La Plukenetia volubilis, más conocida como sacha inchi es una planta semileñosa originaria de la selva amazónica y se caracteriza por dar un particular fruto en forma de estrella. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, en Colombia se cultiva principalmente en los departamentos de Caquetá con una producción de 900 toneladas al año, Valle del Cauca con 483, Putumayo con 443, y Antioquia con 287.
Esta especie tiene propiedades como el omega 3 que son beneficiosas para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud – OMS, la sacha inchi puede mejorar el funcionamiento neurocognitivo, tiene efectos antidepresivos y antiinflamatorios. Además, ayuda a disminuir los triglicéridos y el colesterol; por lo que se utiliza principalmente en la industria farmacéutica y de cosméticos.
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Reconociendo el potencial de esta planta, la Universidad Nacional – UNAL en alianza con la Fundación el Alcaraván y el Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA, crearon el diplomado Agroindustria del Sacha Inchi. El cual busca contribuir a los procesos de reincorporación del departamento de Arauca, mediante la enseñanza de temas como siembra y productos derivados de la especie, para que los excombatientes puedan acceder a nuevas fuentes de ingresos.
En este programa académico, 25 firmantes del Acuerdo de Paz que se encuentran vinculados a las organizaciones Cooperativa Agropaz y Filmarpaz UEAI Zomac, fortalecieron sus conocimientos y le apostaron a comercialización de la sacha inchi con un valor agregado. Así, lograron transformar las semillas alcanzando la caracterización de subproductos creados bajo procesos físicos, químicos y microbiológicos.
Conforme con la explicación de la UNAL, para obtener un mejor aprovechamiento de los aceites esenciales de la planta, se establecieron dos líneas principales para guiar a los participantes del diplomado; cosmética, dividida en cuidado corporal y capital. Y alimentaria, enfocada en productos horneados y proteicos de tipo cárnico.
Como resultado, los productores actualmente fabrican cremas corporales, jabones artesanales, tónicos capilares, shampoos, cremas para peinar, tortas, muffins, galletas, panes y brownies a base de sacha inchi. De esta manera, reafirman su compromiso con la construcción de la paz, mientras mejoran su calidad de vida y apoyan la economía local.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.