Tras analizar diez fincas productoras de cacao bajo el modelo agroforestal –en el que se siembra con plátano y maderables-, José Norbey Gualteros Neiza, magíster en Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, concluyó que un sistema de resiliencia alimentaria efectivo tiene que ir acompañado de la diversificación de actividades en el ingreso del hogar.
Al respecto explica que “si se depende única y exclusivamente de la explotación agrícola se tiene muy baja resiliencia, es decir, poca capacidad de acceso a los alimentos ante una eventual catástrofe que afecte los cultivos”.
En la investigación se analizaron cinco fincas vinculadas al proyecto de apoyo a las alianzas productivas del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR). Otro de los parámetros con los que se eligieron las fincas participantes del estudio fue que más del 50 % de sus ingresos fueran producto de la explotación agrícola.
Lo que se encontró
En algunos de los casos el investigador se encontró con que, a pesar de entrar en esta categoría, los habitantes de las fincas tenían también trabajos alternativos con la alcaldía y la ruta del colegio de la zona. Un ingreso adicional que puede garantizar el acceso a alimentos en caso de una emergencia.
En cuanto al cultivo de productos agrícolas para el autoconsumo de quienes viven en las fincas, se encontró que aunque es importante para fortalecer la resiliencia alimentaria, no era un punto fuerte de las fincas estudiadas.
Debido a las condiciones agroclimáticas de la región solo se cultivan con este fin productos como plátano y yuca, insuficientes para garantizar una dieta balanceada.
Las alianzas productivas
El MADR intenta vincular a los pequeños productores rurales a los mercados a través de un aliado comercial formal, con propuestas productivas rentables, sostenibles y competitivas.
Según el investigador, estar involucrado en este modelo de desarrollo no fortalece la resiliencia alimentaria de las fincas de manera significativa. Esto se debe a que, si bien los objetivos de esta estrategia de aumentar los ingresos y fortalecer la asociatividad son necesarios, no son suficientes para un acceso adecuado a los alimentos.
Lo anterior se debe a que los gastos funcionales del hogar suelen ser estables y con tendencia al aumento, mientras que los ingresos en muchos casos no alcanzan a cubrir los gastos –debido a las deudas que representan alrededor del 30 % de estos-, no son estables y dependen, en este caso, de los precios del mercado y de la calidad del grano.
Por: Agencia Noticias UN