Los municipios de Apartadó y Turbo viven una verdura crisis migratoria, miles de extranjeros están varados y otros se arriesgan a cruzar el mar y la selvas del Darién con destino a Panamá; obispo de Apartadó clama por ayuda.
Por: ElCampesino.co
En la costa antioqueña se vive un verdadero drama humanitario, miles de extranjeros entre los que se encuentran africanos, haitianos, nepalíes, cubanos y chinos están varados en las calles, hoteles y casa particulares mientras logran continuar con el viaje hacia Centroamérica.
La situación no es de poca monta, en viejas bodegas y predios privados se han levantado improvisados cambuchos en donde viven mujeres, niños y ancianos, sumado a ello, varias madres han dado a luz en condiciones altamente peligrosas.
El municipio de Turbo ha declarado la emergencia pública por el desmedido flujo de viajeros ilegales que están en el pueblo, el alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar, destacó que se ha hecho lo necesario para ayudar a los viajeros con elementos básicos como agua y algunos alimentos.
El alcalde Abuchar fue enfático, se declaró la emergencia porque se deben usar los recursos del municipio para atender la crisis, pero el pueblo está solo y el gobierno nacional no se ha pronunciado al respecto, señalo el burgomaestre para el diario EL TIEMPO.
Entre tanto a pocos kilómetros, en Apartadó, la situación no es diferente, miles de viajeros están varados en el pueblo; Monseñor Hugo Torres afirmó que se necesita la atención de la cancillería para dar algún tipo de solución a la emergencia.
Monseñor Hugo Torres, también afirmó que la situación de orden público ya en tensa en ese municipio, los migrantes han levantado cambuches en terrenos privados.
El Sacerdote Wilmar Medina, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, destacó que los emigrantes africanos son los que más sufren porque en medio de la ya penosa situación, se les aparta por que las gentes del pueblo y los otros migrantes creen que son portadores de enfermedades como abola o el VIH, situación que obliga a los africanos a ingresar a la inmensidad de las selvas del Darién para tratar de llegar al vecino país de Panamá.
Las poblaciones de Capurganá y Sabsurro en el departamento del Chocó también afrontan la misma situación, pero con un agravante, no hay energía eléctrica.