Desde el año pasado la demanda del maíz incrementó notoriamente en el país, a tal punto que se tuvo que importar para cumplir con el abastecimiento de la Nación, puesto que desde 2013 se ha elevado el nivel de consumo directo que en la actualidad llega a 30 kilos. Las ciudades que más consumen este cereal son Medellín, Cali, Pereira y Manizales.
El cultivo de maíz al igual que cualquier otro en el país requiere de un gran esfuerzo por parte de nuestros campesinos; por esto, Ninibeth Sarmiento, magíster en Ingeniería Agrícola de la Universidad Nacional, determinó que existen formas de reducir los gatos sobre el cultivo de maíz si se atiende a las condiciones ideales que este necesita y que en algunas ocasiones al desconocerse lo que produce es un gasto mayor para el agricultor y un mal rendimiento del cultivo.
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En el estudio realizado por Sarmiento se tuvieron en cuenta tres territorios diferentes en el país que se sustentan de este cultivo, Valle del Cauca, Córdoba y Tolima. La primera recomendación que arroja este proceso de análisis es el uso adecuado del nitrógeno como fertilizante, puesto que aplicar dosis elevadas de este a los cultivos puede generar plantas débiles, retraso en la producción, la baja calidad en la cosecha y mayor susceptibilidad a plagas y enfermedades. La dosis indicada es de 70 kg a 170 kg por hectárea.
La investigadora menciona a la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional lo siguiente: “Para el Tolima encontramos que la fertilización fraccionada es una práctica que contribuye a incrementar el rendimiento, ya que es una zona con pendientes muy altas que originan erosión en el suelo”. Este modelo de fertilización se trata de aplicar menores dosis, pero en intervalos de tiempo más cortos, este proceso ayuda a la salinidad de la tierra, mejora la tasa de germinación y se evitan los daños por exceso de sal al cultivo.
En cuanto al departamento de Córdoba un elemento esencial a tener en cuenta es la eficacia del drenaje, esto debido a que la siembra de maíz coincide con la temporada de lluvias; la estructura de estos terrenos son muy planos y la pendiente es menor a diferencia del departamento del Tolima. Por esto, es necesario intervenir para permitir que el agua tenga una evacuación adecuada, no se estanque y genere enfermedades en la planta.
Mientras tanto, las condiciones estudiadas en los anteriores departamentos no involucran un mismo resultado para el caso del Valle del Cauca, puesto que no se pudo determinar relaciones entre clima, tierra y prácticas de manejo.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
