Las grandes cadenas de producción de alimentos, sobre todo en hortalizas y frutas, manejan un proceso de calidad; el cual consiste en identificar qué alimentos no tienen medidas y colores correctos; de tal manera que si no son atractivos para el consumidor, no se comercializan.
Así pues, en el mundo se estarían desperdiciando un tercio de los alimentos producidos, por cuenta de estas exigencias. Siendo las frutas y las hortalizas los alimentos más desperdiciados.
En razón de esto, se estima que el desperdicio total de alimentos, podría alimentar a cerca de 815 millones de personas que pasan hambre en el mundo, según cifras de la FAO del año 2016. Le puede interesar: Las frutas “feas” también son un alimento.
Lo anterior explica por qué las cadenas de supermercados y superficies comerciales, no ofrecen en sus vitrinas los productos que no cumplan con los estándares de calidad llamativos. Por lo que, en su mayoría, los que tienen una apariencia fea, son desechados.
El agua: principal recurso en la producción de alimentos
Para el caso de las frutas y las hortalizas, en su mayoría se descarta casi el 45% de la producción; aun cuando la cantidad de recursos que son utilizados en su producción son elevados.
Entre los recursos más utilizados, se encuentra el agua. En efecto, se necesitan 70 litros de agua para producir una manzana, 50 para una naranja y 13 para un tomate; así lo ilustra un informe de la FAO titulado: ¿Cuánta agua hace falta para poder producir…?
Sumado a esto, es necesario incluir los gastos correspondientes al combustible que se utiliza para transportar los alimentos, las semillas, y el trabajo de los agricultores.
Desperdicio de zanahoria, banano y papa
La zanahoria tiene que cumplir con unos estándares de calidad para llegar a los hogares; por lo que, en algunos casos, este producto pasa por una máquina que determina de acuerdo a unos sensores, la medida y el color correcto; de tal manera, se puedan identificar los defectos estéticos. Se estima que entre un 25 y 30% de esta hortaliza, no llega a los supermercados por esta razón.
El banano, al ser una fruta tan delicada, puede verse afectada no solo por los fenómenos de la naturaleza; sino también por su manipulación en el proceso de cosecha y empaque. Así que aquellos que no cuentan con un buen color, o están demasiado blandos, descoloridos o maduros, son desechados. Le puede interesar también: Mujeres Guardianas de Semillas que luchan contra el hambre
En el caso de las papas, aquellas que se procesan en las grandes industrias, sobre todo las que comercializan papas fritas, también son desperdiciadas. Esto ocurre cuando, por ejemplo, los cortes de éstas no son los adecuados, o cuando terminan rompiéndose en cualquier fase del proceso; pues resulta más barato desecharlas que volverlas a utilizar. Así lo menciona la FAO.
De esta manera surge #Hambrecero, la campaña de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); con la que se quiere hacer frente al desperdicio de alimentos a través de un pequeño gesto: Hazle un hueco en tu corazón a los alimentos feos.
Por: Paulo Martínez. Estudiante de Comunicación social – Periodismo.
Editor: Lina María Serna.