Los alimentos ultraprocesados son aquellos que se generan bajo un sistema enfocado en incrementar la producción de forma masiva y a bajo costo. Esto, mediante prácticas agroindustriales con productos que contienen altas cantidades de azúcar, sal, grasas saturadas y trans.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), han promovido de manera activa que los Estados adopten el etiquetado de alimentos ultraprocesados, pues aseguran que informar al consumidor sobre el contenido de un producto ayuda a tomar mejores decisiones nutricionales.
La FAO establece que se deben “adoptar medidas, en particular mediante la educación, la información y la reglamentación sobre el etiquetado, destinadas a evitar el consumo excesivo y no equilibrado de alimentos que pueden conducir a la malnutrición, a la obesidad y a enfermedades degenerativas”.
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Aunque este sistema ya ha sido incluido en las leyes de algunos países latinoamericanos como Chile, Perú, Uruguay y Argentina, en Colombia su implementación no ha podido avanzar. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Colombia las enfermedades como la diabetes, obesidad, hipertensión, los problemas renales y cardíacos, son las principales causas de muerte.
Otro dato importante es que para el 2015 el 56% de la población nacional entre los 18 y 64 años de edad, está en condición de sobrepeso u obesidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Situación Nutricional del Ministerio de Salud en Colombia.
Ante el panorama, desde hace más de 3 años un pequeño grupo de congresistas en cabeza del representante a la cámara Mauricio Toro, con el apoyo de organizaciones civiles como la Red de Padres y Madres (RedPaPaz), han tratado de impulsar la Ley de Comida Chatarra; con el propósito de implementar acciones que ayuden a los colombianos a tomar mejores elecciones a la hora de alimentarse. Sin embargo, este se ha descartado durante dos ocasiones, generando debate en el Congreso.
A grandes rasgos, la iniciativa propone añadir un sello octagonal frontal en todos los empaques de alimentos ultraprocesados, que advierta de manera clara y sencilla cuando un producto tenga altos contenidos de nutrientes críticos, tales como sal, azúcar, grasas y aditivos.
Por su parte la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), se ha mostrado en desacuerdo con esto, argumentando que su implementación es injustificada porque afectaría a las empresas que se dedican a esta industria.
Para Red PaPaz, esto es una especulación que busca que las industrias alimentarias velen por sus propios intereses económicos dejando de lado su responsabilidad con la sociedad civil en materia de salud nutricional. “Es normal que la industria quiera defenderse, pero los funcionarios se deben al mandato del pueblo, no a intereses particulares”, afirmó la entidad.
Cabe destacar que, actualmente en los productos ultraprocesados se pueden encontrar Las Guías Diarias de Alimentación (GDA). Estas son las tablas que se ubican en la parte trasera de los empaques en donde se informa mediante porcentajes el contenido de azúcar, grasas saturadas y calorías que contiene un producto; sin embargo, son datos recolectados en los años 90’s.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona – Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.