El campo colombiano ha sido el más perjudicado por el paso del fenómeno meteorológico del El Niño. En marzo se espera que las lluvias regresen y con ellas la recuperación de la economía de miles de familias que dependen de actividades ligadas al campo.
Por: Nelson David Ruiz Guzmán
Facilitador de las EDC de Cundinamarca
La enorme riqueza que la madre naturaleza ha prodigado al campo colombiano vive una de sus peores amenazas por causa del fenómeno de El Niño.
Y no es para menos. Colombia, país rico en diversidad de paisajes, tierras, climas y cuyo campo es una cantera agrícola por excelencia, ha vivido en el último año una de las temporadas más secas y calurosas de su historia.
Tan sólo en diciembre de 2015 y en enero de 2016 las temperaturas registradas llegaron hasta los 45 °C, como fue el caso de Puerto Salgar. El promedio nacional llegó a 22,85 °C.
El fenómeno de El Niño ha causado una disminución importante de las lluvias afectando directamente el trabajo del campo, generando un desabastecimiento de agua para el consumo humano y animal y un aumento desmedido de incendios forestales.
Pero El Niño empezó a agonizar y para el campo colombiano esta noticia es alentadora, porque nuevamente permite a los campesinos programar sus cultivos y reactivar su economía.
La noticia la ha dado Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial – OMM a través de un comunicado oficial. Explica que “el fenómeno de El Niño debería debilitarse en los próximos meses y desaparecer progresivamente en el segundo trimestre de 2016”. “Acabamos de vivir uno de los episodios de El Niño más intensos jamás observados, y ha provocado la aparición de fenómenos meteorológicos extremos en todos los continentes, contribuyendo a los récords de calor registrados en 2015”, añadió.
El regreso de las lluvias al campo colombiano implica el aumento de la producción agrícola y pecuaria. Además, la reducción de casos de dengue, chikungunya y zika, enfermedades que en el último año han devastado la salud de los colombianos.
También permitirá disminuir las importaciones de productos básicos de la canasta familiar cultivados en el campo como el maíz, arroz y otros cereales. Por el intenso verano el país debió abastecerse en el mercado internacional.
No menos importante es el regreso de los caudales de los ríos que surcan el campo colombiano, permitiendo recuperar el sector piscícola, en especial la tan anhelada “subienda” que ha brillado por su ausencia en los últimos años.
El viraje que da la naturaleza con el clima en la recuperación del campo debe estar acompañado de un esfuerzo por reforestar las miles de hectáreas afectadas por los incendios forestales y por la tala indiscriminada de árboles.
Si bien el clima juega un papel importante en la recuperación del campo, cada colombiano puede ser protagonista de dicha recuperación atendiendo a las recomendaciones que a diario se realizan en materia medio ambiental.