Wilber Ortiz Navarrete es Magíster en Educación, docente rural en el departamento del Caquetá desde hace 14 años y desde hace 5 años ejerce el rol de coordinador académico de la Institución Educativa Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco, que en conjunto con la rectora Blanca Rubiela Orozco Gómez, han acompañado y liderado el proceso que como lo indica él, “se desprenden de los proyectos de inversión social educativa para los jóvenes y sus familias en diferentes municipios del departamento, contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida desde y para la región”.
Este docente, ha hecho parte del proyecto Amazonía Joven del Fondo Europeo para la Paz e implementado por la Corporación Manigua, la Diócesis de San Vicente del Caguán y ACPO. En este proceso cumple el papel de formar técnicos laborales en agropecuaria y transformación de alimentos, cumpliendo con el rol de líder dinamizador de los procesos. Sin embargo, Wilber conoce a ACPO desde hace ya 5 años cuando comenzó a ser parte de Escuelas Digitales Campesinas, un programa socioeducativo que nació de las Escuelas Radiofónicas.
Ambos proyectos surgen por la necesidad de generar un impacto en las comunidades rurales, ayudándolos mediante las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones a promover el desarrollo, la autonomía y el valor del campo colombiano; el proyecto Amazonía Joven, nació dando cumplimiento al primer punto del Acuerdo de Paz, en razón de que implementa una nueva economía amazónica lícita que aprovecha el ecosistema amazónico haciendo uso de las áreas de conservación, lo que permite incorporar a las comunidades, en especial a los jóvenes de 14 a 29 años.
Por otra parte, las Escuelas Digitales Campesinas (EDC), nacen del interés de ACPO de promover el liderazgo del campesinado a través de diferentes procesos de formación y liderazgo, fortaleciendo los valores para la construcción de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, similar a las Escuelas Radiofónicas que existieron en los inicios de ACPO gracias a la ardua labor que realizó el sacerdote José Joaquín Salcedo Guarín.
73 años al servicio del pueblo colombiano
Con más de 73 años contribuyendo a la dignificación del campesino, ACPO continúa trabajando, sus aportes educativos se implementan gracias al esfuerzo de instituciones públicas y privadas que en conjunto logran promover estos proyectos en beneficio de las comunidades rurales y los jóvenes que hacen parte del desarrollo de estas, contando a la fecha con 5.220 beneficiarios en más de 19 municipios y el apoyo de más de 19 aliados en 5 países.
Wilber Ortiz, asegura que “ACPO es y seguirá siendo una de las instituciones entregadas a las realidades de los sectores más desfavorecidos y específicamente al campo colombiano. Por lo tanto, su labor es estar en permanentes cambios que, desde la reflexión de estas realidades estructurales de los jóvenes y sus familias del sector rural, visionan desde diversos proyectos contribuir al desarrollo socioeconómico de nuestro país, fundamentando en una mejor educación, que sea pertinente y responda a realidades concretas de este tipo de poblaciones.”
Por eso, en el cumpleaños número 73 de ACPO, Wilber destaca lo valioso que ha sido poder ser parte de Escuelas Digitales Campesinas – EDC, enfatizando la importancia de la institución en estos entornos y los grandes cambios socioeconómicos que ha generado en estas regiones rurales del país.
“Para la Institución Educativa Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco, el impacto de las EDC desde el trabajo de desarrollo transversal en el currículo y de vida comunitaria desde lo social, ha permitido que nuestros egresados logren posicionarse en diversos ambiente laborales como líderes de cambio, comprometidos con las problemáticas y realidades sociales, defensores de su territorio en donde visionan cimentar su proyecto de vida para potencializar todas las oportunidades que el entorno rural le ofrece para la reconstrucción del tejido social y desarrollo socioeconómico en una región que ha sido afectada por la violencia”, señaló Wilber Ortiz.
Gracias a ACPO y a las demás organizaciones que lideran estos proyectos, millones de jóvenes de las zonas rurales que han sido afectadas por el abandono, el desplazamiento forzado, la violencia y los escenarios de la guerra, hoy en día sobresalen de todas sus dificultades y junto a las comunidades que siguen luchando, se encuentran líderes y lideresas que trabajan por un mejor futuro para todos los jóvenes campesinos que quieren ser parte del cambio y el desarrollo de su comunidad.
Por: Erika Carolina Guarnizo Rico – Periodista.