Los campesinos colombianos han vivido históricamente en medio de las más difíciles condiciones sociales y económicas, la violencia, la pobreza y el abandono del estado han hecho que el campesino sobre viva esperando que sus condiciones puedan mejorar
Por: Periódico El Campesino
Los índices de analfabetismo en Colombia alcanzaron el 15 por ciento en 2014, siendo el sector rural el que registró el mayor índice de personas que no sabían leer ni escribir, especialmente los niños y adolescentes.
La fundación Acción Cultural Popular, ACPO, nació a finales de la década de los años 40 con la férrea intensión de llevar educación a los más pobres del campo, desde aquella época ha venido educando a campesinos de varias regiones de los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Chocó, Valle del Cauca, Cauca, Caquetá, Antioquia y la Guajira llevándoles las herramientas necesarias para que puedan en conjunto avanzar en la construcción de mejores condiciones de vida.
La Escuelas Digitales Campesinas atienden a más de tres mil beneficiarios, ACPO llega a los campesinos con las herramientas pedagógicas necesarias para fomentar en ellos el deseo de aprender y de construir un entorno más amigable, solidario y sobre todo en donde ellos puedan empoderarse de los temas de su región, es decir que mediante la educación se conviertan en líderes que puedan llevar lo aprendido a sus veredas de origen.
Las Escuelas Digitales campesinas van al campesino directamente y desde allí se construyen las bases para la construcción de un futuro más prometedor teniendo a la educación como la base fundamental del trabajo en las regiones. Mediante el uso de las tecnologías de la información los campesinos que asisten a las Escuelas Digitales Campesinas tienen la oportunidad aprender y de alejarse de la pobreza.
Los campesinos beneficiados con el programa se forman en dos áreas básicas, la primera es la formación básica que les enseña alfabetización digital, liderazgo, conocimiento del medio, empresa y asociación y construcción de paz y de convivencia. En el segundo modelo de aprendizaje que recibe el nombre de formación específica, el campesino obtiene conocimientos en las áreas del conocimiento relacionadas con procesos productivos específicos, de acuerdo con la intencionalidad del aprendiz rural o la vocación productiva de la zona.