El Día Internacional del Trabajo celebrado cada primero de mayo, se estableció por la Segunda Internacional, organización conformada por los partidos socialistas y laboristas de la época, como una fecha para conmemorar a los Mártires de Chicago y su lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas. En el año 1886 cerca de 80.000 trabajadores salieron a manifestar con el propósito de conseguir la reducción de la jornada que normalmente constaba de 12 a 16 horas diarias de trabajo.
Tras la potencia de la manifestación, en varias ciudades norteamericanas se extendió la idea hasta convertirse en una huelga nacional, a lo que finalmente el gobierno tuvo que ceder. Sin embargo, para junio del mismo año se inició un juicio contra 31 obreros acusados de causar el conflicto, de los cuales 5 perdieron la vida en la horca, fueron ellos los denominados Mártires de Chicago.
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En Colombia este día se celebra desde 1914 y se desarrollan diversas actividades con el objetivo de reivindicar el papel de los trabajadores como sujetos de derechos y como constructores de la sociedad. Actualmente el Salario Mínimo Legal está en $828.116 ubicándose entre los sueldos más bajos de latinoamérica y pese a la diversidad de oficios que se pueden encontrar en las distintas zonas del país, la tasa de desempleo para febrero del presente año es de 11,8% lo que representa un aumento preocupante frente al 10,8% del mismo mes el año pasado.
Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE los departamentos con mayor tasa de desempleo en el año 2018 fueron Quindío con una tasa de 14,1%, Norte de Santander con 13,4% y Tolima con 12,8%; cada cifra superior a la del año anterior, lo que evidencia la falta de atención pertinente por parte del Estado que no garantiza la empleabilidad de los colombianos y por ende contribuye a la mala calidad de vida de estos sectores.
Cabe mencionar que la población más afectada en cuanto a la inequidad laboral son los campesinos, pues como lo demuestra el Censo Nacional Agropecuario 2014, el 91% de los trabajadores campesinos colombianos reciben ingresos inferiores al salario mínimo, pese a que trabajan en horarios extendidos y son labores que requieren de gran esfuerzo humano. Así mismo, los jóvenes que habitan las zonas rurales del país no cuentan con un empleo formal, principal razón por la que se desplazan a las ciudades en busca de oportunidades para mejorar su calidad de vida.
En cuanto a la mujer rural, para el año 2014 solo el 39% de ellas contaba con un empleo, recibiendo ingresos inferiores al de los hombres. Según los últimos datos del DANE para el trimestre de diciembre de 2017 a febrero del 2018 la tasa de desempleo para las mujeres fue de 13,6% y de diciembre del 2018 a febrero del 2019 fue de 15,1%. Datos que no solo manifiestan la brecha laboral por la que siguen pasando las mujeres, sino que son un llamado a continuar en la lucha por el reconocimiento de los derechos laborales y la reivindicación de la mujer como un ser capaz y merecedor de un trato igualitario.
Por: Karina Porras Niño. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
