jueves, diciembre 19, 2024
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Crónica: Descubriendo el sentido de pertenencia en María La Baja, Bolívar, en ‘Somos Comunidad’.

En medio de los desafíos que han marcado la historia de los Montes de María, surge un relato de resiliencia y pertenencia encarnado en Esther Martínez, líder de la Corporación de Mujeres por una Vida Libre de Violencia y Paz en el Territorio (CORMUVIPAT), ubicado en María La Baja, Departamento de Bolívar. A través de su experiencia y determinación, Esther nos guía por un viaje marcado por la resistencia y la esperanza. Este relato es tomado de un diálogo implementado en los talleres del Proyecto Somos Comunidad: Liderazgos que Transforman Colombia.

Desde su infancia, Esther soñaba con ser escritora. Con el tiempo, se convirtió en poeta, una pasión que refleja su amor por plasmar en palabras su conexión con la vida y su región. A medida que los años transcurrían, ese sueño evolucionó, fusionando la escritura con la psicología. Su objetivo se centra en contribuir, a través de su labor, a la construcción de la paz en el país. Aspira a generar un entorno donde la violencia contra las mujeres no sea una sombra persistente en los hogares de la región. En el marco del proyecto Somos Comunidad, Esther emerge como una líder empoderada que representa a CORMUVIPAT, una organización que ha abrazado la misión de brindar apoyo a las mujeres afectadas por la violencia y fomentar la paz en los Montes de María, Bolívar.

La historia de Esther está entrelazada con sus estudios fuera de María La Baja, y su valentía al regresar para trabajar por los derechos de las mujeres en el territorio. De esta manera surge CORMUVIPAT, liderada por Esther y otras mujeres lideresas, que se erigen como un faro de esperanza en medio de las adversidades. Ofrecen asesoría legal, apoyo psicosocial y lideran proyectos para prevenir la violencia de género en la región. A pesar de los desafíos persistentes, la organización se esfuerza por transformar el imaginario de los Montes de María, pasando de una historia de sufrimiento a una de resiliencia y esperanza en Colombia. Su trabajo incansable está marcado por la inclusión y la colaboración con diversas organizaciones en el territorio, fortaleciendo así su impacto positivo en la comunidad.

Esta organización que vela por los derechos de las mujeres reconoce la diversidad de su entorno y el contexto social, cultural y económico de cada grupo con el que trabajan. «La inclusión es esencial para lograr un impacto positivo en toda la comunidad», dicen en un documento donde escribieron los principios de su organización. A lo que complementan: «Trabajar en alianzas con diferentes organizaciones en el territorio ha fortalecido nuestro trabajo, el cual ha dado resultados positivos en la atención psicojurídica a las mujeres, aunque faltaría aplicar de forma sistemática la evaluación de las acciones y medir los resultados».

En el marco de los talleres de capacitación en Comunicación para el Cambio Social, desarrollados en el programa «Somos comunidad: Liderazgos que transforman Colombia», han explorado el sentido de pertenencia al territorio. Las participantes de CORMUVIPAT han destacado que el sentido de pertenencia va más allá de la mera posesión física o geográfica. Que implica una identificación compartida con los valores, creencias, objetivos y cultura del grupo al que se pertenece.

Hoy, CORMUVIPAT contribuye al desarrollo social de la comunidad. Como madres y profesionales, poseen las herramientas necesarias para brindar el apoyo requerido a las mujeres que han sufrido diferentes violencias. Su labor también fomenta el sentido de pertenencia y la cohesión social en Maria La Baja.

«Queremos enfatizar en la resiliencia y determinación de las mujeres en Maria La Baja, dice Esther. En medio de la adversidad, siguen adelante, luchando por un futuro más esperanzador y pacífico en los Montes de María.

Estas historias de resiliencia y esperanza se dan a conocer gracias a proyectos como Somos Comunidad, una iniciativa valiosa impulsada por USAID y ejecutada por FUPAD en colaboración con la Fundación Acción Cultural Popular. Estos programas no solo han transformado comunidades como María La Baja, sino que también han tejido un tejido social más fuerte y solidario en todo Colombia. A medida que estas narrativas inspiradoras emergen, queda claro que la paz y la resiliencia son posibles, marcando el camino hacia un futuro más prometedor para el país y sus ciudadanos.

Autor: Corporación de Mujeres por una Vida Libre de Violencia y Paz – Victor Guerrero

Editor: Natalia Garavito

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