La diversidad biológica de nuestra Amazonía caqueteña, está amenazada por el tráfico ilegal de fauna silvestre.
Por: Maribel Bustamante Botache
Facilitador-San Vicente del Caguán, Caquetá
El vasto territorio que comprende la Amazonía alberga una gran diversidad de flora y fauna, alrededor del 10 % de la biodiversidad conocida del mundo se halla en el Amazonas1, podría ser base biológica para levantar un nuevo planeta. Parte de esta reserva biodiversa del planeta, se halla en siete departamentos de Colombia, entre estos el departamento del Caquetá.
Siendo parte de la región amazónica, en el Caquetá existe una diversa población de animales, que se pueden encontrar desde el piedemonte amazónico, en valles, zonas de bosque hasta llanos como en San Vicente del Caguán. Esta variedad de animales en aves, mamíferos, reptiles, insectos, está claramente amenazada debido tanto a la deforestación indiscriminada de la selva amazónica, como por el comercio ilegal (tráfico ilegal) de fauna silvestre.
La extracción de los animales desde su hábitat se da a través de las personas que viven en la zona. Un ejemplo común es el asesinato de madres de varios tipos de primates (churuco, tití, etc.) para realizar la captura de la cría y luego ser comercializada o amarrado por la cintura en alguna vivienda.
Otra forma de captura de animales salvajes se produce por el derribamiento de palmas o troncos de árboles que contienen nidos de loros (churuquero, loro real o guacamayo), donde los pichones, si sobreviven al impacto con el suelo, son llevados a las viviendas para ser criados y posteriormente vendidos.
Las especies animales que principalmente sustraen de la Amazonía caqueteña son loros, loro real, churuquero, guacamayo, comejenero, patilico; primates, churuco, mono ardilla, maicero, bebe leche; algunos mamíferos con miras comestibles como roedores, boruga; y excavadores como el armadillo, así como los cerdos salvajes, cerrillos. Estos últimos son capturados, o más exactamente cazados, para el consumo local y venta a pueblos cercanos.
Algunas especies animales como las serpientes constrictoras y reptiles como la iguana son comercializadas en menor cantidad. También es baja la caza de otros tipos de mamíferos con fines curativos o supersticiosos, como sucede con el coatí.
Ésta situación de menor proporción, contrasta con el caso más lamentable de otros integrantes de la clase de los reptiles. Desde las playas de las aguas de los ríos amazónicos, por supuesto del Caquetá, como el Caguán, el Caquetá u Orteguaza, entre otros, extraen embriones animales en desarrollo para la comercialización en gran cantidad para el consumo humano. Se habla de las tortugas de agua dulce o charapas como se les conoce comúnmente. Sus huevos son cazados y comercializados con gran facilidad en cada temporada de verano.
Si bien las autoridades realizan una labor de decomiso y sanción para quienes sean hallados en flagrancia, se requiere una concientización de la población hacia el respeto a los animales silvestres y las leyes que regulan la materia. Además del daño ambiental que se causa a la Amazonía, la fauna silvestre puede llevar a los hogares, donde son mantenidos en cautiverio, enfermedades de diagnóstico confuso que pueden terminar en casos fatales.
Por esto es de vital importancia que entendamos que el lorito que se ofrece en las esquinas de las ciudades, que se ve ¡tan lindo! es mucho más hermoso viviendo libre en el bosque de donde lo arrebataron.