La metodología de cálculo estadístico podría precisar datos concretos sobre la velocidad de crecimiento de las variedades de árboles en bosques tropicales colombianos. El procedimiento, propuesto por Wilmar López, magíster en Ciencias y Estadística de la Universidad Nacional (U.N.) y el profesor Jorge del Valle, coayudante de la misma universidad, sería un nuevo enfoque y herramienta para entidades de administración de bosques en Colombia.
“En términos forestales siempre se ha manejado un conjunto de datos tomados del bosque, de los árboles en parcelas permanentes de investigación, y con estos se ha ajustado un modelo de crecimiento”, asegura Wilmar López.
Asimismo, en su procedimiento propone un tratamiento a la información analizada para descubrir lo que conlleva a subestimar el crecimiento de los árboles tropicales y a obtener una curva de crecimiento más oficial. Le puede interesar: El proyecto de forestería comunitaria que controlaría la deforestación en Colombia
El investigador sostiene que fueron abarcadas la mayor cantidad de zonas de vida que hay en todo el territorio nacional. Dichas parcelas, se encuentran en departamentos del Chocó, Antioquia, Tolima, Caldas y Quindío, también en zonas de la costa atlántica y el centro del país, regiones con alto índice de deforestación.
“Después del tratamiento de los datos, buscamos que a cada árbol muestreado se le asignara una probabilidad de sobrevivencia”, indica López. Dicha cuantificación, le permitirá a cualquier persona o entidad deducir las dinámicas de ese grupo de árboles o especie, la curva de crecimiento y su edad.
Para la administración de bosques en Colombia, los desafíos se concentran en impedir y controlar la creciente deforestación, así como la ejecución de planes de manejo sostenible y restauración de bosques.
En cuanto a cifras, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM, se calcula que durante dos años han sido deforestadas 398.570 hectáreas; 219.973 en 2017 y 78.597 hectáreas en 2016.
Un nuevo instrumento para la administración de bosques
El grupo de investigación considera que el modelo, resultado de la exploración, podrá ser una herramienta elemental para las entidades que deben tomar decisiones en torno a proyectos de reforestación y planes de manejo.
Además, “a una Corporación Autónoma Regional (CAR), una fundación o una persona natural que quiera hacer restauración de árboles en determinado sitio, entender y conocer cuáles son las tasas y velocidades de crecimiento, le va a permitir seleccionar las especies que se podrían establecer de manera más rápida”, agrega López.
En cuanto a los resultados de la aplicación del modelo estadístico, de los análisis se podrían adoptar medidas convenientes para el diámetro de corte de árboles. Esto, pensando en aprovechar de una mejor manera los recursos forestales y en refutar la decisión de la CAR, que establece 40 cm el diámetro de corte para todas las especies.
Según López, todos los árboles no crecen a la misma velocidad; por ende, se puede cortar un árbol muy joven, a pesar de su diámetro, o cortar un árbol viejo. “Algunos árboles no alcanzan tallas grandes y podemos quedarnos toda la vida esperando a que alcancen los 40 cm”, puntualiza.
Por: Andrés Neira. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.