Uno de los factores que más afecta la calidad del aire en Colombia son los automotores que usan combustible diésel, un ejemplo claro de dicho impacto es la situación actual que se vive en lugares como Medellín y Valle de Aburrá, Antioquia. Lugares donde la calidad del aire es, probablemente, el principal reto para la ciudadanía y los gobernantes.
El diésel genera contaminantes locales, que contribuyen con contaminación atmosférica y que puede afectar a toda la población, pero especialmente a los recién nacidos y adultos mayores.
Ante ese panorama, el viceministro de Políticas y Normalización Ambiental, Willer Guevara, sostuvo que se estudia la posibilidad de sacar de circulación los automotores utilicen este tipo de combustible.
“En todas las ciudades encontramos este tipo de particularidades de vehículos que ya no deberían estar rodando y que todavía usan diesel, entonces es el primer punto que se debe trabajar”, dijo Guevara.
De acuerdo con anuncio, se tiene en consideración la posibilidad de sacar los vehículos que trabajan con diesel de circulación, reclamando un sistema de movilidad sostenible y amigable con el medio ambiente, se estudia además la posibilidad de iniciar la migración a combustibles como el gas y los sistemas eléctricos que tienen una mejor contribución al aire.
«Debe haber acciones específicas»
“El año pasado modificamos la resolución de la Calidad del Aire y emitimos una nueva, la 2254 en donde definimos unas metas ambiciosas en mejoramiento de la calidad del aire hacia el 2030”, agregó el viceministro, quien dijo que es necesario trabajar en acciones específicas en cada una de las regiones y ciudades.
El pasado miércoles se llevo a cabo en Barranquilla el Congreso para la gestión del aire en la que estuvieron presentes entidades del sector privado y del sector público, interesadas en el fortalecimiento de estrategias que ayuden a fortalecer los planes de mejora del aire en las diversas regiones de Colombia.
No obstante, pese a estos estos anuncios, cabe recordar que mientras en Antioquia la principal preocupación es la calidad del aire, en Bogotá, parece no serlo. Este fue uno de los factores que poco se tuvo en cuenta al momento de pensar la licitación para la nueva flota de Transmilenio, sin embargo, expertos le han advertido al alcalde Enrique Peñalosa que se debe contemplar la posibilidad de que entre 5 al 10% de los buses sean eléctricos.
Por: Shaira Pulido. Estudiante de Comunicación Social.
Editor: Mónica Lozano – Periodista y Editor.