Jesús López Ochoa, más conocido como don José, ha sido tendencia en redes sociales en los últimos días, tras la discriminación que sufrió en el restaurante ‘Taquino’ ubicado en el sector el Poblado en Medellín. Sin embargo, luego de la presión ejercida por la sociedad civil, el establecimiento pidió disculpas e incluso lo invitaron a almorzar.
Don José, tiene 61 años y se dedica desde hace 30 a cantar en los buses, parques y restaurantes en Medellín, es así como este campesino, con mochila al hombro que lleva suscrito el mensaje «te quiero Colombia», se gana la vida entonando canciones folclóricas para llevar el sustento diario a su familia.
El caso de discriminación contra don José, empezó cuando la cajera que estaba de turno, no lo dejó sentarse en la mesa de Valeria Lotero, cuando ella le invitó a que comiera junto a ella. Al parecer por políticas internas que finalmente no explicaron. Esta situación generó repudio en los comensales, quienes rechazaron la acción de los funcionarios del restaurante.
La discriminación que sufren los habitantes rurales
La expropiación de las tierras, los desalojos y el desplazamiento forzado, además de la falta de oportunidades que ofrece el gobierno para el campo colombiano, son algunas de las principales causas por las que los habitantes rurales están migrando a las grandes ciudades en busca de una vida mejor.
Y es que en el Tercer Censo Nacional Agropecuario se observa un índice de analfabetismo superior al 23% en esta población (siendo del 73% la tasa de jóvenes entre 17 y 24 años sin educación), mientras el 94% de las viviendas carece de alcantarillado y apenas el 10% recibe asistencia técnica para sus proyectos productivos.
Seguramente, como el caso de don José puede haber miles. Este, en medio de la situación tuvo un final feliz, pero en general la población rural se ve gravemente afectada por la problemática de exclusión social en la que se ven envueltos cuando llegan a las ciudades.
La situación empeora cuando se trata de mujeres rurales, quienes de acuerdo con organizaciones como Oxfam, viven una triple discriminación. El hecho de ser mujeres, pobres y rurales, las pone como blanco de diversos tipos de violencias.
Por la no discriminación
Ante esta problemática la Defensoría del Pueblo ha venido implementando para esta población la ‘Cartilla de Derechos’, que tiene como fin impulsar el acceso a la justicia y las políticas públicas que garanticen la igualdad de oportunidades y el desarrollo de estas comunidades en el país. No obstante, el hecho va más allá y parte de que la misma ciudadanía reconozca la importancia de los afros, indígenas y campesinos.
Basta con ser consientes de que, según el DANE, cerca de 34 millones de toneladas de comida como la papa, yuca, ñame, plátano, cereales y frutas, llegan a las ciudades gracias al trabajo que desarrollan los pequeños y medianos agricultores.
Por: Angelline Molina. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Mónica Lozano – Periodista y Editora