se trata de una situación que victimiza a personas que trabajan en áreas rurales, y son esenciales para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, hacer realidad el derecho a la alimentación saludable, luchar contra el cambio climático, conservar la biodiversidad y revitalizar las zonas rurales.
Es por ello que la Declaración busca establecer un nuevo estándar para los derechos humanos de la población rural. La misma promueve la soberanía alimentaria y apoya el desarrollo y la implementación de políticas socioeconómicas que mejorarán el sistema alimentario y agrícola, como resultado allanará el camino para la creación de políticas públicas a favor de los campesinos en países donde tales políticas no existen.
Así la declaración de la ONU se convertirá en una herramienta política para mejorar aún más las políticas existentes y dar una voz internacional a millones de comunidades campesinas y trabajadores rurales. (Le puede interesar: Consumo de alimentos con pesticidas está enfermando a comunidades indígenas)
Por: Mónica Lozano. Periodista – Editora.