El 1 de marzo la administración local de Uribia organizó un evento cultural para celebrar el aniversario de su fundación. La comunidad uribiera se congregó para disfrutar de la agenda programada para el día, aún con los vientos que provocaron tormentas de arena.
Por: Erika Correa
Facilitadora de las EDC de La Guajira
El arena invadió la capital indígena de Colombia durante la conmemoración de la fundación del municipio de Uribia. Un cumpleaños más, el número 81, que suma recuerdos, vivencias, sueños y esperanzas en medio del calor y la arena en la tierra del sol. Se dejan de lado, por un momento, aquellas tristezas ligadas al sufrimiento de la niñez y a las condiciones de vida de sus pobladores indígenas, sin agua y con arena por montones.
El 1 de marzo, la administración local, en cabeza de su alcalde y de la primera dama, organizó un evento cultural que inició con la eucaristía en la iglesia de la Inmaculada Concepcion y finalizó con muestras artísticas en la plaza Colombia. La comunidad uribiera se congregó para disfrutar de la agenda programada para el día, aún con los vientos que cargan abundante arena.
Durante la tarde, bajo el sol y con algo de arena, los asistentes recorrieron las calles principales del municipio. Participaron instituciones educativas y entidades locales acompañadas de las bandas marciales, que dieron ritmo al evento y animaron esas calles que han cambiado durante estos años, pero en beneficio de unos pocos.
Arena y baile bajo la luz de las lamparas, con marcados colores que resaltan una cultura mágica, entre telas, hilos y la omnipresente arena. Las danzas típicas de la cultura wayuu y, en general, de nuestra cultura colombiana, deslumbraron a todos.