El puerto grande de Colombia ha visto nacer a grandes personajes de la vida nacional, en las calles del barrio Gaitán, creció uno de los jugadores de futbol más recordados, Fredy Rincón.
Por: Andrés A. Gómez Martín.
El 14 de agosto de 1966, nació en Buenaventura uno de los deportistas más destacados del balompié nacional. Desde niño, Rincón ya demostraba la astucia y las características de un buen jugador.
Nació en un barrio popular, las casas de madera del barrio Gaitán, llevaron a Fredy a buscar mejores oportunidades. La buenaventura de aquellos tiempos limitaba el desarrollo de los jóvenes, por eso el deporte era una buena opción para salir adelante.
De su primer equipo de futbol en Buenaventura, logró darle unos pesos a su madre, ella compró una licuadora y sus hermanos también recibieron unos pesos.
La magia de Fredy lo llevaría lejos, Bogotá lo recibió y debutó profesionalmente en Santa Fe en 1986. De inmediato se hizo notar en la cancha, las gambetas, pases y asistencias de gran precisión lo ubicaron el equipo titular.
Muy rápidamente la prensa noto el buen juego de Rincón, así que recibió un apodo: “el coloso de Buenaventura”. Con sus más de 1.90 de estatura y habilidad, viajó a Brasil.
En el país carioca se convirtió en ídolo de uno de los equipos más famosos, el Corintians, en el año 2001 ganó el torneo intercontinental de clubes de fútbol, siendo capitán del equipo y convirtiéndose en jugador histórico.
Pero la hazaña más grande del Coloso de Buenaventura, se gestó en el mundial de Italia 90. Colombia enfrentaba a Alemania por la clasificación a siguiente ronda. Al minuto 43 de la primera etapa, Livanski con la camiseta número 7, rompió la defensa tricolor y marco gol.
La narración de William Vinasco lo decía todo, paro de narrar el partido y se lamentaba; pero faltando menos 10 minutos para finalizar el partido, Leonel Alvares robo una pelota en el área que defendía Rene Higuita, arrancó a correr, busco al Pibe Valderrama, el equipo avanzo dando su ultimo respiro, el pibe hizo una pared con el “Bendito Fajardo”, este la regreso al samario y de un pase magistral se la entregó al hijo de Buenaventura, Rincón desplegó su poder, corrió y se metió en área chica del poderoso equipo alemán, de un fino y certero tiro, metió el balón por entre las piernas del portero Bodo Illgner, Colombia empataba y Fredy Rincón anotaría el gol más recordado del deporte colombiano.