Un matrimonio, después de 56 años de unión, reflexiona acerca del triunfo del amor en sus vidas y además da consejos para quienes piensan casarse.
Por Édison Fabiany Buitrago Bautista.
El matrimonio es una práctica la cual, por una parte, ha decaído y, por otra, genera dudas e incertidumbre.
Después de más de 56 años de matrimonio Joaquín y Emperatriz comparten su experiencia de matrimonio y dan consejos derivados de su experiencia a las futuras generaciones de esposos.
Joaquín y Beatriz se casaron el 16 de julio 1960, día de la fiesta de nuestra señora del Carmen, como lo recuerda con alegría Joaquín. Pero la relación no comenzó allí, sino cuando Emperatriz llegó a Bogotá desde Ibagué, ofreciendo sus servicios como docente. Los dos coincidieron en la misma vivienda. Durante el noviazgo fueron conscientes de sus diferencias pero esto no fue suficiente como para hacerlos desistir de su amor, el cual los llevaría al el matrimonio, hecho que ocurrió de la mano de Dios, como afirma Emperatriz.
Según cuentan no ha sido una relación sin problemas sino con momentos duros que no son para desmoronarse sino para afianzar la relación, ahora más cuando se juntan con los problemas de salud que la edad trae, pero aun así siguen juntos. “Es triste ver las parejas actuales -confiesa Joaquín-, la confianza se ha perdido y al llegar los contratiempos ya no se entienden y simplemente dudan del otro; hace falta en las parejas solidaridad y perseverancia pues ahora parece ser que se unieran en matrimonio no por amor sino como alianza para triunfar y ya, cuando no sucede esto simplemente un adiós y basta”.
Para esta pareja de esposos los pilares fundamentales de la vida en pareja son el respeto, la fidelidad y la paciencia, ya que como menciona Emperatriz, “no se puede olvidar que somos diferentes y por lo cual hay que respetar los espacios del otro sin dejar por esto de estar pendiente de la pareja, ayudándolo a seguir adelante reconociendo cada uno sus errores pues nadie es siempre una santa paloma”. “Por eso”, recalca Emperatriz, “hay que creer en el amor pero hay primero también que pensarlo muy bien con conciencia de responsabilidad y sobre todo con amor porque es hasta que la muerte nos separe”.