El Vaticano, pese a ser un país, puede pasearse en menos de un día de sur a norte y de oeste a este. Claro que si nos detenemos en sus joyas artísticas y arquitectónicas y, sobre todo, en su historia, no basta la vida para agotarlo.
El Vaticano es uno de los seis micro-estados europeos (los otros 5 son: Mónaco, Malta, Andorra, Liechtenstein y San Marino) y tiene una extensión de 0,439 km². Sólo tiene una población de alrededor de 900 habitantes. Lo que hace de la Ciudad del Vaticano el país más pequeño del mundo. Es tan pequeño que sólo la Basílica de San Pedro representa un 7% de su superficie; la basílica y la Plaza de San Pedro ocupan un 20% del territorio de la Ciudad, por lo que lo convierte en el territorio independiente más urbanizado del mundo.