De paso por Antioquia encontramos un municipio llamado San Vicente Ferrer, montañoso, algo desordenado en su estructura física pero con un potencial agrícola enorme.
Por: Miguel Ángel Arango Facilitador de las EDC de Nuquí, Chocó
San Vicente Ferrer es un municipio ubicado al oriente del departamento de Antioquia, con 18.600 habitantes aproximadamente, con una extensión de 243 km cuadrados, altura media sobre el nivel del mar de 2.220 metros y con una temperatura de 17 grados centígrados.
La entrada a San Vicente Ferrer produce varias sensaciones, la mayoría buenas, pero sin duda la primera es ver la desidia de los gobernantes de éste país, un pueblo con un altísimo potencial agrícola sumido entre el polvo, el desorden vial y la falta de servicios públicos. Así lo único que se resalta del San Vicente Ferrer estructural es su hermosa catedral, que a propósito está muy bien cuidada, tanto que los mismos campesinos dicen: “aquí tenemos más cura que alcalde” y quieren mucho al padre Luis Alfonso Ocampo, a quien de paso felicitamos por su excelente labor pastoral en San Vicente Ferrer.
Pasada esta sensación de dolor de patria, encontramos todo lo hermoso del campo. En San Vicente Ferrer hay 41 veredas que son la despensa agrícola de Medellín, tanto que en su Plaza de Mercado no se vende ni un solo frijol por libra todo es al por mayor. Nos adentramos en la vida de una familia campesina en su diaria labor, es indescriptible lo que se siente al ver los cultivos de frijol con ese verde mágico, los cultivos de papa con sus exóticas y ordenadas flores moradas, los tomates de árbol con su variedad de colores como si fueran arbolitos de navidad; en fin, cada planta de ésta tierra agradecida tendría un poema para cada fruto de la tierra. Y ni hablar del campesino gurreño (gentilicio de sus habitantes), por la gran cantidad de gurres o armadillos que hay en la región. Este campesino gurreño tan parecido al campesino boyacense que con orgullo carga su ruana y su carriel siendo el vigilante eterno de su tierra, sus animales y su familia. Es maravilloso observar el día miércoles como la escalera El Vacán con su típico colorido paisa, llega a cada finca a recoger el fruto de la tierra. En el momento del cargue nos encontramos con el señor José de Jesús Marín Agudelo, quien dijo: “usted se ve muy contento pero no todo es como lo pintan, yo pedí un préstamo para sembrar unas papitas, pero vea usted el clima y ustedes son los culpables, si yo conociera a todos los que dañan la tierra y al cambio climático les cobraría para pagar lo que invertí, usted don Miguel y su esposa, llevan 10 días, ¿han visto caer una gota de agua? La gente en la ciudad no sabe el daño que nos hacen desperdiciando el agua, quemando plásticos y abusando de la luz, por eso el clima cada día está peor y así ni usted va a encontrar la plantica que cura el cáncer, porque la loma donde había se secó”.
De ésta manera, es de vital importancia que las Escuelas Digitales Campesinas EDC lleguen a San Vicente Ferrer, para enseñarle a los campesinos cómo enfrentar el cambio climático, cómo crear sus propias empresas y cómo ser líderes en la región y así lograr un mejor nivel económico y educativo y puedan decir con mayor orgullo: “Antioquia la más educada”.