viernes, noviembre 15, 2024
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En Guaviare y Guayabero los jóvenes luchan por la Amazonía colombiana

En el marco del proyecto Amazonía Joven, en la cuenca de los ríos Guaviare y Guayabero los jóvenes trabajan por la conservación de la biodiversidad del Amazonas mediante proyectos que le apuestan a la construcción de paz y al desarrollo integral de esta importante región del país.

En las cuencas de los ríos Guaviare y Guayabero, en el Amazonas colombiano, más de mil setecientos jóvenes y más de mil familias trabajan para crear nuevos modelos de desarrollo sostenible que impulsen la equidad social, la preservación del ecosistema y la paz territorial. Estos jóvenes viven en territorios que fueron afectados por la violencia, pero hoy desarrollan una serie de actividades económicas sostenibles e inclusivas que buscan conservar el bioma amazónico, frenar la agricultura ilícita y promover la adaptación al cambio climático.

El proyecto Amazonía Joven está trabajando con estas comunidades para impulsar la conservación y la preservación de los recursos naturales y fomentar un modelo de desarrollo agrícola y rural sostenible. Entre las iniciativas que llevan a cabo las familias que forman parte del proyecto, está la venta de servicios ambientales en granjas que dedican al menos el 20% de sus tierras a la conservación, en un área que supera las 1,800 hectáreas, incluyendo a 180 fincas y 3 viveros comunitarios.

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También destacan el fortalecimiento de cadenas productivas agropecuarias sostenibles, el desarrollo de iniciativas de energía y agua potable para 80 familias y la implementación de grupos comunitarios de crédito y ahorro a nivel local.

“El proyecto les da habilidades técnicas a los jóvenes que les permiten mejorar y diversificar sus formas de producción, haciendo conciencia de la importancia de la importancia de la protección y cuidado de los suelos, el agua y los recursos naturales”, explicó Hivy Ortiz, Oficial Forestal de la FAO.

Todas estas acciones cuentan con el financiamiento del Fondo Europeo para la Paz de Colombia y el apoyo de la Representación de FAO en ese país. Amazonía Joven no sólo se ha centrado en el ámbito productivo, sino que está impulsando la cohesión social mediante actividades culturales, artísticas y deportivas, y el rescate del saber tradicional indígena, aspectos que según Ortiz son “claves para reducir la migración de los jóvenes a centros urbanos, ya que propician espacios que generan empleo, pero también crean ambientes sociales”.

El rescate de las tradiciones indígenas

Amazonía Joven ha puesto gran énfasis en revitalización de las culturas indígenas en relación con sus sistemas de producción y alimentación. Para lograrlo, ha impulsado el desarrollo de las “chagras” indígenas, un sistema de producción tradicional que refleja la cosmovisión de los pueblos indígenas, y en el cual se plasma su historia, sus costumbres y el manejo de la naturaleza, es un espacio de enseñanza y aprendizaje.

Estos sistemas impulsan la autonomía y el arraigo al territorio, y fueron implementados en el resguardo indígena Caño Negro (24 chagras) y en el resguardo indígena la Asunción (11). Amazonía Joven también impulsó una ruta de caza, pesca y recolección, para fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional del pueblo indígena Nukak, una de las últimas tribus nómadas de América.

Debido al conflicto armado, el pueblo Nukak fue desplazado de su territorio tradicional y es por esto que la ruta de pesca busca fortalecer su seguridad y autonomía alimentaria mediante la implementación de prácticas tradicionales, garantizando su acceso a los alimentos y generando un proceso de revitalización cultural, garantizando la transmisión de conocimiento a las nuevas generaciones.

Foto: FAO.

Intercambio de semillas y gastronomía local

Amazonía Joven trabajó con las comunidades para desarrollar cuatro encuentros interculturales de intercambio de semillas, que les permitieron a las comunidades reconocer el uso y manejo de las semillas en los modelos productivos de sus diferentes culturas.

Para combatir la malnutrición, Amazonía Joven también desarrolló cuatro encuentros gastronómicos para generar conocimiento sobre el sistema alimentario regional, identificando de qué manera la alimentación y la cocina están vinculadas a los modelos de producción, a la forma de obtención de los productos, el consumo y distribución de alimentos.

Estos encuentros fomentaron la revitalización cultural a través de la formación en música, danza, juegos tradicionales, artesanía y gastronomía. “La importancia de las semillas y de los productos locales es fundamental para las dietas sanas. Estas semillas locales son parte de la agrobiodiversidad que se está revalorando para combatir la malnutrición”, explicó Ortiz.

Invertir en un desarrollo rural integral

Para fomentar la paz y la reconstrucción del tejido social en zonas afectadas durante décadas por la violencia el proyecto está dando un mejor acceso a los jóvenes a la tecnología y a la educación, para mejorar el capital social y el desarrollo de capacidades en organizaciones comunitarias, con énfasis en las organizaciones juveniles.

El trabajo del proyecto ha incluido actividades artísticas y escuelas deportivas, pero también ha estimulado el rescate de la memoria histórica de los territorios, para favorecer la reconciliación y resiliencia comunitaria. Un aspecto clave del proyecto es el desarrollo de las capacidades local para la planificar del territorio de las cuencas de los ríos Guaviare y Guayabero, necesarias para para construir e implementar visiones colectivas del futuro que incluyan el control social de los recursos públicos.

En ese sentido, Amazonía Joven ha impulsado 3 acuerdos territoriales y 3 sistemas de alerta y protección comunitaria, en los cuales han participado 80 líderes juveniles. El proyecto también impulsa la mejora del entorno de las comunidades, incluyendo el embellecimiento de fachadas de edificios, la plantación de árboles en áreas urbanas, la creación de jardines comunitarios, y la recuperación de sitios emblemáticos.

Con el apoyo del proyecto, se estimuló la construcción y reparación de áreas críticas en las carreteras principales por las cuales los productos locales llegan al mercado y las vías de acceso a los centros de población, y la reparación de escuelas, mejorando su acceso a electricidad solar y agua potable.

Por: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO.

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