El Día Internacional de la Alfabetización, 8 de septiembre, es una celebración anual que busca promover la importancia de la educación y el acceso a la lectura y escritura en todo el mundo. En un contexto global en constante cambio, donde las desigualdades entre regiones y poblaciones se amplían, la alfabetización se convierte en un pilar fundamental para sentar las bases de sociedades pacíficas y sostenibles.
El Desafío de la Alfabetización en el Mundo
A pesar de los avances tecnológicos y científicos, todavía existen aproximadamente 770 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a la lectura y escritura, según estudio de la UNESCO, 2020. La mayoría de estas personas se encuentran en países del África subsahariana y de Asia. Es preocupante que, en pleno siglo XXI, haya tantas personas privadas de esta competencia básica que les permite acceder a servicios, información y defender sus derechos.
En el año 1900, el 79% de la población mundial era analfabeta. Sin embargo, gracias a los esfuerzos en materia de educación, esta cifra se ha reducido significativamente y actualmente solo representa el 13% de la población. Aunque este progreso es alentador, aún queda mucho por hacer para cerrar la brecha de la alfabetización en todo el mundo.
La Evolución de la Alfabetización
A lo largo de la historia, el concepto de alfabetización ha ido evolucionando. En la antigüedad, solo unos pocos tenían acceso a la lectura y escritura en civilizaciones como la Mesopotamia, Egipto, China y Grecia. Fue gracias al Renacimiento y la invención de la imprenta por parte de Johannes Gutenberg en 1440 que se inició una democratización de estos conocimientos.
Con la aparición de la escuela y la responsabilidad del Estado en la educación, el número de personas educadas aumentó significativamente. La Revolución Francesa de 1789 abogó por una educación pública, laica y gratuita, y la Revolución Industrial impulsó la necesidad de una mano de obra calificada, lo que llevó a un impulso adicional en la educación.
El Derecho a la Educación
El derecho a la educación está consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Después de la Segunda Guerra Mundial, el impulso por la alfabetización se convirtió en uno de los objetivos principales de la UNESCO, que patrocina programas de alfabetización en todo el mundo.
En 1965, se estableció el 8 de septiembre como el Día Mundial de la Alfabetización en el Congreso de los ministros de Educación de los países miembros. Esta fecha se celebra cada año para destacar la importancia de la alfabetización y promover iniciativas en este ámbito. En América Latina, el 6% de la población, equivalente a 28 millones de personas, aún no sabe leer ni escribir. En Colombia, según el Censo de Población de 2018, la tasa de analfabetismo es del 5.1%, siendo Bogotá la ciudad con menor índice de analfabetismo con un 2.4%. Sin embargo, existen regiones como La Guajira, Sucre, Córdoba, Cesar y Chocó con tasas más altas de analfabetismo.
La Alfabetización en Colombia
En Colombia, el acceso a la educación sigue siendo un desafío, especialmente en las zonas rurales y apartadas del país. Según un estudio realizado por la Universidad de los Andes, el 70% de los niños, niñas y jóvenes que no logran acceder a la educación provienen de estas regiones. La falta de instituciones educativas, el acceso limitado a servicios básicos y la falta de vías de comunicación son algunos de los obstáculos que se enfrentan en estas áreas.
Por su parte, el último Censo Nacional Agropecuario realizado en 2014 aseguró que, en el sector rural colombiano, la tasa de analfabetismo corresponde al 12,6%, lo que sugiere que “la población censada en ese sector concentra el 50% de la población analfabeta del país”.
La Fundación ACPO y su Contribución Significativa a la Alfabetización Rural:
La Fundación Acción Cultural Popular (ACPO) ha sido una fuerza motriz en la construcción de la alfabetización y la educación en Colombia y más allá. Desde su comienzo en 1947, cuando su Fundador Monseñor José Joaquín Salcedo lanzó el programa de Escuelas Radiofónicas a través de Radio Sutatenza, hoy conocidas como Escuelas Digitales Campesinas, ACPO ha desempeñado un papel fundamental en la erradicación del analfabetismo en áreas rurales del país.
A lo largo de sus 76 años de historia, ACPO ha empoderado a más de 8 millones de habitantes rurales en más de 1.100 municipios en Colombia, abarcando una amplia variedad de departamentos. Su enfoque en la Educación Fundamental Integral (EFI) ha demostrado ser eficaz, brindando a los campesinos y campesinas, indígenas, mestizos, raizales y afrodescendientes las herramientas necesarias para adquirir habilidades de lectura y escritura, y al mismo tiempo, promoviendo valores católicos y la inclusión social de las comunidades más marginadas.
Una de las propuesta de valor de ACPO se centra en la alfabetización como enfoque angular de su misión. Ofrecen una amplia gama de programas y cursos a través de las Escuelas Digitales Campesinas, diseñados específicamente para abordar la brecha de alfabetización en áreas rurales. Desde la enseñanza de habilidades básicas de lectura y escritura hasta la promoción de la educación continua, ACPO trabaja incansablemente para eliminar el analfabetismo y capacitar a las comunidades para un futuro más brillante. Con un enfoque en la justicia social y la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones menos privilegiadas, ACPO sigue siendo un faro de esperanza en la lucha contra el analfabetismo en Colombia y América Latina.
El Rol de las Escuelas Digitales Campesinas
En los últimos años, se ha puesto mayor énfasis en la alfabetización digital como una necesidad para desenvolverse en el mundo actual. Las tecnologías digitales han transformado la forma en que accedemos a la información y nos comunicamos. En este sentido, las Escuelas Digitales Campesinas (EDC) han surgido (2012) como una iniciativa para promover la alfabetización digital en las comunidades rurales de Colombia.
Las Escuelas Digitales Campesinas, antes denominadas Escuelas Radiofónicas, han dejado una profunda marca en la educación rural colombiana. Este programa socioeducativo, basado en el modelo pedagógico de Educación Fundamental Integral (EFI), ha forjado una red de estudiantes que trasciende las barreras geográficas y generacionales. Su misión es fomentar la inclusión y la participación social, empoderando a los campesinos como líderes activos en sus comunidades. Estas escuelas no se limitan a la alfabetización digital básica, sino que abarcan una amplia gama de competencias, como liderazgo, cambio climático, paz y convivencia, y periodismo, entre otros.
Hoy en día, las Escuelas Digitales Campesinas representan más que un programa educativo. Son un proceso de inmersión que involucra activamente a diversos grupos sociales, incluyendo campesinos, afrodescendientes e indígenas, a través de la convergencia de medios y múltiples modalidades de educación virtual. Con alrededor de 15,000 estudiantes en todo el país, estas escuelas están transformando vidas y promoviendo la adquisición de habilidades en una amplia gama de edades, desde los 14 hasta los 86 años, con una población predominante de jóvenes entre 16 y 34 años de edad.
Con entusiasmo, Elita Florez, Coordinadora de Educación y creadora de los módulos de Escuelas Digitales Campesinas, destaca el impacto positivo de este programa en la educación rural colombiana y la alfabetización. Ella señala con orgullo ejemplos tangibles de su éxito, como el caso de la señora Sacramento, residente de Manta, Cundinamarca. Antes de unirse a las Escuelas Digitales Campesinas, Sacramento no tenía experiencia en el uso de computadoras. Sin embargo, gracias a su participación en el programa, hoy en día se ha convertido en una facilitadora y maestra que comparte sus conocimientos con los habitantes de su comunidad. Este ejemplo demuestra que la educación no tiene límites de edad y que cualquiera que desee aprender puede hacerlo en cualquier momento de su vida. Además, este efecto multiplicador de conocimiento está contribuyendo de manera significativa a la educación rural y desafiando el paradigma convencional que dicta que la educación debe comenzar en la infancia.
Para ser parte de las Escuelas Digitales Campesinas, cualquier persona interesada puede acceder al sitio web de la Fundación ACPO y registrarse de forma gratuita. La plataforma ofrece cursos de hasta 120 horas de duración, y al finalizar el proceso de formación, se otorga un certificado digital de terminación.
Celebrando el Día Internacional de la Alfabetización en 2023
El Día Internacional de la Alfabetización es un recordatorio de la importancia de la educación y la alfabetización para el desarrollo humano. Aunque se han logrado avances significativos en la reducción del analfabetismo a nivel mundial, aún existen desafíos que deben ser abordados, especialmente en países en desarrollo como Colombia. Iniciativas como las Escuelas Digitales Campesinas son un paso en la dirección correcta para cerrar la brecha de la alfabetización y promover un acceso equitativo a la educación en todas las comunidades.