Una central hidroeléctrica es una construcción elaborada en los cauces de los ríos creando un embalse para retener el agua que fluye de estos, utilizando la energía potencial del agua para mover el rotor de un generador que posteriormente transforma dicha energía en energía eléctrica. En Colombia se han construido cerca de 30 hidroeléctricas, pero son nueve las más conocidas y las que mayor energía generan, entre estas la Hidroeléctrica de Chivor inaugurada en el año 1982 en Boyacá.
Apostarle a este tipo de proyectos era una iniciativa antiguamente muy defendida ya que se relacionaba con desarrollo y mejoramiento en la calidad de vida de los territorios, no obstante con el paso de los años se han demostrado los impactos negativos que estas construcciones pueden generar. Entre los daños más graves ocasionados por una hidroeléctrica se encuentran la afectación de los ecosistemas acuáticos en tanto se interrumpe su curso natural de vida, el aporte en gran medida a la contaminación del aire, inundación de tierras aptas para la producción agrícola y el desplazamiento de comunidades.
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En el departamento del Tolima, se ha mantenido desde hace unos meses un fuerte debate en torno a Hidrototare, un proyecto de generación hidroeléctrica que pretende instalarse sobre el río Totare, fuente hídrica con influencia en los municipios de Venadillo, Santa Isabel, Anzoátegui y Alvarado. Las comunidades manifiestan que de realizarse dicha construcción se estarían afectando 40 quebradas que sostienen cerca de 80 nacimientos de agua, los cuales son utilizados por la población para el consumo diario y para el desarrollo de sus procesos productivos.
Por parte de la Corporación Autónoma Regional del Tolima – Cortolima no hay pronunciaciones hasta el momento respecto a la licencia ambiental solicitada por la Hidrogeneradora Pijaos S.A.S, entidad que en febrero del presente año fue rechazada por la Procuraduría Ambiental a causa de que el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa carecía de caracterización hidrogeológica del área de influencia directa.
Por: Karina Porras Niño. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
