Los mercados campesinos se han convertido en una alternativa para adquirir productos frescos y saludables.
Por: Andrés A. Gómez Martín
Cada quince días en Bogotá se realizan los mercados campesinos en donde los olores, los colores, los sabores y sobre todo la calidad de los productos son factores que atraen y convencen a los compradores de asistir a estas ferias itinerantes.
La calidad de los productos con los que nos alimentamos se ve afectada por la industrialización de alimentos como el tomate o la papa, y generan preocupación debido a los procesos en su cultivación en los que están presentes agroquímicos y fungicidas que a largo plazo resultan ser perjudiciales para la salud. Los mercados campesinos se han convertido en una alternativa para conseguir frutas, verduras o carnes con características positivas en términos de su calidad.
Asistir a estos mercados resulta importante para las asociaciones que hacen parte de este circuito itinerante de ventas, pues son colectivos de campesinos que no venden sus productos a intermediarios, sino que, por el contrario, son cosechados y directamente llevados al consumidor final. En los parques de los barrios de las ciudades principales, cada 15 días es posible encontrar a buenos precios los ingredientes más auténticos con un alto grado de calidad.
Uno de los puntos a favor de los mercados campesinos es que usted tiene al alcance de su mano productos que en otros lugares difícilmente puede encontrar como el ají pajarito, cubios o rúgulas. Asimismo estos mercados rescatan el contacto y los lazos del campesino como pequeño productor con la ciudad y sus habitantes porque es el dueño de la huerta – que con sus propias manos ha cultivado los productos – quien le vende las arvejas, las moras o las uchuvas estableciendo relaciones más humanas y generando mejores ingresos económicos debido a que no existen intermediarios en las ventas.
Los mercados campesinos nacen como una iniciativa de asociaciones rurales que buscan espacios en los mercados urbanos, y como propuesta para contribuir a la seguridad alimentaria por medio de la venta de productos a precios justos y en condiciones de calidad, inocuidad e higiene. También es posible encontrar en estos mercados otras opciones de comidas típicas ya preparadas como la mazamorra chiquita, la lechona, carne a la llanera y otras preparaciones típicas que se resignan a desaparecer de los platos y de las dietas de productores y consumidores.
Entérese en en que localidades estarán los mercados campesinos este mes en el siguiente enlace