Las comidas típicas colombianas son muchas, por cada región existen un sin número de preparaciones que sin lugar a duda construyen nuestra identidad.
Por: Andrés A. Gómez Martín.
El tamal es una de esas preparaciones, de la que cada región del país se enorgullece de su propio tamal, en Santander, en Bogotá, en Cartago, en Santa fé de Antioquía, en Quibdó, etcétera. Existen tamales, redondos y cuadrados, y su preparación varía según la región y el municipio.
Ahora bien, el tamal es un alimento que se conoció por primera vez en las crónicas ‘La historia General de las Cosas dela Nueva España’, del religioso español Berardino de Sahagún, quien describió al tamal como un envoltorio de masa de maíz consumido por los indígenas.
El tamal no es cualquier cosa, para fabricarlo existe toda una cadena productiva que se encarga de abastecer a las y los tamaleros en las cocinas del país. Sin embargo es el tamal tolimense el que cuenta con mayor reconocimiento.
En el municipio de Coyaima se producen las hojas que envuelven al tamalito, la hoja es fundamental para la preparación, debido a que esta le proporciona sabor, conserva los olores y no permite que el contenido se pierda. La hoja de plátano cachaco es la hoja ideal para envolver el popular amasijo de arroz, arvejas, zanahoria, carne de res, carne de cerdo, pollo y gallina.
Para los fines de semana, para los bautizos, los matrimonios, los guayabos, los desvares y hasta para los velorios, el tamal siempre ha sido una opción para alimentar a las y los colombianos. Se estima que diariamente tan solo en el centro del país se cocinan cerca de siete millones de tamales.
¿Y usted, querido lector, qué tamalito le gusta comer?
Buen provecho
Soy aficiona de la buena cocina, estoy recolectando recetas de platos típicos de colombia. Estudie en el SENA cocina nacional e internacional y de Panadería. Mi pasatiempo preferido es preparar para mis amigos las nuevas recetas que me encuentro.