A continuación se presenta entrevista del doctor Luis Alejandro Salas, ex director de Acción Cultural Popular – ACPO, realizada por estudiantes de la Universidad Minuto de Dios en conmemoración a los 70 años de la organización:
-Acción Cultural Popular tiene por fin la educación fundamental integral cristiana del pueblo, especialmente de los campesinos adultos, mediante las escuelas radiofónicas, con sistemas que abarquen la educación básica y la preparación para la vida social y económica de acuerdo con su condición, para despertar en ellos el espíritu de iniciativa que los disponga a seguir contando con su propio esfuerzo en el trabajo de su mejoramiento personal y social”, dice como recitando un poema, el Doctor Luis Alejandro Salas Lezaca, exdirector de ACPO.
Al iniciar la entrevista mira con nostalgia el periódico, su mirada cambia a una de alegría mezclada con orgullo por haber hecho parte de este proyecto y empieza a contarnos todas estas vivencias e historias que prevalecen en su memoria:
-Empezó cuando el 23 de agosto de 1947 el padre Salcedo llegó a Sutatenza como coadjutor del párroco, y le vendió la idea a los campesinos de algo cultural para hacer la tarea de catequista y evangelizador, les ofreció divertirse con cine, música y les invito a hacer un teatro cultural, para poder cambiar ideas y comunicarse con ellos.
Ahí empezó él, siendo un radioaficionado, a comunicarse con ellos a través de la radio, pero muy rápidamente conoció la situación de los campesinos que vio era muy terrible en todos los aspectos y dijo: “aquí hay que ayudar a estas personas a que mejoren su situación globalmente”, porque cuando él quiso que ellos leyeran el evangelio no lo podían leer, porque no sabían leer, entonces pensó que de repente con la radio podemos ayudar a que ellos se alfabeticen y así nacieron las escuelas radiofónicas.
Muy pronto él vio que lo que se debía aprender no era solo a leer, escribir y llevar cuentas, sino debían tener conocimientos de higiene, religión, política, economía y su trabajo. En ese tiempo no se hablaba de ecología, hablamos de suelo, tierra, ellos hacían muchas tareas de cultivo por tradición pero no tenían ciertas técnicas, no defendían el suelo, no protegían la tierra, no cuidaban adecuadamente los animales, los querían mucho pero no sabían cómo atenderlos mejor, y por eso la tarea que se propuso fue la educación básica, tener una instrucción en todos los aspectos de la vida.
-ACPO empezó cuando el 75% de este país era campesino analfabeta, las cifras eran absurdas, había escuelas para los niños, pero los mayores estaban en la olla, ellos iban a votar en las elecciones sin una preparación política sino por tradición de ser conservadores o liberales, iban a votar sin poder leer el voto, ni saber para qué era lo que estaban escogiendo o a quién escogían, había que ayudar a que la gente se preparara más.- Sigue con su relato con tono alegre de quien cumple con su labor.
El padre Salcedo se reunía con los obispos y ellos con sus párrocos para invitarlos a que motivaran al sector campesino a adquirir sus receptores, libros, cartillas, periódico y a utilizar unas becas en los institutos campesinos que se organizaron en Sutatenza para que ellos se capacitaron y pudieran ser mejores auxiliares inmediatos.
Este auxiliar golpeaba un pedazo de riel y así convocaba a la gente para que viniera porque era la hora del aprendizaje convocaba a su gente y luego era el intérprete del profesor locutor para su grupo. Esto fue cambiando al multiplicarse los receptores hasta que podríamos decir que cada hogar era una escuela radiofónica.
De esta manera nacieron los institutos campesinos para ayudarlos en su formación.
-Nosotros siempre creímos en la dignidad de las personas- dice refiriéndose al monumento San Isidro en Sutatenza. A los campesinos antiguamente los llamaban los indios, esclavos realmente de los señores feudales; nosotros siempre los tratábamos como gente, como lo que son y ellos se sorprendían porque nunca los habían tratado así.
Cuando llegaban al instituto a hacer su curso iban en alpargatas, un vestidito supremamente pobre y una muda en su mochila, no se atrevían casi ni a levantar la cabeza. En 4 meses salían personas distintas y así regresaban a su vereda a aplicar lo que habían aprendido y motivaban a los demás para que se prepararan y vivieran mejor.
-Una cosa muy importante es que nosotros no educamos a la gente, le ayudamos a educarse, usted entra, se capacita, estudia, analiza, y decide, y resuelve y hace su vida.- Dice en forma de consejo.
Además llegaban a la gente por medio de la radio, al principio era media horita, una hora de programa, solo los domingos, después todos los días hasta al final ya teníamos frecuencia libre. También el periódico se convirtió en el 4to más importante del país, con la editorial andes, después de El tiempo, El espectador y Carvajal.
-ACPO tuvo entonces una difusión general en todo el país y hacia 1974, diría yo, que llegó al culmen de su acción de servicio a las comunidades. La fundación tuvo un alcance nacional y muchas naciones vinieron a consultar, preguntar y tomar esta iniciativa para adecuarlo y transformarlo en sus propias naciones.- Cuenta el doctor Salas.
Luego de que se suspendieran unos aportes importantes, la fundación se endeudo y quebró, -El 17 de febrero de 1989 se entregaron las emisoras de Radio Sutatenza a Caracol que fue el mejor postor, después se cerró el periódico en 1991 y después se cerraron los institutos en 1993.- Nos cuenta y por primera vez no sonríe. El país creyó que la fundación había muerto, pero aún no se había destruido la persona jurídica y estuvo durante unos años en lo que yo llamo hibernación, hasta que luego vino una dirección que está tratando de recuperar ese pensamiento y adaptar a técnicas modernas para hacer una ACPO nueva.
Se despide diciendo – Durante muchos años, yo fui encargado de hacer unas transmisiones que se referían especialmente a la salud, la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social de la persona, no solo la ausencia de enfermedad… Siempre comenzaba los programas diciendo “Salud amigos” y terminaba de la misma forma, eso quería decir, les deseo completo bienestar y somos de los mismos, cuenten con nosotros, estamos con ustedes.
Autores: Miguel Ángel Gómez, Alejandro Farias, Isabel Gaitán López y Briggith Fonseca Pinzón, estudiantes de la Universidad Minuto de Dios, Práctica Social.
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg
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