Conectarse a Internet es abrir la puerta a nuevas oportunidades y fortalecer el poder colectivo de las comunidades. Así quedó demostrado durante el lanzamiento del proyecto “Conectando a los no conectados”, una alianza entre el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Colnodo y la Unión Europea que promueve redes comunitarias de Internet en zonas rurales de Colombia.
El evento se llevó a cabo en el Centro Felicidad Chapinero – CEFE, con participación de representantes institucionales y comunitarios. El proyecto busca consolidar soluciones de conectividad gestionadas por las propias comunidades, brindando acceso a tecnología, formación digital y herramientas de autogestión.
Redes construidas desde la comunidad
La iniciativa arranca con un piloto en tres veredas: Tasmag, en Cumbal; El Guadual, en Ricaurte (Nariño); y Colinas Bajo, en San José del Guaviare. Allí, las comunidades lideran la implementación de redes locales con infraestructura tecnológica, centros de inclusión digital y servidores para la creación de contenidos propios.

Para Juan Sebastián, miembro del proceso de turismo comunitario Chinagui en el piedemonte costero nariñense, la conectividad es una herramienta para transformar la realidad local: “Nuestra ubicación limita la llegada de señal, pero con este proyecto podemos potenciar nuestras iniciativas de emprendimiento, salud y educación remota. Es una oportunidad para que cada miembro de la comunidad administre sus recursos culturales y ambientales, y los proteja desde el conocimiento”.
Según explicó, la conectividad fortalece pilares fundamentales de su organización: unidad, cultura, defensa del territorio y autonomía.
“Siempre hemos trabajado en minga. Estar conectados no solo nos une como comunidad, también nos enlaza con el mundo. Queremos compartir nuestras fortalezas, nuestras luchas y aprender de las experiencias positivas que ocurren en otros lugares”.
Mujeres indígenas al frente del cambio
Desde la vereda Tasmag, en Cumbal, Gloria Aza Yakumama, representante legal de la Asociación Turística Agroecológica Yakumama, compartió cómo este proyecto responde a una necesidad sentida por años.

“Queremos conectividad para aprender a manejar las redes sociales, los pagos digitales, y para que nuestras mujeres tejedoras, nuestras cocineras y sabedores puedan ofrecer sus productos sin salir de la vereda”.
Gloria también señaló el valor de la conectividad responsable y pedagógica en las nuevas generaciones: “Confiamos en que nuestros hijos aprendan a usar Internet con responsabilidad. Así podrán investigar, educarse y mantener vivos los saberes que se transmiten en nuestros fogones y con nuestros taitas”.
Una alianza que impulsa la autonomía
El proyecto se articula con políticas públicas que reconocen el papel activo de las comunidades en la provisión de servicios digitales. Desde la estrategia Global Gateway, la Unión Europea respalda esta apuesta como una vía para garantizar derechos, reducir brechas y fortalecer la economía local.
“Dar a las comunidades el poder de construir e implementar sus propias soluciones de conectividad es parte emblemática de nuestra apuesta. Conectar los territorios apartados del país es construir paz”, afirmó Gilles Bertrand, embajador de la Unión Europea en Colombia.
A través del programa Juntas de Internet – Comunidades de Conectividad, el Ministerio TIC y Colnodo apoyan procesos organizativos que convierten a las asociaciones locales en proveedoras de Internet comunitario, integrando equipamiento, formación y sostenibilidad.
Conectando a los no conectados es una plataforma para que las comunidades rurales de Colombia accedan a nuevas oportunidades, preserven su cultura y fortalezcan sus territorios desde la autonomía. Conectarse, en este contexto, es también cuidarse, reconocerse y proyectarse.