En un foro realizado en Cali, el Ministerio del Trabajo presentó sus propuestas para fortalecer el empleo rural en el posconflicto
El campo es uno de los grandes beneficiarios del fin del conflicto. La disminución de la violencia dará espacio a la mejora de las condiciones sociales de la población rural, comenzando por la formalización de sus formas de sustento. Las cifras del Dane muestran una alarmante realidad: el 90% del empleo rural es informal.
Por esto, el Gobierno de Colombia ya ha comenzado a implementar iniciativas para facilitar la entrada de los campesinos al mercado laboral, cumpliendo con todos los requerimientos legales. El Servicio Nacional de Empleo y el Ministerio del Trabajo anunciaron la segunda fase del programa Manos a la Obra por la Paz, que busca implementar proyectos de desarrollo en 45 municipios afectados por el conflicto. Se espera que 1.200 familias se vean beneficiadas por la iniciativa.
Además, el ministerio cuenta con la Ley Projoven de 2016, que le permite acceder a dineros del Fondo de Solidaridad de Fomento al Empleo y Protección al Cesante (Fosfec). Se plantea que estos recursos vayan directamente a la operación de programas de empleo rural y a sus beneficiarios. El trabajo se llevaría a cabo a través de las Cajas de Compensación Familiar.
Con el programa, se busca que el campesino tenga mejor empleabilidad, a través de capacitaciones. Los programas también favorecerán el emprendimiento y la vinculación al sector público, en especial para víctimas del conflicto. El Fosfec también está a cargo de inciativas para promover la equidad de género, la vinculación a empleos verdes y culturales y la integración social de los campesinos.
El director de la Federación Nacional de Departamentos, Amylkar Acosta dijo en el foro que “la única forma de garantizar que esta paz sea estable y duradera es sobre la base de que en el campo colombiano pueda tener ahora su oportunidad”. Varios de los participantes hicieron hincapié en la necesidad de descentralizar la paz e incluir más a las regiones en las discusiones importantes.
Por su parte, la ministra Clara López reiteró las intenciones de mejorar la integración de los campesinos por medio de la generación de trabajo formal. «Aspiro a que se creen cientos de miles de empleos en el campo y la ciudad. En la parte inicial estamos en condiciones de generar no menos de 15 mil empleos directos en los municipios priorizados del posconflicto”, explicó.
Otro programa en marcha es el de Empleo Rural Temporal, que cuenta con 7.800 trabajadores beneficiados con una inversión de 55 mil millones de pesos. El programa busca beneficiar al sector agrícola, que sufre actualmente por la disparidad de salarios frente a las ciudades y de un déficit de mano de obra. «El desarrollo del campo es clave para consolidar la paz y para esto es necesario garantizar trabajos de manera formal, de calidad, y disminuir las brechas sociales”, aclaró la ministra López.