Corrupción en la Guajira denuncia Monseñor Héctor Salah, obispo de Riohacha, ya que se hace mal uso de recursos destinados a la salud y educación.
Por Jonathan Alexander Rozo
La Iglesia católica ha tenido a lo largo de la historia un papel importante en la construcción y regulación del orden social y político en nuestro país, ya que dentro de su misión de llevar la noticia del Evangelio se enfrenta con realidades contradictorias a los valores propuestos por Jesucristo: igualdad, libertad, justicia, verdad, transparencia… entre otros; y tiene la tarea de denunciarlos.
Por ello, frente a las muertes por desnutrición de niños wayuu y otros problemas sociales en el departamento de la Guajira, Monseñor Héctor Salah Zuleta aseguró que los «recursos destinados para la salud y educación de los niños wayùu, son malgastados por la clase dirigente» afirmó en días pasados en una entrevista al periódico El Heraldo, «la corrupción es la que está matando a los niños wayuu” insistió.
“Antes que la sequía, que el desempleo o la delincuencia, la corrupción es el principal mal que aqueja al Departamento” y muy pocos líderes de las comunidades guajiras se atreven a denunciar lo que está pasando, algunos por temor y otros por compromisos políticos. Pero aun así, resaltó la labor que profesionales adelantan en favor de las comunidades indígenas y aclara que nos son todos los líderes políticos quienes están involucrados en estas denuncias.
Monseñor Salah enfatizó que, además de corregir el camino y trabajar con honestidad, los corruptos deben reparar el daño hecho, porque “solo así en esta región habrá justicia social y transparencia”, asimismo, reitera que en los dos años que le faltan para retirarse de la Diócesis seguirá «dando la pelea y alzando la voz» para lograr la equidad social en el departamento de la Guajira que sufre a causa de la corrupción.