En esa fecha se tomó un “receso que no será muy extenso, corto eso sí para volver a la lucha”. Así aparecía en la última portada. Veintidós años después, en 2012, vuelve a la actualidad al aparecer como medio digital.
El Campesino fue fundado en 1958 por ACPO como un instrumento para mantener informado al campesinado de los asuntos que le competían directamente, siendo el único medio de difusión dedicado exclusivamente al campo. Su tirada total en sus años de existencia alcanzó los setenta y seis millones de ejemplares, repartiéndose en cientos de municipios de Colombia.
Según figura en su propia página web, “fue un vehículo fundamental para la transmisión de la cosmovisión campesina al conjunto de la sociedad y a las generaciones futuras”.
Durante sus años de mayor difusión, el campesinado esperaba su periódico con ilusión, algo que se refrendaba con el más de un millón de cartas recibidas en la redacción en ese tiempo. Le puede interesar: #Opinión El campo y la poesía
El pasado año, el 8 de octubre de 2017, se publicó una nueva edición en papel de El Campesino. Con tan sólo cuatro páginas, quiso conmemorar el setenta aniversario de ACPO. Esta organización, actualmente fundación, nació con el objetivo que se había fijado el cura Salcedo: educar al campesino colombiano. Su misión “Promover el desarrollo rural y el bienestar de los habitantes rurales a través de la educación para su plena inclusión social y económica.”
ACPO surgió como organización de la mano del cura católico José Joaquín Salcedo, creador de Radio Sutatenza, la primera emisora educativa que, desde su aparición en 1947, se dedicó a formar a la gentes del campo a través de sus escuelas radiofónicas con aquel eslogan de “La educación nos hace libres”. Su labor pedagógica y doctrinal se extendió hasta 1994 por más de seiscientas cincuenta localidades del país.
Acción Cultural Popular es una organización confesional católica que actúa “en las áreas educativa y socioeconómica a través de las tecnologías de la información y la comunicación, con el fin de contribuir a la integración social, productiva y digital de las personas menos favorecidas.”
En el año 2008 la Biblioteca Luis Ángel Arango recibe de ACPO los fondos documentales de Radio Sutatenza para ponerlos a disposición de toda la población colombiana. En ese archivo de más de ciento cincuenta mil documentos se encuentran la historia y la memoria de ACPO y de Radio Sutatenza. Ahí reposan los audios y los guiones de todos los programas retransmitidos por la emisora durante casi cincuenta años, las fotografías de la institución y todas las ediciones del periódico El Campesino.
La Unesco reconoció en 2013 a la colección documental de Radio Sutatenza como parte del Registro de Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe (MOWLAC).
En el periódico se publicaron también, entre 1965 y 1973, más de cinco mil coplas escritas por campesinas y campesinos de toda Colombia. Una de esas reza así:
“Yo era un campesino rudo /
lleno de pura pereza, /
y ahora voy muy adelante /
con mi radio Sutatenza”
Cuatrocientas de aquellas composiciones, con mención de su autoría y procedencia, fueron recopiladas por el maestro Elisio Rodríguez y publicadas en el libro “El coplero campesino”, edición número 73 de la Biblioteca del Campesino editada por ACPO. En su presentación José Ramón Sabogal, entonces subdirector de la entidad, escribe:
“Los campesinos colombianos han demostrado con sus escuelas radiofónicas, ante el mundo, que son los voluntarios de la cultura. El llamamiento a crecer en la educación, que es la escuela radiofónica, ha sido escuchado como el de una alta y sonora campana que invita, cordialmente, a reflexionar, dialogar, sentirse inteligente y libre en la cristiana tarea de educarse y de educar”.
Desde finales de 2017 El Campesino ha iniciado una nueva etapa integrando en su equipo nuevos miembros que, desde el Consejo Editorial, trabajarán por intentar situar al periódico en su lugar como medio in-formativo del campesinado, sin descuidar la tarea de procurar llegar a otros sectores de la sociedad y del país. Como parte de ese consejo, una de mis primeras aportaciones ha sido el artículo titulado “El campo y la poesía” que pueden leer en este enlace.
Buena mar y buenos vientos para este nuevo viaje del viejo elcampesino.co
Por: Ignacio “Iñaki” Chaves. Equipo Editorial El Campesino.